Bernardo de Irigoyen: Comerciante misionero, presunto líder de una red de contrabando de vinos a Brasil

Oriundo de Bernardo de Irigoyen, fue identificado como cabecilla por la Receita Federal y Policía Civil del vecino país en el tráfico de bebidas de alto valor de procedencia argentina. En 16 allanamientos se secuestraron hasta armas de fuego.

Múltiples allanamientos desplegó la Receita Federal de Brasil en los estados de Paraná y Santa Catarina durante las últimas horas para desbaratar una red y secuestrar documentación y mercaderías, mayoritariamente vinos de alto valor de fabricación argentina, ingresados al vecino país mediante los eslabones montados en la frontera seca de Bernardo de Irigoyen.

Equipos de la Receita Federal, la Policía Federal y la Policía Militar lanzaron el jueves la “Operación Ensamblaje” con el objetivo de combatir el comercio de vinos argentinos, algunos con un valor de dos mil reales cada botella (150 mil pesos).

Se realizaron 16 allanamientos en las ciudades de Guarujá do Sul, Palhoça, San José, en Santa Catarina, y Curitiba (Paraná).

Según los informes, hace dos años comenzó el seguimiento en Dionísio Cerqueira e Irigoyen a un comerciante misionero que suministraba grandes cantidades de vinos argentinos, con una organización que encabezaba de transportadores de carga (conocidos como “puxadores”).

Junto al misionero se identificaron a cuatro personas más, residentes de Guarujá do Sul, quienes recibían los contrabandos y los ocultaban para distribuirlos en Santa Catarina, Curitiba y hasta en el estado de San Pablo.

Según medios de comunicación brasileños, los mismos señalados ahora ya fueron vinculados a operativos similares de la Policía Federal de Brasil en 2019, cuando fueron secuestrados cuatro camiones y otros dos vehículos, además de unas 2.300 cajas de vino de fabricación cuyana.

En los allanamientos realizados el jueves fueron incautadas armas de fuego, documentos y gran cantidad de vinos sin avales en depósitos en Palhoça y Curitiba.

Tanto el misionero como los demás implicados en esta operación son investigados por el delito de “peculado practicado en asociación delictuosa”, con penas de hasta siete años de prisión, según la legislación de Brasil.

Práctica establecida: El contrabando de bebidas de alto valor o la actividad de introducir vinos de forma irregular en Brasil ya no constituye una práctica excepcional de frontera. Por su aumento exponencial en los últimos tres años, impulsada por dos factores principales: el bajo precio por la depreciación del peso argentino y el cierre de pasos limítrofes por la pandemia mundial de Covid-19, las bandas criminales se apoderaron de la demanda de vino argentino en Brasil y comenzaron a organizar estructuras logísticas para sostener la vigencia de la ilegalidad.

Para la Receita Federal, organismo similar a la AFIP-Aduana de Argentina, el comercio irregular de vinos provoca pérdidas a la industria relacionada del vecino territorio y a los importadores que actúan legalmente.

Las bandas del vino se transformaron en la competencia desleal que hace inviable las operaciones de los contribuyentes que cumplen con sus obligaciones.

Vale recordar que en marzo de 2021 la Receita lanzó la “Operación Dionísio”, en depósitos y comercios frente a Bernardo de Irigoyen, que permitió incautar alrededor de 22.000 botellas de vino estimadas en 4 millones de reales, alrededor de 300 millones de pesos.

El éxito de la operación llevó a una segunda edición de la operación en septiembre de 2022, con el apoyo de la AFIP, con secuestros por montos similares.

Rojo vino pero también sangre: El contrabando de vino fino argentino a Brasil a través de la frontera seca de Bernardo de Irigoyen y Dionísio Cerqueira, se convirtió durante los últimos años en una actividad que se cobró con muertes y desapariciones la lucha por el control de las organizaciones criminales.

El miércoles 28 de diciembre pasado, la docente misionera Carla Betiana De Olivera (37) y su pareja Ismael Batista Camargo (42) fueron atacados a balazos en uno de las pasos clandestinos entre Barracao e Irigoyen. Fueron interceptados por sicarios cuando se encontraban dentro de su automóvil Renault Sandero. De Olivera murió en el acto por los impactos en los cabeza y pecho. Su concubino, relacionado al comercio informal, de la zona sobrevivió.

Fue la víctima número siete desde mayo de 2021, cuando el abogado entrerriano Juan María López, conocido como “Chapo” fue acribillado dentro de su camioneta por dos sujetos en motocicleta.

Fuente Primera Edición
Array
error: Contenido protegido!