Lo que en principio iba a ser una reunión de negocios terminó siendo una trampa para un agente de la Policía Bonaerense y un sargento del Ejército Argentino: según contaron, supuestos vendedores los habían citado a una esquina del partido de Merlo con la excusa de concretar la venta de un vehículo, pero cuando llegaron al lugar se encontraron con delincuentes que quisieron asaltarlos. El intento de robo derivó en un tiroteo y concluyó con uno de los ladrones muerto y otro herido.

Todo sucedió en el cruce de las calles Rodolfo Diesel y Manuel Soler, en la localidad bonaerense de Libertad, este lunes. Los funcionarios públicos se acercaron hasta allí luego de acordar la compra de una camioneta Volkswagen Amarok. Esa operación comercial se había gestado a través de las redes sociales. Así, se dirigieron hasta esa zona a bordo de una Renault Sandero propiedad del policía.

De acuerdo a lo que ambos le relataron más tarde a los agentes de la Comisaría 4ª de Merlo, iban vestidos de civil y se encontraron cara a cara con dos falsos vendedores. Pero enseguida se dieron cuenta de que todo se trataba de un engaño: mientras los cuatro estaban reunidos, llegó un quinto hombre, cómplice de los ladrones. Estaba armado e, inmediatamente, les exigió la Renault Sandero, sin saber que el policía tenían consigo su arma reglamentaria y el militar, otra de tenencia legal. En esas circunstancias se desató el enfrentamiento armado.

Fuentes del caso indicaron a Infobae que, al parecer, el tiroteo lo iniciaron los supuestos vendedores. Lo cierto es que tuvo un desenlace fatal: Nicolás Adrián Díaz, de 27 años, murió en el acto tras recibir un balazo en el abdomen, mientras que su cómplice, identificado como Oscar Alfredo Juárez (30), fue impactado por otra bala en el tórax y fue trasladado al Hospital Eva Perón de Merlo, donde hacia la tarde de este martes seguía internado y detenido con custodia.

En tanto, el policía, que pertenece al Grupo de Apoyo Departamental de Quilmes, y el militar resultaron ilesos. En medio de la balacera, se subieron a la Renault Sandero y se fueron rápidamente. En el camino, se cruzaron con un patrullero y dieron aviso de lo ocurrido. Las pericias en la escena del hecho estuvieron a cargo de personal de la Gendarmería Nacional. En el lugar se levantaron 14 vainas servidas. El vehículo de los agentes de seguridad tenía varios orificios de bala.

La investigación quedó en manos del fiscal Sergio Dileo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción Nº6 de Morón, quien por el momento decidió no adoptar temperamento alguno para con los funcionarios públicos, cuyas declaraciones indagatorias estaban previstas para las próximas horas.

La causa, por el momento, es investigada como homicidio reiterado con arma de fuego, uno de ellos en grado de tentativa, cometido en legítima defensa. Al sospechoso detenido también se lo acusa de portación ilegal de arma de fuego. Mientras tanto, se busca al tercer atacante.

El ataque ocurrió en el cruce de Bilbao y Filiberto del barrio Pompeya de Parque San Martín

Recientemente, hubo otro tiroteo en Merlo que involucró a un policía de la Ciudad: mató a uno de los cuatro motochorros que quisieron asaltarlo cuando regresaba a su casa. El oficial quedó en libertad debido a que para la Justicia actúo en legítima defensa.

Ese hecho sucedió el miércoles 10 de agosto pasado en la esquina de Bilbao y Filiberto del barrio Pompeya de Parque San Martín. El policía estaba vestido con ropa de civil y llegaba a su vivienda a bordo de una moto. En ese momento fue abordado por los ladrones, uno de los cuales le apuntó con un revólver para robarle. El oficial respondió dando la voz de alto y fue entonces que se desencadenó la balacera que culminó con la muerte de uno de los asaltantes. El resto de la banda escapó.

El policía, que resultó ileso, dio aviso al 911 y al lugar llegaron agentes de la Bonaerense junto a personal médico que constató que el delincuente estaba fallecido. Había recibido tres disparos. Luego, se comprobó que tenía antecedentes por robo con arma de fuego.

En la causa intervino la UFI N°3 de Morón, a cargo del fiscal Claudio Ferrario, quien no tomó ningún temperamento hacia agente porteño porque consideró que actuó en legítima defensa.

Fuente Infobae