Iguazú (LaVozDeCataratas) Antonio Baez, más conocido como «Draculín» se encuentra en la memoria popular de los vecinos por ser una persona temida por los niños. «Te va a llevar Draculín, si no te portás bien» es una frase que a más de uno le resultara familiar.
Pocos saben su nombre y casi nadie recuerda haberlo visto con alguien, sino solo, en condición de calle empujando un carrito. Antonio es sordo, lo que le impidió relacionarse o defenderse ante los ataques con insultos, piedras o palos que recibía en la calle de los niños de los años 80 y 90.
Abandonado y temido lo encontraron las Hermanas del Hogar San Ramón, donde reside hace ya más de 20 años. «Nosotras lo conocimos de la calle, andaba siempre con un carrito de bebé donde tenía sus cosas. No sé donde dormía» comentó a LaVozDeCataratas, la Hermana Eva, una de las monjas que lo rescató y bajo cuyo cuidado se encuentra.
Sobre ese momento relató que fue «Hace mucho tiempo cuando esto era todavía de madera, lo vimos que pasaba frente a la secretaría del Hogar que tenemos sobre la calle Ushuaia, bajo una lluvia torrencial. Iba todo mojado con su carrito. En ese momento teníamos un Citroën chiquito, el primer auto del Hogar. Cuando lo ví, dije a otra hermana: «¿y si lo llevamos a Draculín al hogar?» y ella me dijo que si. Éramos jóvenes, no teníamos miedo y teníamos fuerza, lo pusimos adentro del auto con su carrito y le trajimos al hogar. Lo bañamos, le peinamos y se quedó acá».
A partir de ese momento comenzó una búsqueda de parientes, vecinos o amigos para conocer su identidad, ya que solo era reconocido por «Draculín» «Tiene algunos familiares, lastimosamente son alcohólicos y no lo cuidaron por ser sordomudo, desde chico andaba por la calle. Cuando fuimos para hablar con uno de sus hermanos, queríamos saber algo, si tenía documento, o cuantos años tenía y nos dijo «mejor no hablar de él, porque ya no está más en la familia» negando que era su hermano, aunque eso nos dijeron los vecinos del Barrio» explicó la Hermana.
Por eso tomaron la decisión de llamarlo Antonio Baez, después de reunir los pocos comentarios y referencias que había sobre él: «Nosotros le pusimos Antonio y le bautizamos como Antonio Baez y recién hace poquito pudimos conseguirle el documento. Siempre le llamamos Antonio, pero la gente lo conoce por Draculín». Conseguir el documento fue otra odisea «La verdad que pasó mucho tiempo hasta lograr que se lo reconozca como persona, era un fantasma, nadie sabía nada de él» añadió la hermana. Según el documento, nació el 1 de diciembre de 1951 por lo cual tendría 69 años, que no se le nota.
Antonio ahora recorre los patios del Hogar San Ramón, muchas veces con un palo a modo de bastón, con el cual simula que está trabajando. Recibió muy bien al equipo de LaVozDeCataratas, posó contento para las fotos y también realizó una oración de sanación, luego de que Eva le comentara que le dolía la panza. Sus manos posaron sobre el estómago del enfermo y con la cabeza inclinada y ojos cerrados emitió unos sonidos que eliminaran el dolor.
«Ahora es el patrón de acá» dice Eva, «Es muy inteligente porque por ahí aparece alguien que no es del Hogar, o si un abuelo se fue muy lejos, el viene y te avisa para que le vayas a buscar».
Es muy selectivo con la ropa y calzado que va a usar, prefiere los colores vivos y de la gama del rojo, violetas y rosados. Si bien tiene una pensión, que se pudo conseguir luego de presentar el DNI,» ahora queremos hacer una gestión para que pueda tener sus medicamentos cuando sea más grande, porque ahora no toma ninguno, es una persona sana físicamente» señaló la Hermana.
Después de ser rechazado en la calle, hoy lo cuidan y lo quieren: «Come a la hora que quiere, anda por donde le gusta, recorre todo el predio, entra y sale cuando quiere. Cuando quiere va a la reunión, y si no, no va. Se le mima mucho» finalizó la Hermana.