Denunció a su amiga por lesiones y el robo de $20.000

Andrea L. y la agresora vivían y trabajaban juntas. "Me agarró de los cabellos, me sacó el teléfono, me pegó, me arrastró al baño y me metió debajo de la ducha", dijo la víctima

Iguazú (LaVozDeCataratas) La brutalidad de la agresión quedó plasmada en hematomas y excoriaciones diseminadas por varias partes del cuerpo de la víctima, quien fue reducida, encerrada y golpeada por una persona a la cual consideraba su amiga y le robó 20 mil pesos en efectivo.

El hecho se registró el pasado 16 de agosto en un local de calle Rivadavia de la ciudad de Oberá donde funciona un consultorio médico.

En su denuncia, Andrea L. (52) precisó que la agresora, identificada como Blanca S. (53), posee antecedentes psiquiátricos y se halla en tratamiento, lo que podría haber incidido en la desmesurada violencia de su conducta.

“La verdad que estoy destrozada porque la consideraba mi amiga y la ayudé mucho, como también ella en su momento me ayudó a mí. Además de los golpes que tengo, por lo que sigo haciéndome estudios, también sufrí un gran perjuicio económico porque me robó 20 mil pesos de mis comisiones”, comentó la víctima.

Asimismo,  mencionó que luego de la agresión comenzó a ser hostigada por el hijo de la acusada con el objetivo de que no haga la denuncia.

Explicó que meses atrás su amiga se mudó desde Posadas a Oberá por razones particulares y durante varios meses la albergó en su domicilio, en Villa Stemberg. Al mismo tiempo le ofreció un lugar en el consultorio que tiene su cargo.

“Como ella es mesoterapeuta, hablé con el doctor para el cual trabajo y le dimos un espacio porque era de mi confianza. Todo marchaba bien, hasta que el lunes 16 el doctor le dijo que no quería que use más el consultorio porque descubrió que le daba las llaves al hijo. Después salió a encontrarse con alguien y cuando volvió tuvo un brote o algo le pasó que la puso muy agresiva. La verdad que yo pensé que me mataba”, reconoció.

El expediente está a cargo del Juzgado de Instrucción Dos de Oberá.

Secuencia brutal

Con relación al hecho, comentó que ese día -a pesar del feriado- atendió algunas cuestiones en el consultorio y su amiga la ayudó hasta entrada la tarde. Luego, Blanca S. se dirigió a una cita en un conocido bar de Oberá y Andrea L. permaneció trabajando en el consultorio, poniendo papeles al día.

Entre las cosas que hizo, la denunciante enumeró que preparó el dinero que debía rendirle a su jefe y separó su comisión, ya que además de atender en consultorio, también comercializan productos homeopáticos.

En tanto, precisó que su amiga “volvió de la cita muy exaltada, parecía arrepentida y me empezó a gritar que quería que pida comida”.

“Así que llamé al lugar donde me pidió y me dijeron que la cocina estaba cerrada por el feriado. Cuando le dije eso se descontroló. Me agarró de los cabellos, me sacó el teléfono, me pegó, me arrastró al baño y me metió abajo la ducha hirviendo. Salió del baño y fue a romper el módem, seguramente para que no pueda comunicarme con nadie”, detalló.

De todas formas, en un momento la víctima pudo incorporarse, salió del baño y pudo agarrar su celular, tras lo cual se encerró en otra habitación y llamó a la Policía.

Reviviendo aquel momento, precisó que “por suerte enseguida llegaron patrullas de la Seccional Segunda, la Comisaría de la Mujer y la Seccional Primera. Me contuvieron y me asistieron. A todo eso mi amiga se fue antes de que la Policía llegue. Nunca demoraron ni sé si ya la citaron. Tampoco creo que vaya a recuperar mi dinero”.

Más allá de la cuestión psiquiátrica, la damnificada también mencionó que horas antes al incidente el médico para el cual trabaja le dijo a su amiga que no quería que siga ocupando el consultorio porque descubrió que le daba las llaves al hijo, lo que pudo haber derivado en el posterior ataque, opinó.

 

Fuente: El Territorio

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