El misionero de 11 años ingresó al Hospital de Pediatría de Posadas el 3 de enero donde fue internado por una Ictericia, una coloración amarrillenta en la piel que usualmente empieza en la cara y luego baja hasta el pecho. Después de los análisis, el último diagnóstico que le dieron los médicos en la ciudad fue de hepatitis aguda con tendencia a la falla hepática.

El 6 de enero el joven fue trasladado al Hospital Garrahan de Buenos Aires donde los estudios confirmaron positivo por Leishmaniasis Visceral. Posteriormente el niño presentó un cuadro de Leptospirosis, una enfermedad enfermedad que se transmite por la orina de los animales infectados y puede en las personas una infección en los riñones, hígado o en los pulmónes.

Fuente Mol