España: La Iglesia abrió una investigación sobre de abusos sexuales infantiles ocurridos en los últimos 80 años

Todo surgió a raíz de una investigación del diario El País, que entregó un informe al Vaticano que da cuenta de 251 clérigos acusados de abusos sexuales y de al menos 1.237 víctimas.

El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, informó que se ha remitido a “las instancias competentes” un informe sobre abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia española para que proceda según “la normativa canónica vigente”.

En tanto, las autoridades de la Iglesia española abrirán una investigación sin precedentes sobre más de 1.000 casos de abusos pederastas ocurridos desde 1943.

Este escándalo causó la reacción del papa Francisco: “El Santo Padre siempre ha insistido en su atención y su cercanía a las víctimas de abuso, con las palabras, la oración y con muchos gestos”, declaró el jefe de la oficina de prensa vaticana en un mensaje enviado a los medios.

Tanto la apertura de la investigación como la reacción del pontífice se dan luego de que un periodista del diario El País hiciera llegar al papa un informe sobre los casos de pederastia registrados en España durante el vuelo papal realizado a Grecia el 2 de diciembre.

Hay 250 sacerdotes y 31 órdenes religiosas en el punto de mira

El escándalo sobre el abuso sexual de niños que sacudió a la Iglesia católica española parte de una investigación periodística del citado medio, que sitúa el número de víctimas registrado en 1.237, aunque se advierte de que la cifra podría aumentar a varios miles.

Los abusos se habrían producido durante casi 80 años. El primero de los documentados data de 1943, mientras que el último tuvo lugar en 2018. Están acusados 251 sacerdotes y algunos miembros laicos del clero.

El documento, que se entregó al papa y que también se ha hecho llegar al presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Juan José Omella, se compone de 385 páginas, el resultado de una investigación desarrollada durante tres años.

El papa remitió el documento a la Congregación para la Doctrina de la Fe, la institución que centraliza la investigación de la pederastia; mientras que Omella lo mandó al tribunal eclesiástico de Barcelona para que comenzará la investigación.

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