Desde que comenzó la pandemia, en un contexto de fronteras cerradas y restricciones a los vuelos, varias líneas aéreas tomaron la decisión de dejar de volar a la Argentina o suspender sus operaciones en forma temporaria. Sin embargo, las medidas más recientes de limitaciones a los vuelos —con cupo diario de pasajeros— y las autorizaciones quincenales que reciben las empresas con pocos días de anticipación, hacen más complejo aun el panorama para las que continúan operando en el país.
Esta semana, desde la Cámara de Líneas Aéreas en Argentina (Jurca) manifestaron su preocupación por la forma en que se están aplicando e informando las restricciones a los vuelos, lo que afecta la eficiencia y también la sustentabilidad de las operaciones de las empresas del sector en el mercado local. Hasta el momento, según detallaron, se retiraron de la Argentina cuatro líneas aéreas y otras nueve suspendieron sus operaciones en forma temporal por los cierres de fronteras.
Desde la Cámara de Líneas Aéreas en Argentina (Jurca) manifestaron su preocupación por la forma en que se están aplicando e informando las restricciones a los vuelos
Desde las empresas reclaman por la falta de previsibilidad y planificación y advierten que si se mantienen las condiciones de operatividad actuales, otras compañías comenzarán a analizar si la suspensión de su actividad en nuestro país.
Entre las que se fueron durante la pandemia están Qatar Airways, Air New Zealand y Latam Argentina. Mientras que la europea Norwegian ya había abandonado el mercado local a fines de 2020, previo a la crisis por el coronavirus. Las que suspendieron operaciones de forma temporaria —algunas con fechas de regreso previstas entre septiembre y octubre— incluyen a Alitalia, British Airways, Emirates, Ethiopian, Cubana de Aviación, Air Canada, Sky y las brasileñas Gol y Azul.
“En la conectividad internacional hay empresas extranjeras que están hace mucho tiempo comprometidas con el país y quieren seguir volando a Argentina. Pero a su vez están pasando momentos difíciles a nivel global, como todas. Entonces, si les cambian las reglas de juego de manera constante, la decisión más razonable va a ser dejar el país, aunque sea por unos años, ya que las decisiones de abrir una ruta llevan meses o años, y priorizar otros mercados más confiables o previsibles”, destacó Mariano Ansaldo, consultor del sector aerocomercial.
Según destacó, el problema es que el Gobierno agrava una situación, que ya es muy complicada, al actuar de manera aislada, sin coordinar con el sector. “No me sorprendería entonces que más líneas aéreas decidan suspender o postergar el reinicio sus vuelos con Argentina”, agregó Ansaldo. Con respecto a los vuelos domésticos, también señaló diferencias con otros países.
Entre las líneas aéreas reclaman más coordinación con el Gobierno para que la aplicación de las medidas que limitan los vuelos tengan menos impacto en el negocio de las empresas
“En la mayor parte del planeta el sector se vuelve a abrir, con protocolos muy cuidadosos para prevenir contagios. A nivel global la cantidad de pasajeros en vuelos domésticos están con una caída de 24% en comparación con 2019, según datos de mayo de Iata. En la Argentina el mercado de cabotaje está con una baja de 86% en comparación con 2019. Hay una oportunidad inmediata acá para autorizar más vuelos e impulsar mayor movimiento, con todos los protocolos necesarios”, agregó.
Entre las líneas aéreas reclaman más coordinación con el Gobierno para que la aplicación de las medidas que limitan los vuelos tengan menos impacto en el negocio de las empresas.
A fines de junio, el Gobierno redujo de 2.000 a 600 la cantidad de pasajeros que pueden ingresar por día desde el exterior. Luego, desde esta semana, se comenzó a implementar un esquema de aumento semanal, con el cupo de ingreso pasó de 4.200 a 5.200 por semana (742 diarios). A partir del sábado 17 y hasta el 23 de julio pasará a 6.300 (unas 900 personas por día) y a 7.000 para las semanas entre el 24 de julio y el 6 de agosto (unas 1.000 personas por día).
Los vuelos intercontinentales y a los Estados Unidos tienen en promedio entre 300 y 350 plazas. “Con el incremento del cupo estaba la posibilidad de que los vuelos que venían con 150 pasajeros se puedan completar un poco más. Pero decidieron que todos los vuelos de los Estados Unidos vayan con menos de 50% de su capacidad, con lo que se genera que todo el mercado vaya a pérdida, marcada y fuerte sin un horizonte de finalización de la situación, en plena pandemia y con un mercado emisivo que es muy magro, sobre todo para otros mercados. Es la tormenta perfecta”, explicó Felipe Baravalle, director Ejecutivo de Jurca.
Sin una previsibilidad de ni siquiera tres meses, las casas matrices se empiezan a preguntar qué hacer porque en el resto del mundo no están viviendo lo mismo
La cámara solicitó una reunión con el jefe de Gabiente Santiago Cafiero pero aun no tuvo respuestas. “El Gobierno no da señales claras. Las aprobaciones de los vuelos son cada 15 días. Hasta el último día no sabés con cuántos pasajeros vas a contar. Sin una previsibilidad de ni siquiera tres meses, las casas matrices se empiezan a preguntar qué hacer porque en el resto del mundo no están viviendo lo mismo”, agregó.
Fuentes del sector aerocomercial, en reserva, indicaron que desde el Gobierno se iniciaron gestiones con algunas de las empresas que se fueron del país —como Qatar y Air New Zealand— para intentar un regreso, pero con señales contradictorias entre alguna propuesta de reducir la carga impositiva y la restricciones actuales a los vuelos. Estas empresas, a diferencia de las compañías europeas, tenían una carga impositiva más alta porque no contaban con acuerdos para evitar la doble imposición tributaria.
“Las empresas de los Estados Unidos están volando con la mitad de su capacidad hacia la Argentina. lo que es antieconómico. Porque los costos de combustible o de tripulación se mantienen. Las casas matrices obviamente evalúan si siguen o no. Los cierres alertan a cualquier empresa. Frente a una situación internacional también complicada son pocas las que tienen resto”, evaluó un ejecutivo del sector. “Si se hubiese coordinado con las propias empresas podrían acordar tener menos vuelos pero al 100% de su capacidad. Pero las decisiones son unilaterales”, agregó.
Antes de su salida del mercado argentino, la empresa Qatar Airways contaba con un vuelo diario a Buenos Aires. Ahora, ese vuelo se dirigió a San Pablo (Brasil), que cuenta con una conectividad de dos vuelos diarios con esa misma línea aérea.
Otra de las consecuencias de la menor cantidad de aerolíneas volando a la Argentina es la menor conexión con destinos globales que son clave para las empresas que exportan o quieren comenzar a hacerlo
“Claramente esto daña más que lo que se quiere evitar. La clave es mejorar los sistemas de control de fronteras y no prohibir. Las empresas que se fueron no dejaron ni un solo empleado acá. Con lo cual hay un impacto también en que cada vez más gente de la industria, empleos indirectos de sectores como rampas o cargas, están sin trabajo”, señaló el directivo.
Otra de las consecuencias de la menor cantidad de aerolíneas volando a la Argentina es la menor conexión con destinos globales que son clave para las empresas que exportan o quieren comenzar a hacerlo. China, por ejemplo, es uno de los principales destinos de las exportaciones locales y con la salida de empresas como Emirates o Qatar la conectividad con Asia quedó muy reducida. “Para una pyme que quiere exportar el panorama es muy desolador”, concluyó.
Fuente: Infobae