*Por Kelly Ferreyra
LaVozdeCataratas escribió mucho sobre él como empresario, contó su historia y como inició con la panadería El Pan de la Abuela, lo que no les contó es de Omar, él como persona y por que es merecedor de todo lo que le está pasando.
No hace muchos años que lo conozco a él y su familia, Cami su esposa y sus pequeños Juan y Agus, pero son suficientes para saber que son de buena madera.
No solo es buen empresario porque sacó a delante una gran empresa sino porque en el caminar en esta ciudad a la que adoptó para asentarse con su familia, ayudó y ayuda a muchísima gente.
El pan comenzó a llegar a muchísimos comedores comunitarios todas las semanas. Pero no solo eso, la actividad social que lleva adelante lo lleva de corazón, recuerdo cuando a una familia se le incendió la casa, Omar envió la madera para que se construya nuevamente y así entre amigos logramos conseguir todo lo que esa mamá con sus 11 hijos necesitaba para salir adelante. Y el pan sigue siendo distribuido….
Su cabeza no para, todo el día está proyectando, pensando que mas inventar, es así que El Pan de la Abuela ya es franquicia.
Religioso practicante, refuerza su fe en los sacramentos de la Iglesia Católica a la que comparte con su familia, como sus padres que lo acompañan siempre.
Le gusta disfrutar en familia y con amigos sobre todo los domingos, un mate, un asado y eso si un buen vino para celebrar todo lo bueno que llega día a día a su vida
Todo Iguazú lo conoce, increíblemente insistente en todo, y a veces te gana por cansancio. A él no le importa, el dá, reparte hasta tal punto que a veces le decimos, pará Omar!
Mientras todos sufríamos el cimbronazo de la pandemia sin saber para donde correr, él apareció con todo lo que se necesita para levantarse ante situaciones como esta: fuerza, garra, trabajo , constancia… y no podía ser de otra manera con los ejemplos de familia. De vender pan a tener una cadena de panaderías, pero esto se hace solamente con trabajo como muchos en Iguazú, que no están para figurar con esfuerzos de otros, esto viene de abajo.
Está abierto a las ideas, y pregunta a sus amigos qué les parece?, no es egoísta. y cuando te dice amiga! tengo algo para contarte ya una se imagina en que cosas grandes andará.
Rodearse de gente así es bueno para todos, no lo escucho quejarse y sufre las mismas cosas que todos en esta ciudad, pero el las soluciona a su manera, en su espacio de trabajo hay color, hay plantas hay mucha gente trabajando y creando, sin contar a la gente que ayuda…No lo escuché criticar a otro ni hablar mal, menos de competencia.. solo escucho ideas…
No necesitas un premio para saber que sos un gran tipo y buen empresario! Los que te conocemos sabemos eso. Pero aquí estaremos esperando para celebrar los buenos logros con vos.
Gracias !
*Por Kelly Ferreyra, Periodista. Directora de LaVozDeCataratas
