La suba de los fertilizantes reduce a mínimos históricos el poder adquisitivo de los granos

El aumento de petróleo y el gas limitó la oferta y presionó los precios de insumos fundamentales de la producción granaria, cuya capacidad para adquirir agroquímicos cayó casi a la mitad

Los resultados de la campaña de granos 2021/22 serán clave para el país, no solamente por su peso y el movimiento económico que genera en el interior, sino también porque será la responsable del grueso de las divisas que ingresen a partir de las exportaciones de sus cadenas. Si bien hoy los precios de los commodities agrícolas se encuentran en precios históricamente altos, cuestión beneficiosa tanto para el productor como para la Argentina, la escalada en los valores de los insumos se erige como un problema considerable que no deja de erosionar la relación insumo/producto afectando los márgenes de rentabilidad.

Según un informe de la consultora y corredora de granos Fyo, la cantidad de insumos que se puede comprar con una tonelada de maíz, soja o trigo, sigue cayendo, con mermas muy contundentes respecto al mes anterior y en referencia al promedio de los últimos 8 años. Por ejemplo, esto se puede apreciar con mayor claridad en los fertilizantes: en septiembre el poder adquisitivo del maíz para comprar el fertilizante UAN cayó 47,2% respecto a octubre y un 92% respecto al promedio de los últimos 8 años.

Esto llevó a que si en el período que va de 2012 a 2020 se podía adquirir con 2,29 toneladas de maíz una tonelada de UAN, hoy se precisan 4,41. Parecido es lo que sucede con la urea, cuya relación con el grano desmejoró 80% respecto al promedio antes citado y que pasó de necesitarse 2,95 a 5,31 toneladas del cereal para adquirir una del insumo. Con la soja, el caso más resonante es el del glifosato para utilizarlo en soja: pasó de requerirse 1,66 toneladas de la oleaginosa a 3,28 toneladas para adquirir 100 litros. O sea, la relación insumo-producto se deterioró un 97%.

En el caso del trigo, el ejemplo más resonante es en la relación con la urea, que en la actualidad se encuentra en 4,22 toneladas del cereal por una del fertilizante, aumentando como consecuencia de un incremento en el precio del insumo, mayor al incremento en los precios del cereal. Este ratio, en promedio, se encontraba por encima del promedio de 2,57.

En diálogo con Infobae, la analista de la consultora Fyo, Josefina Jolly, explicó que este avance en los precios de los insumos, en especial de los fertilizantes, se debe a que “hay una crisis energética a nivel mundial”, que lleva los precios de los combustibles fósiles, particularmente, al petróleo y al gas, que son la materia prima para la elaboración de insumos agrícolas, a una pronunciada suba.

“Venimos de casi dos años de un cese de actividades por la pandemia, pero cuando empezamos a salir, se reactivó y disparó la demanda de combustibles. El tema es que la oferta de energía no le sigue el ritmo a la demanda y ahí se generó la crisis, que derivó en la suba del precio del petróleo, carbón y gas. Como consecuencia, esto impactó en una suba de los fertilizantes”, puntualizó Jolly.

Consecuencias

Por supuesto que la suba de estos insumos básicos que derivan en una contundente desmejora en la relación insumo/producto tiene su impacto en los márgenes y en las decisiones que puedan tomar los productores ante este encarecimiento. Sin embargo, Jolly marcó que esta actualidad un mayor impacto en la campaña de granos venidera, ya que la mayor parte de las decisiones ya fueron tomadas para el ciclo actual.

Así, la especialista explicó que “para esta campaña los planteos productivos están armados, pero en lo que sí puede impactar un poco es que la suba de la urea y los fertilizantes haga que se limiten un poco más las aplicaciones, que se afine un poco el lapiz a la hora de ver cuánto y cuándo se aplica”, al mismo tiempo que afirmó que “sí va a impactar bastante en las decisiones de producción: se empezará a pensar cuánto maíz se va a hacer, si se va a reemplazar por soja”.

Por último, Jolly no espera que esta situación cambie en el corto plazo, ya que sostiene que a nivel internacional cayó un poco el precio pero la Argentina no lo copió totalmente. Además, dijo que se observa para los próximos meses que habrá mucha demanda que no va a poder ser abastecida y provocará que el precio siga subiendo. “No vemos que la situación de acá a marzo o abril vaya a cambiar. Esta suba también la vemos en Estados Unidos y Brasil, con la relación insumo-producto en valores históricos, como sucede acá”, concluyó.

Fuente: Infobae.

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