La defensa de la monja Kosaka Kumico, tras cuatro años de detención, pidió la nulidad del juicio que se inició por los abusos a niños hipoacúsicos en el Instituto Antonio Próvolo de Mendoza, que tiene como imputadas a nueve mujeres, entre ellas dos monjas, exdirectivas y exempleadas del establecimiento.
Durante el inicio del debate oral desarrollado en forma virtual, el representante legal de las monjas, Carlos Varela Álvarez, inició una presentación de nulidad absoluta del juicio sobre el derecho de defensa de Kosaka Kumiko cuando aún no estaba detenida y adelantó que el fuerte de la defensa “será el cuestionamiento a las interpretaciones del lenguaje de señas”.
Este nuevo juicio unifica tres causas y son nueve las personas imputadas en delitos que van desde el abuso sexual agravado y corrupción de menores a la participación por omisión.
La monja japonesa Kumiko Kosaka (46), acusada por los delitos de abuso sexual agravado, corrupción de menores y partícipe primaria por omisión, es la única imputada que llega al juicio con prisión preventiva domiciliaria, mientras que el resto está en libertad. Completan la nomina de imputadas la monja Asunción Martínez (53), la representante legal Graciela Pascual (65), las exdirectoras Gladys Pinacca (66), Valeska Quintana (48), Cristina Leguiza (50) y Laura Gaetán (60), la psicóloga Cecilia Raffo (43) y la cocinera Noemí Paz (63), acusadas como partícipes necesarias y/o secundarias por omisión.
La primera audiencia de este segundo juicio por el caso Próvolo se desarrolló con numerosos problemas técnicos y de conexión a la red externos al tribunal, pero finalmente se inició con la identificación de todas las imputadas y se abrió formalmente el debate.
Ya a fines de noviembre de 2019 el sacerdote Horacio Hugo Corbacho Blanck (59) fue condenado a 45 años de prisión, el cura italiano Nicola Corradi (83) recibió una pena de 42 años y el ex jardinero Armando Gómez (49) fue sentenciado a 18 años, acusados de los abusos sexuales cometidos a niños hipoacúsicos dentro del Instituto.
En diálogo con la prensa a la salida del tribunal, el defensor recordó que «en el primer juicio se condenó a los imputados por hechos donde supuestamente Kosaka o las demás imputadas habrían participado, y ahora la querella y la fiscalía lo quieren hacer valer como si ya este segundo juicio fuera pan comido, pero nosotros sostenemos que no”.
Para ello, adelantó que van a declarar sus propios intérpretes, y la gente de ADAJUS, el organismo nacional que cuestionó 17 cámaras Gesell, porque nuestro fuerte está en el tema de las interpretaciones”.
El abogado recordó que en 2017 fueron denunciados penalmente los interpretes oficiales y algunos miembros del cuerpo médico forense, tanto por la defensa oficial como por nosotros, y la Procuración no ha hecho nada al respecto”.
“La fiscalía ha tomado partido y no quiere que se cuestione a los interpretes oficiales, quiere un relato oficial y nuestra pelea es derrumbar la historia oficial, es así de simple”, afirmó.
“La fiscalía ha tomado partido y no quiere que se cuestione a los interpretes oficiales, quiere un relato oficial y nuestra pelea es derrumbar la historia oficial, es así de simple”
En tanto, el abogado querellante Sergio Salinas indicó a Télam que la nulidad “es la reedición que presentaron varias veces durante la instrucción de la causa y en la audiencia preliminar. No hay nada nuevo y fueron varios las y los jueces los que rechazaron este planteo, y es más de lo mismo de estos planteos dilatorios”.
El abogado criticó que la defensa haya denunciado penalmente a los interpretes oficiales diciendo que tergiversan las declaraciones de los sobrevivientes en perjuicio de las monjas.
“Han producido varios videos para los medios de comunicación donde la monja Kumiko Kosaka pretende dar una versión distinta de los hechos. Incluso han desarrollado una página web con la que se busca modificar la opinión pública sobre los aberrantes hechos del Próvolo”, criticó.
Varela Álvarez, dijo que “fue un día muy importante para Kosaka Kumico porque significa estar cuatro años sin sentencia y estando detenida, lo que es casi un récord en Mendoza sin que se resuelva la libertad de esta persona”.
Asimismo, cuestionó la discriminación hacia sus defendidas y el hecho de hacer un juicio virtual porque lo mejor es que sea presencial para que las personas vean a los testigos, y estos a los abogados”.
“Estamos esperanzados en la prueba y si bien es un juicio largo, de unos cuatro meses, esperamos que un tribunal imparcial decida”, dijo Varela.
Los abusos en el Próvolo, cuya denuncia y condena fueron noticia y ejemplo de justicia a nivel mundial, se conocieron en 2016 cuando se escuchó por primera vez a Luis Batistelli, profesor de Lengua de Señas, quien, ayudado por un intérprete de señas, contó en la Legislatura de Mendoza los hechos aberrantes que ocurrían en la institución religiosa.
Fue un 18 de noviembre de 2016, en medio de una charla sobre los Derechos del Niño en la Legislatura de Mendoza, cuando una senadora tomó coraje y llevó la denuncia a la justicia.
Según se informó desde el Ministerio Público Fiscal, como el letrado no pudo terminar la presentación de nulidad en esta primera audiencia, el juicio continuara mañana a las 9.
Telam