El fiscal federal general de Misiones, Rubén Ángel González Glaría fue citado a indagatoria ante el juez federal de Posadas, José Luis Casals, para el lunes 18 de octubre próximo. Entre los detalles de las imputaciones realizadas por Pablo Turano, fiscal de la Procuración General de la Nación (PGN), se conocieron detalles que lo involucran en la presunta comisión del delito de “extorsión”.
El denunciante cuestionó el desempeño de González Glaría en este punto tras recoger el testimonio como presunta víctima a Silvana Bogado, prosecretaria letrada de la Fiscalía General, quien durante cuatro años (2008-2012) fue contratada y obligada a darle dos tercios de su salario mensual al fiscal general.
Según Turano, cuando Bogado fue efectivizada en su función debió padecer “rispideces y malos tratos del fiscal, hasta que el fiscal general dispuso su traslado a otra dependencia”.
“Era un cargo que ‘de él’ y que lo pretendía para su esposa y que por la imposibilidad de designarla en su fiscalía perdía ese dinero que consideraba suyo”, habría reiterado González Glaría, según la testigo y víctima.
“Pendía de un hilo”
Bogado cumplía su cargo y contrato en su oficina frente a la del fiscal, en el edificio del Ministerio Público Fiscal de la Nación en Misiones (frente a la plaza San Martín de Posadas) y los días de pago “llegaba a trabajar desencajada porque debía entregarle el dinero en un sobre a González Glaría”.
Aceptó hacerlo dado el estado de precarización laboral en la que se encontraba entre 2008 a 2012. “Estaba pendiente de un hilo”, habría graficado Bogado al secretario de la Fiscalía General, Marcelo Quiroz, quien finalmente denunció las supuestas irregularidades del fiscal González Glaría.
Según Turano, “González Glaría justificaba que era lo que exigía la Procuración y que si estaba disconforme podía dejar el cargo (…) Que con ese dinero se abonaban las tareas de dos pasantes de la Fiscalía de Juicio”.
“Situación falsa y confirmada por el doctor Diego Sther, quien nunca vio pasantes en la Fiscalía de Juicio”, aseguró el fiscal de la PGN.
Una empleada fue testigo de las extracciones del dinero y hasta le entregó un sobre por pedido de Bogado al Fiscal González Glaría.
Según la solicitud de Turano a la que PRIMERA EDICIÓN tuvo acceso, para sustentar su testimonio, Bogado aportó extractos bancarios y copia de correos a González Glaría con los envíos del dinero.
“Se advierte el sistemático retiro de la mayor parte de su sueldo, sumas superiores a las dos terceras partes, mediante cajero automático y el mismo día de la acreditación en la cuenta”, remarcó Turano.
Bogado incluso le solicitó en una ocasión a una de sus compañeras de tareas que le entregara el sobre con el dinero al fiscal general Glaría. Esta testigo declaró que hasta participó de la extracción del dinero del cajero automático y vio a la prosecretaria introducirlo en un sobre antes de entregárselo a ella para que lo acercara al despacho del imputado.
Durante cuatro años Bogado habría retirado los dos tercios de su ingreso y destinado a cumplir con la exigencia de González Glaría.
Cuando fue efectivizada en su cargo en 2012 decidió no desprenderse más de su sueldo. “Al no pender más de un hilo” no siguió dándole su dinero al fiscal general. Pero sufrió el incremento del maltrato del funcionario.
“Las rispideces aumentaron y terminaron en la decisión de González Glaría de disponer el traslado de Bogado a otra dependencia”, resaltó Turano.
Fuente: Primera Edición