Empleado habría abusado de menores en una oficina de la municipalidad

El acusado es un trabajador de 43 años de Puerto Libertad. Una segunda menor, de 16 años, denunció que fue obligada a tener sexo a cambio de dinero en un despacho del detenido y que los encuentros eran consentidos por su madre

Iguazú (LaVozDeCataratas) A casi una semana de haberse entregado ante la Justicia de  Iguazú, luego de permanecer tres días en condición de prófugo por una denuncia presentada por la madre de una adolescente de 14 años de Puerto Libertad por abuso sexual y grooming, el empleado municipal de 43 años de la mencionada localidad sumó una segunda presentación formal en su contra por el mismo delito ante la Comisaría de la Mujer de Puerto Esperanza.

Según confiaron fuentes confiables de la investigación a este matutino, una adolescente de 16 años se presentó el miércoles pasado en compañía de su novio en la misma dependencia policial y durante varios minutos describió los distintos episodios que padeció durante los últimos tres años por parte del implicado: Sandro L.

En la oportunidad, la menor comentó que su propia madre era quien de alguna manera la obligaba a mantener encuentros sexuales a cambio de dinero en una oficina a la que el acusado tenía acceso dentro del mismo predio donde funciona la municipalidad de Puerto Libertad.

A su vez, narró que en ese lugar -se presume que sería una oficina ubicada en el fondo del edificio- el implicado disponía de un pequeño colchón que estaba a un costado de su escritorio. Por lo general era citada en horarios de siesta, o entre las 18 y las 19 horas, momento en que en el lugar ya no había ningún empleado cerca.

Por si fuera poco, la adolescente recordó que el implicado solía pedirle que le enviara a su celular fotos de ella desnuda. Y que el primer contacto que mantuvo con el detenido fue por un mensaje que este le envió por Whatsapp.

De acuerdo a las fuentes consultadas, fue el novio de la chica quien incentivó a la menor a que rompa el silencio. Tal como consta en la presentación policial, el muchacho comentó que desde hace cinco meses está en pareja con la chica, aunque manifestó que desde mucho tiempo antes siempre le llamó la atención las visitas que su novia hacía a la municipalidad local.

Ya en una relación formal, y ante su insistencia, la víctima terminó confesando que desde que tenía 13 años era obligada a mantener relaciones sexuales con el empleado municipal. La adolescente contó que nunca dijo nada de lo que sucedía por temor a represalias que podría recibir no solo del acusado sino de su propia madre, quien lejos de ayudarla y sacarla de ese infierno, siempre consintió los encuentros.

Por otro lado, la denunciante aclaró que la última vez que tuvo contacto con el hombre fue hace casi seis meses. Aunque reconoció que éste continúo contactándose con ella mediante redes sociales. A partir de esta nueva presentación, desde el Juzgado de Instrucción Tres de Iguazú, a cargo del juez Martín Brites, se ordenó una serie de medidas para avanzar en la pesquisa por esta acusación.

Y a raíz de ello, el magistrado imputó formalmente por facilitación y promoción de la prostitución a la madre de la menor, de 35 años, quien por el momento continúa el proceso judicial en libertad debido a que tiene bajo sus cuidados a otros hijos menores.

En tanto que en los próximos días se espera que el empleado municipal sea llamado nuevamente a indagatoria por este último caso, tal cual lo hizo el jueves pasado, pero en el marco de la primera denuncia en su contra.
En dicha instancia fue formalmente notificado de los hechos por los cuales es investigado y fue imputado por los delitos de grooming y abuso sexual con acceso carnal.

Por otra parte, resta aún que se lleguen al juzgado una serie de informe periciales, tanto al teléfono celular del implicado como a una computadora que fue secuestrada de su vivienda, tras un allanamiento ordenado por el juez interviniente.

También falta que se conozca la fecha para la realización de las declaraciones de ambas víctimas en Cámara Gesell.

“Tengo miedo de que salga”
En relación a la primera denuncia en contra de Sandro L. (43) , que generó mucha conmoción en la localidad de Puerto Libertad, este matutino pudo contactarse con la madre de la víctima, quien durante un extenso relato dio detalles de cómo tomó conocimiento de lo que había padecido su hija de 14 años. Su relato presenta muchas similitudes con el aporte que dio la última denunciante.

La mujer, cuya identidad se preserva, dijo que todo comenzó hace unos 15 días cuando por pedido de su hija facilitó su teléfono celular a la menor para que realizara tareas para el colegio al que asiste. Esa misma noche, mientras revisaba el aparato, advirtió una conversación que la adolescente había mantenido con un desconocido mediante la red social Facebook.

Al igual que lo narrado por la chica de 16 años, la madre comentó que el desconocido “le pedía fotos eróticas y que también citó a mi hija para encontrarse en un lugar, que sacó una foto y que pertenece a la municipalidad, le describió el lugar y le dijo que le iba a estar esperando”.

En un primer momento, al consultarle sobre quién era el responsable de esos mensajes, la menor se negó a dar detalles y optó por guardar silencio.
Apenas unos días más tarde, mientras estaba en su trabajo, efectivos de la comisaría local la fueron a buscar para que se acercara a la mencionada dependencia ya que su hija se había acercado espontáneamente a la salida de clases de educación física para comentar una situación que le había tocado vivir.

Ya en sede policial y en compañía de su hija, la menor narró que dos años antes, cuando tenía 12, una compañera de primer año le había pedido que la acompañe hasta una oficina de la municipalidad local. En ese lugar, ambas fueron recibidas por un hombre que trabajaba para el municipio y que de un momento a otro intentó quitarle la ropa a la hija de la denunciante, aunque ésta logró escapar no sin antes ser manoseada por el desconocido.

“Según ella fue sólo esa vez, y fue porque la otra chica la llevó. La otra sabía a qué iba porque este señor le dijo ‘sabes lo que tenes que hacer’. Después él se acercó, le desprendió el pantalón y ella se asustó y se fue”, dijo la madre, quien aclaró que desde ese episodio la adolescente no volvió a tener contacto con el depravado hasta que volvió a contactarse por Facebook, durante las últimas semanas.

“Ella se asustó muchísimo, tenía 12 años. Que un tipo grande se desnude delante de una criatura y le toque el cuerpo y le pida que se desnude es terrible. Hasta la rodilla le bajó el pantalón”, añadió la entrevistada.

También confió que al identificar al hombre que había citado a su hija, decidió invitar a la esposa del empleado a su casa, quien según comentó en esa oportunidad le manifestó que ya había escuchado acusaciones similares tiempo atrás, aunque no le dio importancia porque pensó que se trataba de versiones que buscaban desprestigiar la imagen del municipal.

“Es una persona conocida por el cargo que tiene en la municipalidad. Él aparecía cuando la gente necesitaba una ayuda social. Yo creo que de eso él se aprovechaba. Hay muchas niñas que pasaron por esto, sólo una chica se acercó a mi casa y me preguntó qué debía hacer para denunciar. Evidentemente se aprovechaba de la necesidad y de la vulnerabilidad de las personas que iban a pedir su ayuda”, confió la madre, quien días atrás recibió en su casa a la otra menor abusada y que se acercó hasta ella para pedir ayuda.

Por último, la mujer reconoció su temor ante una posible liberación del acusado: “Tengo miedo de que salga y eso si me afectaría mucho. A mi y a mi nena, porque tiene poder y tiene dinero”. Y comentó que por estas horas busca una psicóloga que asista a la menor debido a un pronunciado bajón en el estado de ánimo que tiene la chica.

 

 

 

Fuente: El Territorio

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