Revelan cómo en Wuhan se cazan y manipulan murciélagos para la investigación científica

Casi en simultáneo con el primer brote de COVID-19, las autoridades científicas difundieron imágenes de propaganda que pretendían mostrar el liderazgo de China en el terreno de la investigación viral. Hoy, a la distancia, las imágenes son reveladoras y alimentan las dudas sobre el origen del virus
En diciembre de 2019 China difundió » «Juventud en la naturaleza – La línea de defensa invisible», un video que muestra cómo un equipo del Centro de prevención y control de enfermedades de Wuhan se dedicaba a buscar vectores de virus en murciélagos

“No soy médico, pero trabajo para curar y salvar a la gente. No soy un soldado, pero trabajo para salvaguardar una línea de defensa nacional invisible”, asegura Tian Junhua el cazador de murciélagos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Wuhan… Sí, la misma ciudad donde nació el COVID-19 que hace más de un año y medio puso en jaque al mundo entero: casi 4 millones de muertos y más de 172 millones de contagiados.

 

El aventurero chino, que frecuenta las cuevas de la provincia de Hubei, cuenta con tono épico cómo expone su vida a los peligros de la naturaleza para defender al mundo de los peligros “invisibles” como los virus. No esa una investigación de un consorcio de periodistas unidos a lo largo del globo por conocer la verdad, las imágenes que muestran cómo cazan y manipulan murciélagos en la provincia de Hubei forman parte de un video de propaganda oficial elaborado por las propias autoridades científicas del régimen de China y difundido por la cadena estatal CCTV el 10 de diciembre de 2019, prácticamente en simultáneo a la fecha en que los residentes de Wuhan empezaron a acudir a los hospitales con misteriosas dolencias respiratorias y el mundo empezaba a saber de la existencia de un nuevo coronavirus.

En el video, los investigadores escalan la pared de la caverna, con sus faros de color azul fantasmal. “Si nuestra piel está expuesta, puede entrar fácilmente en contacto con excrementos de murciélago y materia contaminada, lo que significa que esto es bastante arriesgado”, relata a cámara Tian, el cazadores de murciélagos. “Tenemos que vivir varios días en la cueva…”, continúa, mientras la banda sonora aumenta el dramatismo. “No hay señal de teléfono móvil, ni suministros. Es realmente aterrador”.

En un video informativo oficial de China, se ve al investigador Tian Junhua quien realiza amplios estudios de campo para recolectar excremento de murciélago e identificar los posibles nuevos virus En un video informativo oficial de China, se ve al investigador Tian Junhua quien realiza amplios estudios de campo para recolectar excremento de murciélago e identificar los posibles nuevos virus

El clip es una producción de alta calidad, diseñada para resaltar el papel de China como líder en el mundo de la investigación viral.

Tian y su equipo del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Wuhan son filmados capturando murciélagos de herradura y pipistrelle, y recogiendo muestras en busca de nuevas enfermedades transmitidas por murciélagos y la base de nuevas vacunas. Tian habla de la necesidad de ser precavidos. “Es al descubrir nuevos virus cuando más riesgo de infección corremos”, dice, aunque se le ve manipulando frascos de muestras sin llevar equipo de protección completo.

“El video es quizá más notable por lo que no revela. No se sabe nada fuera de China sobre la información obtenida en esa expedición por el CDC de Wuhan, la misma agencia que supervisó la respuesta temprana de China a la pandemia. El equipo no ha revelado qué virus, si es que hay alguno, encontró en la cueva, ni siquiera cuándo tuvo lugar la misión”, alerta con contundente argumento The Washington Post.

Además, prueba que el régimen chino mintió durante las investigaciones de la OMS sobre el origen del virus porque según consigna el informe publicado en marzo, el CDC de Wuhan negó cualquier actividad de almacenamiento o de laboratorio relacionada con los virus de los murciélagos antes del brote de coronavirus… Una aseveración difícil de sostener ante las imágenes de Tian jactándose de haber visitado docenas de cuevas de murciélagos y estudiado 300 tipos de vectores de virus.

Tian no habla públicamente desde hace más de un año y su silencio se suma a la deliberada decisión de China de bloquear todo acceso a los registros científicos en Wuhan. Es que hace un año la idea de que el coronavirus pudiera haberse filtrado desde un laboratorio chino parecía una locura, un capítulo más de una descabellada teoría conspirativa… Pero ahora todo cambió porque el informe de Wuhan de la OMS deja sin resolver la cuestión del origen del coronavirus.

En el video de propaganda se ve a Tian Junhua y a su equipo manipular murciélagos en cuevas de la provincia de HubeiEn el video de propaganda se ve a Tian Junhua y a su equipo manipular murciélagos en cuevas de la provincia de Hubei

El silenciamiento de los científicos, los desmentidos generales, la cuidadosa custodia de los datos brutos y las muestras biológicas alimentan la idea de que algo no natural -aunque no se sepa bien qué- podría haber sucedido en Wuhan.

En la mira no está solamente el equipo de Tian del CDC de Wuhan, sino que la comunidad internacional apuntan también al grupo del Instituto de Virología de Wuhan (WIV).

Semanas atrás, el propio Anthony Fauci, principal asesor médico de la Casa Blanca, se sumó a las voces de alarma. Si bien sostuvo que la base histórica de las pandemias que evolucionan de forma natural a partir de un reservorio animal es extremadamente fuerte, advirtió: “Pero nadie lo sabe, ni siquiera yo, al 100% en este momento, que es la razón por la que estamos a favor de seguir investigando”.

En la misma línea se pronunció Céline Gounder, experta en enfermedades infecciosas que formó parte de la junta asesora del equipo de transición de Biden para el COVID-19. Según explicó, en un principio reinó la confusión y en ella se mezclaron las teorías conspirativas y los ataques a China, pero ahora que el tiempo pasó y hay más herramientas para analizar, la hipótesis de que se haya producido un accidente de laboratorio “es ciertamente posible”.

Con tono épico, Tian Junhua se ufana de haber explorado docenas de cuevas y estudiado más de 300 tipos de vectores de virus Con tono épico, Tian Junhua se ufana de haber explorado docenas de cuevas y estudiado más de 300 tipos de vectores de virus

No se trata solo de hipótesis, la experta en enfermedades infecciosas explicó que la idea cobra sentido porque ahora se descubrió que en noviembre de 2019 tres investigadores del Instituto de Virología de Wuhan que estaban trabajando sobre coronavirus fueron hospitalizados con síntomas que hoy, a la distancia, bien podrían haber sido de COVID-19… Gounder explicó que también podrían haber sido síntomas de gripe u otra cosa, pero evidentemente son compatibles con COVID-19. “No tenemos suficiente información sobre esos tres casos, y eso es algo que hay que investigar”, insistió.

De hecho, hace 15 días, el presidente Biden ordenó a las agencias de inteligencia estadounidenses que redoblaran sus esfuerzos para determinar el origen de la pandemia, incluso si podría haber surgido “de un accidente de laboratorio”.

Los expertos y los gobiernos del mundo exigen que China coopere. Afirman que es clave investigar los protocolos de seguridad del CDC de Wuhan y de los laboratorios chinos. Además, piden acceso irrestricto a todos sus registros.

 

 

 

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