El incidente tuvo lugar cuando un automóvil Chevrolet Prisma, con matrícula argentina, se presentó en el puesto de la Aduana. Los agentes iniciaron el protocolo habitual de preguntas e inspección del vehículo, momento en el que el conductor, residente en Iguazú, afirmó no tener nada que declarar. Sin embargo, el evidente nerviosismo del individuo despertó sospechas entre el personal aduanero.