Día de la enfermera: Nidia Santa Cruz, pionera, reina y enfermera

“Viste que no teníamos lámpara, no había luz eléctrica en la calle y mamá nos llevaba a la cancha con esa linterna de cinco elementos y con eso nos alumbraba el camino”, contó Nidia Santa Cruz, reina de los pioneros en 2012 fue jefa de enfermería del Samic Iguazú. Reconocida por su profesión, su corazón y su enorme sonrisa.

Iguazú (LaVozDeCataratas) El Día Internacional de la Enfermera es una conmemoración anual promovida por el Consejo Internacional de Enfermería, que se celebra en todo el mundo el 12 de mayo, día del nacimiento de Florence Nightingale.

Admirable la labor que llevan a cabo todos los días, con muchas  historias detrás de cada paciente y sin perder la sonrisa, como ella, Nidia Santacruz . hija de Don Wenceslao Santa Cruz y Doña Ramona Penayo, de Itaquiri Paraguay, vivieron primeramente en el barrio de Villa 14 junto a sus 9 hermanos, ama de casa su madre supo manejar junto a su padre una casa numerosa con valores como la humildad, la responsabilidad y el compromiso además de la educación.

La primaria lo realizó en la Escuela Nº 615. Recuerda Nidia “el director era Sergio Nelio Ortiz y mi maestra Doña Carlota. Nos cuidaban mucho, él subía y desde arriba nos vigilaba para que llegáramos a nuestras casas lo más rápido posible, mi madrina era Doña Pituca, como no salir universitaria con semejantes ejemplos”

Nos contó un poco de su historia en ocasión de donar a la Dirección de Patrimonio Histórico y Cultural una lampara de hierro puro, cuyo peso ronda los 500 gramos. “eso es una lampara que con una mecha se le ponía querosén y con eso era nuestra luz eléctrica en aquel tiempo…  la luz me parece vino en la década del 50 porque yo tenía 5 o 6 años, aunque tenían la gente del centro nomas, que era toda la parte del puerto ahí estaba el comercio, ellos tenían pero nosotros no, nos faltó bastante para que llegue aunque nos benefició  que papá era empleado de Parques Nacionales por lo que tuvimos más rápido la luz,  vivíamos en villa 14, ahí fue mi primer casa vivíamos en la esquina al lado de Elsa Paredes, Doña Cesar, Ibáñez,  los Osorios todos son amigos de infancia. Verdaderamente éramos una familia grande nos cuidábamos unos a otros por eso digo que es muy importante las relaciones humanas, que eso nos falta ahora estamos bastantes distanciados, o frio seria la palabra, antes éramos muy unidos”

Por aquella época la ciudad de Iguazú, no contaba con secundario por lo que viajaban a Posadas o Eldorado como es el caso de Nidia para poder estudiar, allí estudió Magisterio no sin antes pasar por tres años en la Escuela Agro técnica, lo había cambiado porque era para la década del 60 más provechoso era ser maestra, “te recibías con quinto año, pero había muchas maestras, y a mí se me facilito mucho más, por lo que fui a estudiar Psicología a Buenos Aires, en aquel tiempo 1970 no pude terminar la facultad debido, viste, a la parte militar que estuvo muy difícil ir a la facultad, entonces hice enfermería en el Hospital Escuela San Martín”

Al llegar luego de recibida a su Iguazú natal las enfermeras del Hospital, poseían conocimientos empíricos, ingresaban primero como mucamas más luego al ayudar y observar obtenían conocimientos junto a las prácticas.  Le llega a su mente el recuerdo de haber sido operada por la Dra. Marta Teodora Schwarz   y ser cuidada en aquel entonces por “ Doña Blanca Cuevas  a quien tuve el HONOR de tiempo después ser su docente  y se recibiera conmigo, el mayor orgullo, ella fue la abanderada de todo el curso, de una aplicación, una responsabilidad y un compromiso con la profesión intachable,  recibió premios por ello y estoy tan feliz de que forme parte de mi historia,  porque no es fácil ser profesora de una persona que tiene mucha experiencia como ella” Tantos recuerdos entrelazados,  que no se contiene la ganas de contar que “ no había calles, ni nada, había piquetes. Un día andaba en bicicleta con una víbora en la rueda y papá no me decía nada para no asustarme. Hoy lo contas y no creen que no había partera, no había médico, era doña Lulú, la de Balmaceda, Doña Delmira Benítez, mis sobrinos nacieron con ella, atendía, hacia las inyecciones y era conocimientos empíricos no más”

Entre los recuerdos contó Nidia:  “viste que no teníamos lámpara, no había luz eléctrica  en la calle  y mamá nos llevaba a la cancha con esa linterna de cinco elementos y con eso nos alumbraba el camino, ellos no tenían mucha paciencia te diría para acompañarnos, yo iba gracias a doña Pituca que era mi madrina yo tenía 18 años y nunca fui al baile sola, íbamos al Yacaré,  al Faro Bar, al Rancho Grande pero toda la familia”.

En Nidia queremos representar la tan loable labor de todos los enfermero y enfermeras del Hospital Marta Schwarz de Iguazú. Nuestro agradecimiento.

Gracias también a la Dirección de Patrimonio Histórico Cultural, por el rescate histórico de sus personajes.

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