Iguazú (LaVozDeCataratas) Mauricio Montejano es un joven que creció en Iguazú, tiene 28 años y a los 15 ingresó al mundo de las adicciones, luego de que la cocaína hiciera estragos en su vida, decidió internarse para dejar de consumir. Hace un año que se considera “limpio”,  y lo celebró con una bicicleteada, actualmente ayuda a jóvenes que atraviesan la misma situación y su deseo es poder abrir un centro de rehabilitación en Iguazú.

«Estuve 11 años preso en esa porquería, hasta que un día que estaba muy mal, llamo a mi padre y le pido ayuda. Ahí intentó hacer un tratamiento ambulatorio acá en Iguazú, una ciudad muy difícil por cierto, pero cuando me logran dar el alta ambulatoria, recaigo otra vez. Ahí vuelvo a llamar a mi padre y pido para internarme» relató a LaVozDeCataratas.

El joven estuvo 7 meses internado, lejos de su familia y  principalmente de su hija, una niña de cinco años.  Sobre esa experiencia, que marcó un antes y un después en su vida, narró: «El 22 de junio del 2020 ingresé al internado en Corrientes. Estuve los siete meses internado, sin ver a mi hija, una sola vez la vi y a mis familiares y aprendí mucho. Hice cosas que nunca pensé que haría, siempre tuve todo, no se si es bueno o malo pero aprendí un montón de cosas hasta limpiar, tener un rutina, armar la cama, cocinar, todo lo que se  pueda imaginar».

Luego de siete meses de internación, Mauricio continuó el tratamiento de manera ambulatoria, que consistía en asistir a talleres, estar en contacto permanente con el internado, no manejar dinero, entre otras medidas a las que estuvo sometido voluntariamente durante tres meses, hasta que logró el alta, debido a que su padre estaba muy enfermo.

«Me voy a hasta Posadas, donde  estaba internado y logro hablar con él. Al tiempo que logro mi alta y que puedo hablar con él, fallece …. Uno de sus proyectos, era de abrir un centro de rehabilitación acá en Iguazú, el soñaba con eso. Cuando llego a Iguazú, me pongo a trabajar con chicos que están en la misma situación que yo, recuperándose» comentó.

Su situación hoy en día es diferente y a un año de la hazaña, la celebró con una bicicleteada desde Iguazú, hasta la casa de su madre en el lago Uruguaí. «Me fui solo, con una amiga que me acompañó atrás en su auto, por si pasaba algo. La idea es hacerlo todos los años»  afirmó. Actualmente trabaja con jóvenes que atraviesan la misma situación, brindando contención y busca cumplir sus sueños y los de su padre: «Hoy en día estoy bien, estoy armando un proyecto para abrir un centro de rehabilitación acá en Iguazú, dando apoyo y contención. Mi viejo toda la vida trabajó en medios, y bueno, el quería también su medio propio, despegarse de la sociedad que tenía y yo también.

Encaré un proyecto de radio online a través de streaming, con una app y un portal web, por el momento». La misma ya está online bajo el título  Mini Cielo Radio y TV de esa manera se encuentra en facebook y también en google play o Apple Store.

Por otro lado, aconsejó a quienes tienen en su círculo cercano a personas con consumos problemáticos: «a mi lo que más me ayudó fue la contención y el amor de mi familia, lastimosamente esto es una enfermedad y gritándonos, agrediéndonos, se agrava la situación. Más que nada estar y compartir, dar una mano, preguntar como estás».

También destacó que «todos queremos recuperarnos, pero no sabemos como. Entonces por eso se empieza por el amor, se empieza por escuchar, por preguntarle, que no te llena, salir de la rutina, hacer lo que te llena, probemos esto, probemos lo otro, es cuestión de día a día. La voluntad de cada uno es fundamental, más en Iguazú, donde vos te tropezás en cada esquina cuando vas, pero se puede, claro que se puede» finalizó.