Por Javier Bareiro
Pareciera que quien hizo la frase, cada vez que “hizo turismo”, nunca miró a sus costados. Quien haya “hecho turismo” (las comillas son para referirnos así quien haya sido turista) y haya mirado a sus costados, mientras disfrutaba, se habrá dado cuenta de que alguien arregló la habitación del hotel cada día, de que alguien limpiaba los pasillos, de que alguien lo atendió en el restaurante, de que alguien le cocinó, de que alguien lo cuidaba mientras caminaba por una pasarela en un Parque, de que alguien hizo la pasarela, de que alguien lo llevaba en el taxi al parque o al restaurante, de que alguien atendía el teléfono cuando a cualquier hora, se le ocurría llamar a recepción, de que alguien manejó el avión, de que alguien lo recibió y guió en el aeropuerto, de que alguien guió al avión en el aeropuerto… Podríamos seguir enumerando sin parar hasta quien sabe cuando…
Lo cierto, es que ALGUIEN, siempre estaba ahí, mientras el que “hacía turismo”, sólo disfrutaba. Para verlo, no hace falta saber de física cuántica, ni de macro economía, ni ser un experto analista en materia sanitaria. Sólo hace falta para mirar al costado. Un segundo, mientras se disfruta de un tiempo de descanso, mientras se vacaciona, mientras se “hace Turismo”, así entre comillas, desde la perspectiva del turista.
Ahora… sin limitarnos a la perspectiva del “hacer turismo”, me permito decirles a los que nunca miraron al costado, que en el TURISMO, siempre existe un mostrador señores, sea físico o metafórico, siempre está ahí. Permítanme decirles, que de un lado de ese mostrador, sí, están los que “hacen turismo”: los turistas, que merecidamente gozan de su tiempo de descanso, del ocio, del disfrute.
Pero por si no lo sabían, del otro lado del mostrador, están los que “SON EL TURISMO”, y permítanme decirles que son personas, son familias, son trabajadores son pueblos, como Iguazú por ejemplo. Permítanme decirles, que cuando dicen “desalentar el turismo”, están diciendo que desalientan personas, familias, pueblos.
Desalentar a los que “hacen turismo” a los turistas, no parecería sonar tan grave, ya que es cierto, pueden hacer un esfuerzito y no viajar, descansar en sus casas. Parecería sonar hasta “responsable” en tiempos de pandemia. Los turistas, buscan el ocio, buscan distenderse, disfrutar, desconectarse, no hacer nada, etc. Sí. Perfecto hasta ahí. Pero permítanme volver al mostrador por si no quedó claro a esta altura…
Detrás de ese mostrador (metafórico tal vez), hay PERSONAS TRABAJADORAS, hay familias, hay niños esperando en su casa un plato de comida, un cuaderno, unas zapatillas, un abrigo. Esos niños, hoy, esperan que quienes tienen responsabilidades, miren al costado por un segundo, y a pesar de la pandemia, salgan de su burbuja. Hoy, Puerto Iguazú (y muchos otros pueblos, muchas otras familias), piden a gritos que reflexionen, y entiendan que “Desalentar el turismo” tan livianamente para algunos, significa mucho más para otros (muchos otros). Desalentar el turismo, acá es desalentar el trabajo, la producción, las esperanzas, Desalentar el turismo, es desalentar a Iguazú.
Les pedimos por favor, que miren un segundo hacia su costado. Los invitamos a que vengan, y vean. Acá el turismo se respira. Les pedimos que vean lo que están “desalentando”.
12Emmanuel Leones, David Españon y 10 personas más
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