Comerciante colombiano fue asesinado de 15 puñaladas en su departamento

Gustavo Rojas Gallego (32) fue hallado por vecinos en el lavadero de su casa. Buscan a dos hombres que serían los agresores. A la víctima le robaron dinero, el celular y una motocicleta

Iguazú (LaVozDeCataratas)Un prestamista colombiano de 32 años, que además se dedicaba a la venta de muebles, fue asesinado de 15 puñaladas dentro del departamento que alquilaba en la chacra 103 de la capital provincial.

Según las primeras averiguaciones por parte de la División Homicidios de la Policía de Misiones, dos hombres -no se descarta que con la complicidad de un tercero- serían los agresores. Ambos fueron vistos merodeando la zona horas antes del hecho y del lugar huyeron con 70.000 pesos en efectivo, junto con el teléfono celular y una motocicleta que tenía el dueño de casa.

El fallecido fue identificado como Gustavo Adolfo Rojas Gallego (32), quien desde hacía dos años aproximadamente vivía en soledad en el primer piso de un departamento ubicado sobre la calle 66 casi Zapiola. Su cuerpo fue hallado cerca de las 0.45 de ayer por un grupo de vecinos y un compatriota que acudió inmediatamente al lugar tras el aviso sobre un presunto altercado que Gallego había tenido con desconocidos dentro de su departamento.

De acuerdo confiables fuentes consultadas por este medio, el cadáver fue encontrado en medio de un importante charco de sangre, en el lavadero del inmueble y en una total oscuridad. El resultado preliminar de la autopsia arrojó que el cuerpo presentaba más de 15 importantes lesiones cortantes en distintas partes del cuerpo. Si bien no se sabe con exactitud cuál de estas fue la que causó de muerte,  se sospecha que un profundo corte en el tórax fue la estocada letal.

Bajo la atenta mirada del juez Miguel Mattos, titular del Juzgado de Instrucción Siete y del secretario Juan Pablo Trejo, quienes se hicieron presentes en el lugar para seguir de cerca la investigación del conmocionante caso, efectivos de la Policía de Misiones fueron recolectando los primeros aportes en torno a las circunstancias del hecho.

Fue en ese marco que se pudo confirmar que al menos dos hombres fueron vistos horas antes merodeando la vivienda de Gallego y que tras el asesinato huyeron en la Honda Titán que la víctima tenía estacionada en la vereda. Además de una pequeña caja de seguridad en donde el inquilino guardaba 70.000 pesos perteneciente a su labor como vendedor de muebles.

Trascendió además que uno de los homicidas incluso volvió a la escena del crimen, minutos más tarde, para buscar algo dentro de la propiedad. En ese sentido no se descarta que pudo haber sido el cuchillo utilizado en el ataque.

Por otro lado, un vocero de la pesquisa indicó que Gallego fue visto por última vez cerca de las 22.30 del sábado cuando compró cervezas en un comercio cercano a su propiedad.

“Una película de terror”

Un testigo presencial de lo ocurrido, quien para resguardar la seguridad de su familia y la propia pidió preservar su identidad, dialogó con El Territorio. El hombre brindó detalles de lo sucedido entre la noche del sábado y los primeros minutos de la madrugada de ayer.

Comentó que tanto él como muchos otros vecinos se vieron más que sorprendidos por el suceso,  ya que la víctima siempre se llevó muy bien con todo el vecindario y nunca tuvo problemas con nadie.

Recordó que cerca de la medianoche del sábado salió a la vereda de la casa y que en ese contexto vio pasar a un hombre, pero que en primera instancia no le dio importancia. Indicó que instantes más tarde un segundo desconocido pasó por el lugar, lo cual sí le llamó la atención.

Siempre desde el relato del entrevistado, de un momento a otro su hija ingresó asustada dentro de su vivienda y dijo que había escuchado un grito que venía de un departamento cercano.

Ante eso, el hombre salió a ver qué sucedía y tras llamar varias veces por el nombre a Gallego decidió volver y llamar a un conocido del colombiano, ya que su vecino contestaba sus llamados.

Inmediatamente esta persona arribó al lugar y junto a otros vecinos comenzaron a ver cómo podían entrar al departamento ya que la puerta de acceso estaba llaveada.

Por ello, solicitaron a una vecina una escalera para que pueda ingresar por el balcón. “Yo, anteriormente, me fui hasta la puerta, miré por un ventiluz y ví las huellas de zapatillas con sangre. Por eso actuamos así, pedimos una escalera y el otro chico subió. Lo primero que él atinó hacer es ir a la pieza y al volver se ve que fue al baño y lo vio ahí, todo sangrando”, describió aún sorprendido el testigo.

“Entramos a mirar en el baño, estaba todo oscuro. Lo que yo llegué a ver es que tenía un corte en el brazo, otro en la costilla y otro en la espalda. Parecía una película de terror. En ese momento nuestra idea era alzarlo en el auto y llevarlo al hospital. Porque no sabíamos si estaba desmayado. Pero cuando volvimos a entrar como para alzarle y llevarle ya estaba todo hinchado por las heridas. El muchacho que era más allegado a él le tocó y vio que no tenía más pulso”, sostuvo.

Sobre las amistades de Gallego, el testigo comentó que si bien siempre tenía visitas en su departamento con quienes también compartía rondas de tragos, jamás causó problema alguno en el vecindario. Y contó que confía en que las cámaras de seguridad de una vecina de la zona permitan identificar a los homicidas.  Al ser consultado por el móvil del crimen indicó: “Para mí fue un ajuste de cuentas porque vinieron directamente a matarlo, de la forma cómo él estaba, todo hincado. Le abrieron todo”.

Y agregó: “Ellos tenían que haberle conocido para abrir la puerta, porque sólo con la llave se puede abrir. Se ve que vinieron, le tocaron la puerta y ahí le apuraron. Se ve que le dieron un golpe con el que lo durmieron y después le tiraron en el baño.

Sobre las hipótesis en el caso, los voceros consultados indicaron que hasta el momento no está definido el móvil. Aunque las dos principales teorías apuntan a un robo o a un ajuste de cuentas.

En cifras
$70.000
Fue el dinero que los agresores se llevaron del departamento de la víctima. Además escaparon  en una Honda CG Titán que estaba en la vereda.

 

Fuente: El Territorio

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