Cinco representantes de Iguazú participaron en un «evaluativo de patín» en Apóstoles

Luego de más de un año sin competencias ni torneos, con estrictos protocolos de bioseguridad, las adolescentes fueron evaluadas por profesionales e ingresaron al ranking provincial de patinadores artísticos, entre los primeros lugares.

Iguazú (LaVozDeCataratas) Después de más de un año sin competencias, volvieron las presentaciones de patinaje artístico en Misiones y en la última edición, Iguazú tuvo cinco representantes.

Se trata de adolescentes que forman parte de Patín Cataratas y compitieron en una nueva modalidad, creada para permitir las demostraciones en pandemia.

«Por temas de la pandemia algunas cosas tuvieron que cambiar. Ya no se llaman torneos, porque no hay público, ni la mamá puede entrar. Son demostraciones donde las competidoras ingresan al lugar solo con la entrenadora y el delegado. Allí fueron evaluadas por ocho jueces que puntúan los elementos de la patinadora a través de un software que otorga un puntaje final y de ese modo ingresan a un ranking» explicó Analía, la profesora encargada de formar y acompañar a las adolescentes.

De Patín Cataratas forman parte más de 80 integrantes divididos en tres categorías, principiantes (4 a 8 años) pre-competencia (desde los 9) y competencia del cual actualmente forman parte 29 patinadores.

Sobre la participación en Apóstoles, Analía destacó que «la verdad que nos fue muy bien, es el primer evaluativo que podemos participar. Todas las chicas trajeron medallas y algunas entraron en el ranking entre las cinco mejores puestos».

Las participantes fueron:

Schimbke Denisse en categoría B 2° Mini infantil que obtuvo el primer puesto.
Schimbke Sofia en categoría B 3° Juvenil también se coronó en el primer puesto.
Blanco Oriana en categoría C 2° obtuvo el tercer puesto.
Romero Rubianes Zoe en categoría C 3° logró el segundo puesto
Diez María Magdalena en categoría  C 5° alcanzó el tercer puesto.

En cuanto a las expectativas de las competidoras, explicó que lo vivieron con alegría, a pesar de la imposibilidad del contacto físico con otros participantes y sus propias familias, debido al estricto protocolo: «muy contentas porque estaban muy ansiosas, es como todo nuevo, no podían compartir, cada club tenía su burbuja, teníamos los lugares y las sillas designadas. Ellas estaban acostumbradas a interactuar, saludar a sus compañeros de otros torneos y los sienten raros, a veces parece que necesitan ese abrazo, después de no verse hace un montón, pero bueno, de a poquito se está intentando volver» finalizó la profesora

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Pan de la abuela

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