El día de hoy, en horas de la tarde, la guardia de Bomberos Voluntarios de Iguazú recibió el llamado pidiendo ayuda para rescatar a un niño de entre los huecos de una pared de ladrillo en el Barrio Iprodha.
El menor de cinco años de edad, fue asistido y logrando sacarlo del agujero del ladrillo donde estaba metida su cabeza. Mientras un grupo de bomberos trabajaba en el interior de la casa, uno de los voluntarios desde afuera tranquilizaba al menor para que se mantenga quieto y no se ponga nervioso o se moviera.
El niño fue sin ningún tipo de lesiones visibles, pero por seguridad fue trasladado al hospital de la ciudad para un mayor chequeo médico.