«En el Día Internacional de los Bosques seguimos pidiendo por su protección»

“Estamos en deuda con nuestros bosques y es una cuenta que debemos saldar” afirma Manuel Jaramillo, Director General de Fundación Vida Silvestre Argentina. “Es de suma importancia priorizar la protección de los bosques pensando en el presente y el futuro de las comunidades locales, así como el de la sociedad general.

Iguazú (LaVozDeCataratas) El 21 de marzo se celebra el Día Internacional de los Bosques, una fecha para concientizar sobre la importancia de su conservación y las graves consecuencias del avance de la deforestación. En 2012 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó este día para rendir homenaje a los bosques y generar conciencia sobre su importancia y cuidado. 

El lema elegido para este año es “Restauración forestal: un camino a la recuperación y el bienestar”, establecido con la finalidad de poner foco en la necesidad de la restauración y el manejo sustentable de los bosques, ecosistemas fundamentales para hacer frente a la crisis climática y de biodiversidad que enfrentamos actualmente.

En las últimas décadas, la pérdida y degradación de los bosques a nivel mundial está sucediendo a un ritmo alarmante, causada principalmente por el cambio de uso de suelo para actividades agropecuarias, urbanísticas y viales no sostenibles. El reciente reporte de WWF “Frentes de deforestación; impulsores y respuestas en un mundo cambiante” plantea que la deforestación global está avanzando en 24 frentes, y 9 de ellos están en América Latina, incluyendo el Gran Chaco (Argentina y Paraguay), la Amazonía y el Cerrado (Brasil).

Estamos en deuda con nuestros bosques y es una cuenta que debemos saldar” afirma Manuel Jaramillo, Director General de Fundación Vida Silvestre Argentina. Es de suma importancia priorizar la protección de los bosques pensando en el presente y el futuro de las comunidades locales, así como el de la sociedad general. Para ello necesitamos la asignación de los fondos y los recursos correspondientes, y su correcta aplicación. En el Día Internacional de los Bosques reforzamos nuestra preocupación y el pedido urgente de protegerlos de manera efectiva”.

La deforestación genera graves consecuencias sociales, ambientales y económicas: contribuye a intensificar el cambio climático, debido a las emisiones de gases de efecto invernadero; reduce el hábitat para especies animales y vegetales, fomentando su extinción; dificulta la capacidad de los suelos de regular excedentes de agua y propicia la aparición de enfermedades infecto contagiosas de origen animal. Además, la deforestación atenta gravemente contra el sustento de las comunidades locales, la seguridad alimentaria y el desarrollo económico.

Los bosques degradados y fragmentados, a su vez, son más propensos a los incendios que afectan de manera directa al clima, debido a liberación de carbono almacenado. Se estima que los incendios en la Amazonía durante el 2019 causaron 1,1% de las emisiones globales de carbono, y representan el 80% de las emisiones de Brasil. Nuestro país no escapa de esta realidad: en el 2020 se perdieron 400.000 hectáreas de bosques de las cuales 300.000 se quemaron en los incendios. En el 2021 nos enfrentamos al peor incendio de interface (forestal-urbano) de la historia de la Patagonia, con consecuencias terribles que afectan a muchísimas personas.

En Argentina contamos con una herramienta fundamental para la protección de nuestros bosques: la Ley 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos,  sancionada en 2007 con el objetivo de planificar el uso de estos ecosistemas y lograr equilibrar producción y conservación de la naturaleza. Sin embargo, en todos estos años, su implementación ha sido parcial y nunca contó con el total del presupuesto que debería asignarse, tanto para el control, monitoreo y vigilancia, como para estimular el usos sustentable y la restauración.

Según el  artículo 40 de la Ley, corresponde a la Autoridad de Aplicación de la jurisdicción respectiva la realización de tareas para la recuperación y restauración de los bosques nativos que hayan sido afectados por incendios o por otros eventos naturales o antrópicos que los hubieren degradado. Para que la Ley se cumpla es sumamente necesario el debido cumplimiento de los deberes de los funcionarios públicos, un acuerdo político de alto nivel y la asignación de las partidas presupuestarias claramente definidas por la Ley de Bosques.  

La efectiva participación de la sociedad civil es fundamental para contribuir al monitoreo de la deforestación y facilitar las denuncias correspondientes que permitan mayor agilidad a las Autoridades de Aplicación en cada jurisdicción. La participación de las personas y comunidades que viven en y de los bosques nativos es requerida para los procesos participativos, que deben conducirse  para la revisión y actualización de los Ordenamientos Territoriales de los bosques nativos en cada Jurisdicción.

La pérdida de bosques nativos en nuestro país es una situación alarmante y deja en evidencia dos factores preocupantes:

1) Las provincias de la ecorregión del Gran Chaco -donde ha ocurrido el 90% de esta deforestación-, no han mejorado sus indicadores de necesidades básicas satisfechas y las comunidades rurales y pueblos indígenas que dependen de los bosques se encuentran en un alarmante estado de vulnerabilidad social, sanitaria y económica.

2) De la superficie de bosques perdida, la mitad se produjo sobre áreas no categorizadas por la ley de bosques y dentro de la otra mitad, el 50% de la deforestación ocurrió en zonas rojas y amarillas donde el cambio de uso del suelo no está permitido.  Esto es evidencia de que parte de la deforestación responde a prácticas ilegales, consecuencia de niveles de control y fiscalización bajos, y de sanciones insuficientes por parte de las autoridades competentes.

Tenemos la necesidad y la urgencia de recuperar y rehabilitar nuestros bosques. Reducir la deforestación también es parte de las soluciones basadas en la naturaleza para la mitigación y la adaptación a los efectos del  cambio climático, acercando al país a la meta de carbono neutralidad para el 2050, anunciada recientemente por el Presidente Alberto Fernández.

Es hora de asumir los compromisos y salvar nuestros bosques. Conservarlos es esencial para preservar nuestra salud, bienestar y supervivencia.

Ley de Bosques_Nacional_ Fundacion Vida Silvestre

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