Los combates en Ucrania persisten en el noveno día de la invasión militar de Rusia a la espera de una tercera ronda de negociaciones que podría tener lugar este fin de semana, aunque el ataque a la central nuclear de Zaporiyia desvió gran parte de la atención en las acusaciones cruzadas entre Occidente y Moscú por lo ocurrido.
Siete personas murieron, incluidos dos niños, después de que un ataque aéreo ruso impactara en una zona residencial rural en el pueblo de Markhalivka, a unos 10 kilómetros de Kiev, dijo la policía local.
El avance ruso: El asedio a la capital se mantiene, aunque fuentes de inteligencia estadounidense citadas por la cadena CNN aseguraron que la columna de artillería de más de 60 kilómetros de largo se mantiene a 25 kilómetros de la urbe, frenada por la destrucción de un puente.
En el este de Ucrania, la ciudad Mariupol no tiene agua, calefacción ni electricidad y se está quedando sin alimentos después de haber sido atacada por las fuerzas rusas durante los últimos cinco días, dijo su alcalde en televisión.
En ese sentido, el intendente pidió un corredor humanitario, como el pautado ayer entre las partes en la segunda ronda de negociaciones, para evacuar a los civiles de la ciudad portuaria, informó el diario británico The Guardian.
A diferencia de la situación en Kiev, donde la ofensiva parece ralentizada, el avance de Rusia en el sur sigue siendo significativo.
Tras consolidar la toma de Jerson, donde igual se reportaron combates, la columna parece dirigirse hacia Odesa, otro punto estratégico que dejaría a Ucrania sin acceso al Mar Negro.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski pidió a los países occidentales que «cierren el cielo» a las naves rusas o que entreguen aviones a Ucrania.
El apoyo a Ucrania: Pero la OTAN aseguró que sus aviones no actuarán en Ucrania, cerrando así la puerta a la creación de una zona de exclusión aérea.
«Creemos que si hacemos eso, acabaremos teniendo algo que puede convertirse en una guerra total en Europa, involucrando a muchos otros países y causando mucho más sufrimiento humano», dijo el jefe de la alianza atlántica, Jens Stoltenberg.
Los países occidentales han entregado armas a Ucrania, pero centraron su respuesta en una batería de sanciones para aislar a Rusia a nivel diplomático, económico, cultural y deportivo.
La comunicación
Las represalias también se dan en el plano mediático: el presidente ruso, Vladimir Putin, firmó una ley que establece 15 años prisión a cualquier persona que publique «noticias falsas» sobre las fuerzas armadas, al frente de la invasión rusa de Ucrania.
Las autoridades restringieron el acceso a los portales de cuatro medios independientes, entre ellos la BBC que decidió suspender el trabajo de sus periodistas en el país, además de bloquear el acceso a la red social Facebook.
Son todas decisiones que responden también al bloqueo impulsado por Estados Unidos y la Unión Europea (UE) a medios de comunicación rusos como la señal Russia Today y la agencia de noticias Sputnik.
El incendio en una planta nuclear
El ataque a la central de Zaporiyia, que provocó un incendio sin consecuencias en los niveles de radiactividad, paralizó al mundo ante el temor de una nueva catástrofe atómica y redobló los enfrentamientos diplomáticos.
«Hemos sobrevivido a una noche que pudo poner fin a la Historia. La historia de Ucrania. La historia de Europa», dijo Zelenski, tras el hecho que rememoró el fantasma de una nueva catástrofe nuclear como la de Chernobil en 1986.
El Consejo de Seguridad de la ONU convocó a una sesión extraordinaria y de urgencia por lo ocurrido en la mayor central nuclear de Ucrania y Europa, escenario en el que el embajador ucraniano, Sergiy Kyslytsya, en sintonía con lo dicho por su presidente, afirmó: «Hemos sobrevivido a una noche que hubiera podido poner fin a la historia de Ucrania y Europa».
«Es la primera vez que una central nuclear en funcionamiento ha sido atacada, lo que está en contra de la ley internacional», alertó por su parte la representante británica Barbara Woodward a la prensa al término de la reunión, convocada por su país.
Sin embargo, para el embajador ruso, Vassily Nebenzia, la acusación «forma parte de una campaña de mentiras» contra Rusia, y echó la culpa a las autoridades ucranianas del ataque y de crear una «histeria artificial».
Según Nebenzia, «todas las instalaciones de la central están bajo control de las fuerzas rusas» desde el pasado 28 de febrero y «la seguridad está garantizada y funciona normalmente».
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Rusia y Ucrania abren la puerta a una tercera ronda de negociaciones
Las negociaciones
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en tanto, aprobó crear una comisión investigadora sobre posibles violaciones a los derechos humanos en el conflicto, en un resolución votada por 32 países, entre ellos la Argentina.
