La provincia de Misiones lleva adelante una batería de medidas para prevenir y combatir los incendios forestales y rurales. El fenómeno de La Niña, con períodos de sequía prolongada y pocas lluvias, sumado a la escasa humedad en la tierra, genera un escenario propenso a la quema, significando un grave peligro para la vegetación, los animales y las personas.
Por ese motivo, y teniendo en cuenta el antecedente de hace un año, con incendios de grandes magnitudes que destruyeron importantes franjas en áreas forestales, rurales y de monte misionero , desde el Ministerio de Ecología se lleva adelante un trabajo conjunto con distintos actores sociales, a fin de motivar la prevención y la alerta temprana ante posibles situaciones.
Los análisis dan cuenta de que la mayoría de estos incendios se inician con quemas de cultivos, método utilizado por los productores como herramienta de limpieza, por lo que es menester también avanzar hacia un cambio de hábitos en las chacras misioneras. En pos de esto, la Tierra Colorada ya cuenta con una prohibición explícita de quema, con penas de multas y acciones legales.
Uno de los proyectos que se trabaja fuertemente tiene que ver con el cuidado de las reservas naturales mediante fajas protectoras para evitar su destrucción por este tipo de riesgo.
El entrecruzamiento de datos sobre los focos de calor en toda la provincia es el puntapié inicial para la toma de decisiones, mientras que las acciones preventivas y combativas son algunas de las políticas que se están llevando adelante en este momento a los fines determinados.
Análisis de datos
“Lo que hicimos fue un análisis estadístico y territorial de todos los focos de calor que tuvimos en la provincia de 2015 a 2020, con la intención estudiar la cuestión en profundidad. Nos basamos en la información que nos aportan los satélites de la Nasa, que tiene una página que mapea los focos de calor dentro del territorio. Estos focos pueden tener varias causas pero la mayoría de las veces suelen ser incendios”, expresó.
“En el mismo período de agosto a enero hubo 2.300 focos de calor, que fue un récord. Un 33% de todos esos puntos fueron en agosto y nuevamente se ve que tiene que ver con la cuestión productiva y de limpieza de los productores”, determinó Recamán.
“Para combatir el fuego se debe trabajar en conjunto, por un lado tenés los consorcios privados, después tenés muchas empresas que tienen su propio consorcio, tenés los bomberos voluntarios que están en todo el territorio, como también 17 divisiones de los bomberos de la Policía, y lo que es el Plan Provincial de Manejo del Fuego que tiene su unidad en Apóstoles, además de los guardaparques, que son los que tienen destacamentos en las reservas y están más cercanos, son la alerta temprana y quienes pueden dar los primeros auxilios ante el comienzo de un incendio”, detalló el funcionario de Ecología.
