Iguazú (LaVozDeCataratas) El Día Internacional y Provincial del Yaguareté se conmemora cada 29 de noviembre y busca concientizar sobre la existencia de la especie y el importante rol que posee para el bienestar y la salud de los ecosistemas y de las personas en las áreas donde habita.

Agustín Paviolo, investigador de CONICET y coordinador de Proyecto Yaguareté dialogó con LaVozDeCataratas relatando el trabajo que se realiza desde la organización para conservar al felino más grande de América. 

Con más de dos décadas de experiencia en el estudio de la especie relató que “Empecé a trabajar con el yaguareté en el año 2001, cuando vine a participar de un Proyecto de Parques Nacionales, en el cual el principal objetivo era diseñar corrales que evitaran la depredación del yaguareté en animales domésticos. Estaba estudiando biología e hice mi tesis de grado en ese proyecto”.

Fue el puntapié inicial para arrancar con la organización, que vio la luz a finales del año 2002 cuando fue convocado por la Fundación Vida Silvestre: “para elaborar un proyecto a largo plazo de monitoreo y de conservación del yaguareté. Ahí nació un poco el Proyecto Yaguareté en el cual estuvimos trabajando con Mario Di Bitetti que fue el Coordinador del proyecto durante muchos años, después se sumó Carlos De Angelo y entre los tres hicimos los primeros pasos del Proyecto Yaguareté en Misiones” describió. 

A partir del trabajo que comenzaron se pudo realizar un monitoreo que permitió conocer cuántos yaguaretés había, en donde estaban, cuánto quedaba de hábitat y sus principales amenazas.

“Las dos metodologías más importantes fue el Monitoreo participativo con voluntarios que nos ayudaban a buscar rastros de la presencia del yaguareté en toda la región. Y la otra parte importante fue la de trabajar con cámaras trampas que nos permite obtener imágenes de los animales de la selva y realizan un monitoreo las 24 horas. Son las que más datos nos han brindado” explicó. 

A partir de lo realizado: “Se ha logrado saber cuantos yaguaretés hay, cuántas presas tienen, como va cambiando en el tiempo”. Este cambio se da principalmente a partir de la incidencia de la caza furtiva no solo en esta especie sino en las que conforman su alimento, lo que es un peligro para toda la biodiversidad de la Selva Paranaense. Los datos se obtuvieron a través de la recolección de heces de los animales “se les hace un análisis genético para determinar de qué especie es y luego se analizan los pelos y restos que contiene para saber de que alimenta el yaguareté que es una cuestión importante” destacó.

Los primeros resultados fueron cerca del año 2005 y se obtuvieron datos del Parque Nacional Iguazú, la Reserva Uruguaí y la Reserva Yabotí. “El primer hallazgo fue muy preocupante porque nos encontramos que había muy pocos individuos. En los años 90 se pensaba que teníamos 400 individuos, pero los resultados que obtuvimos daban cuenta de que había menos de 50 animales” lamentó.

Ello constituyó un fuerte llamado de atención para las organizaciones que trabajan en conservación y para el estado, “Se empezó a trabajar muy fuerte en la conservación, se elaboró un plan participativo y con el tiempo hemos visto que la población se ha recuperado. Entre el año 2005 y 2016 se duplicó, pasó de tener  poco más de 40 individuos a tener casi 100. Los resultados fueron importantes y contundentes” aseguró.

La Caza Furtiva: la gran amenaza del yaguareté: 

Consultado sobre las posibles salidas a uno de los principales problemas con el que se encuentran los conservadores afirmó que: “Son problemáticas complejas y las soluciones no son únicas. El problema de la caza furtiva debe ser atacado por varios lugares, desde la prevención y concientización, hasta la legislación, ya que las penalización de estos delitos no son fuertes y también el equipamiento a los guardaparques. Hay que trabajar en todas las aristas posibles”.

Por otro lado, destacó la importancia de trabajar en la planificación territorial para cuidar el hábitat de esta especie y sus presas: “Es muy importante que haya una planificación territorial, no es lo mismo tener una reserva en un lugar que en otro, por la circulación de los animales. Para eso es importante contar con buena información de base para saber a donde se puede modificar o donde impacta menos. Para ello la Ley de Bosques o de ordenamiento territorial son importantes porque de alguna manera ordena y debería guiar gran parte de nuestras acciones. Estamos viviendo una crisis de biodiversidad, los bosques están disminuyendo y tenemos que actuar en post de eso” finalizó. .