Iguazú (LaVozDeCataratas) Luis Franco, más conocido como «Lucho», fue la primera persona que contrajo la enfermedad en Iguazú. Trabaja en una empresa de transporte y su tarea consistía en ofrecer micros de regreso a sus ciudades de origen a los repatriados que ingresaban al país por el paso Internacional Iguazú, luego del cierre de la frontera, decretado por DNU presidencial el 17 de marzo del 2020.
El 22 de marzo del 2020, fue convocado por la empresa en la que trabajaba para desempeñar tareas en la frontera. “Me dijeron que me tenía que presentar en la aduana para poder despachar a los turistas que estaban llegando de viaje. Toda esa semana estuve trabajando a full, tratábamos de tener los cuidados posibles, aunque la aglomeración de gente fue bastante. Nosotros fuimos los más expuestos, la gente se nos encimaba arriba, teníamos que despachar a la gente, alzar la valija a los colectivos, manipular billetes, de todo un poco y justamente me pegó a mi”. Fue durante el desempeño laboral que contrajo el virus.
Sobre los indicios y luego confirmación de la enfermedad comentó que “no se si era por el cansancio o que, pero me agarró primero dolor de cabeza, tampoco me quería sentir perseguido, así que me fui a trabajar igual, un jueves 27 (de marzo del 2020).
Al día siguiente que fue un viernes 28, no sé si fue muy rápido el proceso porque yo estaba muy débil con mis defensas porque estaba descansando poco, estábamos trabajando muchas horas y terminábamos fundidos, me empezó a doler la cabeza, mucho la cabeza, presenté como una pereza , empecé a estornudar y a toser, era como que me estaba por engripar y a tener fiebre.”
En ese momento Iguazú y toda la provincia, atravesaba una de las mayores epidemias de dengue en la región, por lo tanto y al tener en común algunos síntomas, Luis esperaba que sea eso lo que le acontecía a su cuerpo y no haber contraído COVID. Como los síntomas persistían, decidió ir al hospital donde le realizaron el PCR y al otro día le comunicaron que había contraído la enfermedad, convirtiéndose de ese modo en el primer paciente COVID de la ciudad y el segundo de la provincia.
“Fue un shock para mi, porque en ese entonces era algo nuevo que no me esperaba y me asustó bastante. No fue fácil, fue muy feo porque fueron días que me pasaba llorando, acostado, lo único que acordé en ese punto fue de Dios y de que tenía que ponerme las pilas para no caer en depresión” comentó Luis a LaVozDeCataratas. El joven estuvo internado 43 días de los cuales, un mes los pasó en el hospital y los 13 días restantes en el Santuario, lugar que se puso a disposición para albergar a contagiados, en un primer momento.
Cuando la noticia se diseminó en la ciudad, el miedo se apoderó de muchos y Luis fue blanco de ataques discriminatorios, comentarios, posteos y fake news que circularon en las redes sociales y complicaron su situación emocional. También llegaron mensajes de apoyo y de fuerzas de otros lugares y de sus familiares y allegados.
Mejor es dar que recibir:
Después de recuperarse, Luis se convirtió en donador de plasma y lo fue en tres oportunidades “después de unos meses me llamaron y me consultaron si podían tomarme unas muestras para ver si podía donar plasma. Creo que Misiones fue una de las primeras provincias que empezaron a utilizar el plasma, les dije que si, que no tenía problemas y a las pocas semanas empezaron a recaudar. Según me dijeron fui unos de los primeros en donar y también la cantidad fue importante porque después de mucho tiempo los anticuerpos seguían en mi sangre y eso fue algo que le sorprendió mucho a los médicos. Pero eso me alegro mucho, porque fue eficaz y pude ayudar a otros”.
Confiesa que con lo que le costó lidiar fue con la exposición mediática que generó su caso “cualquier movimiento que hacía ya se enteraban los medios y a veces quería parar un poco”.
En diciembre del año pasado, Luis fue nominado por el diario El Territorio para ser Misionero del año “Fue lo último para cerrar el año, una noticia muy buena, no sé si lo merecía pero por algo me eligieron.”
Luis concluye pidiendo que seamos consientes que esto todavía está pasando, el virus se sigue llevando a las personas y hay que seguir cuidándose.