En este contexto, la perspectiva de un alto el fuego parece lejana, aunque las partes abrieron la posibilidad de realizar una tercera ronde de negociaciones este fin de semana.
Pero el diálogo solo es posible si se aceptan «todas las exigencias rusas», advirtió Putin al canciller alemán Olaf Scholz, de acuerdo a la versión de la comunicación que brindó el Kremlin.
Las demandas incluyen el estatuto neutral y no nuclear de Ucrania, su «desnazificación», el reconocimiento de Crimea como parte de Rusia y la «soberanía» de los territorios separatistas del este de Donetsk y Lugansk que Moscú reconoce como Estados independientes.
Ucrania, por su parte, exige un cese inmediato de las hostilidades, la retirada de las tropas rusas y el presidente Zelenski dijo ayer que le exigirá al Kremlin que pague la reconstrucción de su país.
EL RESUMEN DEL NOVENO DÍA DE COMBATES
-El ataque ruso a la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, fue finalmente controlado y no hubo víctimas, aunque tuvo en vilo a Europa durante varias horas. Desencadenó una ola de acusaciones cruzadas entre Rusia, Ucrania y la OTAN, en medio del temor por una nueva catástrofe atómica.
Los países occidentales acusaron a Rusia de un ataque «temerario», en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU. Pero el embajador ruso ante la organización, Vassily Nebenzia, dijo que es «mentira» que la central haya sido atacada por las tropas de su país.
-El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, se ofreció a viajar a la planta de Chernobil y negociar con Ucrania y Rusia garantías para la seguridad de las instalaciones nucleares ucranianas durante la invasión militar rusa.
-Se registraban fuertes combates en Jerson, en el sur y junto al mar Negro, pese a que Rusia dijo que controlaba la ciudad. Las tropas rusas solo habían podido ocupar la sede de la administración municipal y luego se apoderó de una torre de transmisión de televisión.
-En el territorio, 7 personas murieron, incluidos dos niños, después de que un ataque aéreo ruso a una zona residencial rural en Markhalivka, a unos 10 kilómetros de Kiev, que seguía asediada, aunque la columna de artillería de más de 60 kilómetros de largo se mantiene a 25 kilómetros, según la cadena CNN.
En el este de Ucrania, la ciudad Mariupol no tiene agua, calefacción ni electricidad y se está quedando sin alimentos. Su alcalde reclama un corredor humanitario.
-El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó, en la ciudad suiza de Ginebra y por amplia mayoría, la creación de una comisión investigadora sobre eventuales violaciones de los derechos humanos y del derecho humanitario en Ucrania.
-La economía de Rusia va camino a un colapso similar o incluso mayor al de 1998 si prosigue la invasión a Ucrania, según los economistas del banco de inversión JP Morgan, que pronosticaron una contracción del 7% para este año. Ya Goldman Sachs había dado días pasado una evaluación similar.
-La OTAN aseguró que la alianza militar no tendrá aviones actuando en Ucrania para evitar una «guerra total», con lo que cerró la chance de la zona de exclusión aérea que había sido solicitada por el Gobierno ucraniano. «Los aliados acordaron que no debemos tener aviones sobre el espacio aéreo de Ucrania, ni tropas de la OTAN en el territorio”, explicó el secretario, Jens Stoltenberg, tras una reunión de urgencia de cancilleres del bloque.
-Ucrania y Rusia especularon con una tercera ronda de negociaciones este fin de semana, tras los primeros dos encuentros. Del lado ruso, el presidente Vladimir Putin aseguró que el diálogo se retomaría este fin de semana, y Ucrania espera lo mismo, según declaró Mikhailo Podolyak, consejero del responsable de la administración presidencial.
-La Duma (el Congreso) rusa votó una enmienda que prevé duras penas de prisión y multas para quienes publiquen «falsas informaciones» sobre el Ejército, tras restringir el acceso a los portales de cuatro medios, entre ellos la cadena BBC, que anunció la salida de sus periodistas del país.
-El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que el mundo no puede permitir que Vladimir Putin «ponga en riesgo los principios fundamentales establecidos tras las dos guerras mundiales» y subrayó que ningún país puede «dictarle» a otro las decisiones sobre su futuro.
– El ente ruso que regula los medios, Roskomnadzor, bloqueó el acceso a Facebook, en respuesta a la restricción de acceso a los medios de comunicación nacionales, y más tarde hizo lo mismo con Twitter, en este caso por orden de la Fiscalía General.
-Estados Unidos oficializó hoy que militares de su país y rusos mantienen un canal telefónico, conocido como «línea de distensión», que solo se usa en situaciones de emergencia. Esta línea, habilitada «hace unos días», conecta directamente el mando estadounidense en Europa con el Ministerio de Defensa ruso, informó el vocero del Pentágono, John Kirby.
Fuente: Telam