El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió este jueves de que un ataque químico ruso en Ucrania “cambiaría enormemente la naturaleza” de la guerra que allí se libra y podría afectar también a países aliados vecinos, sin querer entrar en si ello motivaría una reacción de defensa de la Alianza.
“No voy a especular más allá del hecho de que la OTAN siempre está dispuesta a defender, proteger y reaccionar a cualquier tipo de ataque contra un país aliado”, indicó Stoltenberg ante la prensa a su llegada a la cumbre extraordinaria de líderes de la Alianza para abordar la crisis en Ucrania.
Stoltenberg se pronunció así preguntado por si la OTAN consideraría un ataque contra algún miembro de la organización el uso de armas químicas en Ucrania.
“No voy a especular más allá de decir lo siguiente: cualquier uso de armas químicas cambiaría enormemente la naturaleza del conflicto, sería una flagrante violación de la ley internacional y tendría consecuencias generalizadas y severas”.
El político noruego añadió que “la gravedad del uso de armas químicas por supuesto es todavía más obvia sabiendo que hay un riesgo de contaminación al expandirse esos químicos a aéreas más grandes, y llegar incluso al territorio de la OTAN”.
En esta cumbre, los aliados esperan abordar más apoyos para Ucrania, incluido el suministro de equipos de protección ante posibles amenazas químicas, biológicas o incluso nucleares.
La Alianza está preocupada por la posibilidad del uso de armas químicas o biológicas en Ucrania tras lo que considera “afirmaciones falsas” de Moscú de que Kiev estaba produciendo armamento químico, que pueden ser una forma de crear “un pretexto” para que Rusia utilice ese tipo de armamento.
Además, como parte de su respuesta inmediata a la invasión rusa de Ucrania, los líderes de la OTAN tienen previsto dar hoy su visto bueno a la declaración de cuatro nuevos batallones multinacionales que estarán ubicados en Hungría, Rumanía, Eslovaquia y Bulgaria y que se sumarán a los que ya se encuentran desde 2017 en Polonia y los países bálticos. A más largo plazo, la Alianza también se prepara para revisar su capacidad de disuasión y defensa.
Stoltenberg también aseguró que “hace falta hacer más y que, por tanto, hace falta invertir más”.
“Hay un nuevo sentido de urgencia y espero que los líderes acuerden acelerar las inversiones en defensa para cumplir con el compromiso que asumimos de invertir más en defensa”, afirmó.
Preguntado por la salud mental del presidente ruso, Vladimir Putin, Stoltenberg respondió que el mandatario ha cometido “un gran error, que es lanzar una guerra contra una nación independiente y soberana”.
“Ha subestimado la fortaleza de la población ucraniana, la valentía de la población y las fuerzas armadas ucranianas y, por tanto, también están encontrando mucha más resistencia de la que esperaban”, aseveró.
Pese al apoyo que los aliados de la OTAN proporcionan a Ucrania, el secretario general reiteró que la organización transatlántica no enviará tropas ni aviones a la antigua república soviética porque se tiene “la responsabilidad” de que el conflicto “no escale más allá de Ucrania”.
“Eso causaría incluso más sufrimiento, muerte y destrucción”, subrayó, y detalló que imponer la zona de exclusión aérea sobre Ucrania que pide Kiev supondría “atacar de forma masiva los sistemas de defensa aérea rusos en Rusia, en Bielorrusia y en Ucrania, y también estar preparados para derribar aviones rusos”.
Sobre China, aliada de Rusia que mantiene una posición ambigua con respecto al conflicto bélico, Stoltenberg instó a Pekín a “unirse al resto del mundo en condenar con claridad la invasión rusa de Ucrania y no proporcionar apoyo político y, por supuesto, tampoco ningún tipo de apoyo material a la invasión rusa de Ucrania”.
El mandato de Stoltenberg como secretario general concluía en septiembre, pero la guerra en Ucrania ha generado debate sobre si podría permanecer en el puesto más tiempo. El político dijo hoy que dejará la decisión sobre si se extiende su mandato a los treinta aliados.
Fuente: Infobae