Los aficionados al fútbol están de enhorabuena. Tras la finalización de la temporada regular, las selecciones toman el relevo del deporte de clubes. En la actualidad, tenemos dos competiciones trascendentales que cuentan con una gran importancia jerárquica dentro del ecosistema del deporte rey. Hablamos de la Copa América y de la Eurocopa en tiempos en los que vivimos; dos trofeos donde están participando los mejores combinados nacionales del mundo: Holanda, Francia, Italia, Chile, Brasil, Argentina…

En el torneo del viejo continente hay un favorito muy claro: Francia. La actual campeona del mundo cuenta con una amalgama de talento estelar, con una superioridad brutal con relación a sus rivales. Pero el triunfo sobre el papel no siempre se traslada sobre el césped, como estamos, viendo hay que luchar metro a metro y centímetro a centímetro. Ya tuvo problemas Italia para superar a un conjunto a priori inferior como era Austria. El fútbol de selecciones, por su calendario, provoca que los partidos sean mucho más disputados. Los jugadores solo comparten vestuario en momentos puntuales del año, una situación que genera que los automatismos sean mucho más difíciles de asimilar.

Analizando la Copa América, el rol de favorito está mucho más repartido. No existe una superioridad tan marcada de una selección por encima del resto, aunque por su trascendencia historia y por el juego mostrado hasta el momento, sí hay dos países que están logrando imponer su hegemonía en esta fase incipiente. Hablamos de Brasil y Argentina, dos selecciones que con el paso de las décadas también han generado una rivalidad inherente. Para entender a qué se debe en el buen rendimiento de ambos equipos, repasaremos tres nombres propios: el de un delantero, un centrocampista y un defensa. Empezamos con la albiceleste.

El líder indiscutible es Lionel Messi. Sobran las presentaciones. El genio argentino se ha convertido por méritos propios en una de las maravillas de obligada visita en la ciudad de Barcelona. Ha igualado al Parc Güell o a Las Ramblas en importancia mediática, y hoy en día es difícil no cruzarte con un turista con su camiseta en la Ciudad Condal. Es la esperanza máxima de su país para intentar sumar un título internacional. Contemporiza, finaliza y lidera. Un jugador total que se encuentra ante uno de los retos más importantes de su carrera. Su suerte será la suerte de argentina.

En la línea central del terreno de juego, Rodrigo de Paul se está convirtiendo en una de las sorpresas más destacadas en clave positiva. El jugador se ha relacionado con el futuro del Atlético de Madrid tras su gran temporada en el Udinese. Es una pieza indiscutible en los esquemas de Scaloni y está llamado a ser un líder en los próximos años. Se ha labrado un nombre en la Serie A tras sus dos temporadas en España, anota goles y suma asistencias.

En la zona defensiva destaca Nicolás Tagliafico. El hasta ahora jugador del Ajax destaca por su talento a la hora de dominar el lado izquierdo del campo. No está claro si continuará en la Eredivisie o si quizás buscará un reto mayor el próximo curso. Lo que sí está claro es que se ha hecho suya la retaguardia de la albiceleste. Un pulmón que podría sumarse a la disciplina azulgrana y acompañar a Messi y Agüero en uno de los FC Barcelona más argentinos de los últimos años.

Es el momento de analizar los jugadores más importantes de la selección brasileña. Del mismo modo que Lionel Messi es el faro de referencia de Argentina, en Brasil sucede lo mismo con Neymar. El atacante del Paris Saint Germain es un jugador imprevisible, muy difícil de defender y tácticamente muy inteligente. Como el buen vino, mejora año tras año. De momento ya suma dos dianas.

En la zona defensiva encontramos un jugador que compartió vestuario con Neymar en el PSG: Thiago Silva. Como si se tratara de Benjamin Button, el veterano defensa -36 años- ha conseguido ganar la Champions League con la camiseta del Chelsea. Eterno capitán carioca, sigue mandando sobre el césped y ordenando la zaga, intentando que sus compañeros no se desconecten ni un solo segundo. Un rendimiento admirable y quizás una de las últimas grandes citas internacionales de la leyenda de Río de Janeiro.

Finalmente, toca analizar el rol de Casemiro, quien por méritos propios se ha convertido en uno de los mejores pivotes defensivos del fútbol mundial. Consolidado en el centro del campo del Real Madrid brilla también por su aportación ofensiva. En el club blanco ha anotado una treintena de goles y ha conseguido 22 asistencias. En Brasil ocupa un rol similar y su incidencia sobre el juego ha aumentado exponencialmente los últimos años.

Estos son seis de los nombres propios más importantes de esta edición de la Copa América, y en el caso de que se crucen las dos selecciones será nada más y nada menos que en una final. Así lo ha querido el cuadro. Un partido soñado que conseguiría una audiencia planetaria y que se disputaría en terreno favorable para los brasileños.