Concedieron la libertad al empleado municipal de Libertad acusado de dos abusos sexuales

Tras varias testimoniales a su favor, Sandro L. (43) fue liberado tras pagar una caución real de $750.000. La madre de una de las víctimas no ocultó su malestar por la noveda

Tras permanecer casi ocho meses detenido, acusado de haber abusado sexualmente de dos adolescentes de Puerto Libertad, y mediante el pago de una caución real de 750.000 pesos en efectivo para acceder a la excarcelación, la semana pasada recuperó la libertad Sandro L., el empleado municipal de 43 años de la mencionada localidad.

De acuerdo a las dos denuncias en su contra ante el Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, el acusado habría utilizado una oficina del edificio municipal para llevar a cabo los distintos hechos.

De acuerdo a los datos proporcionados por voceros que intervienen en la pesquisa, la liberación de Sandro L. se hizo efectiva el pasado 7 de diciembre tras el pago de la caución fijada por el juez subrogante Juan Francisco Vetter, a cargo provisoriamente del Juzgado de Instrucción Tres de la Ciudad de las Cataratas, quien además fijó una serie de restricciones para el imputado como la prohibición de salir del país y la presentación una vez cada quince días en la comisaría local.

El hombre, quien hasta antes de las fuertes acusaciones en su contra cumplía funciones en el área de asistencia social del municipio, está imputado por abuso sexual con acceso carnal y ciberacoso (grooming).

Esta última figura se debe a que el empleado municipal habría utilizado la red social Facebook para contactarse con sus víctimas. Y a partir de allí, luego pautar encuentros en una de las oficinas de la Municipalidad.

Según los voceros consultados, a finales de noviembre se tomaron varias declaraciones testimoniales con personas allegadas al acusado, que de alguna manera fueron fundamentales para que pueda acceder a la excarcelación.

Quienes atestiguaron dijeron estar sorprendidos por las denuncias y agregaron que nunca vieron alguna actitud sospechosa del sospechoso dentro del edificio municipal.

Para el dictado de la prisión preventiva del hombre fue clave en su momento el relato en Cámara Gesell de una de las presuntas víctimas, quien pudo precisar detalles específicos de cómo se dieron los hechos y los espacios donde se desarrollaron.

A raíz de ello, el municipal permaneció alojado dentro de una celda de la comisaría de Puerto Esperanza hasta que finalmente accedió al beneficio extraordinario.

“No tengo recursos para irme”

Angustiada, pero sobre todo muy dolida por cómo repercutió en su hija la noticia de la excarcelación, la madre de una de las víctimas mostró su fuerte malestar con la novedad judicial.

La mujer de 43 años, cuya identidad se preserva para no exponer a la víctima, dialogó con El Territorio y no ocultó su preocupación ante la cercanía de cuadras que separan su vivienda de la del acusado.

“Me sentí muy mal al enterarme de la noticia. Mucho más cuando un día de estos cruzo por delante de su casa y lo veo parado frente a la vereda. En ese momento me sentí muy mal”, sostuvo la entrevistada, quien a mediados de abril de este año fue la primera en denunciar al municipal.

“Mi nena no quiere salir de casa, ella antes no era de salir mucho pero por lo menos iba a visitar a su amiga, ahora quiere que le saque del colegio y hasta se quiere ir de Libertad. Sinceramente yo no tengo recursos para irme con mi familia y por eso esta situación me angustia mucho”, añadió la mujer, quien además remarcó que recientemente se enteró que el acusado volvió a trabajar a la municipalidad.

“Descaradamente viene a trabajar, es un lobo disfrazado de cordero que se aprovechó de su puesto para hacer lo que hizo”, concluyó la mujer.

Segunda denuncia

Pocos días después de la primera presentación contra el acusado hecha por la madre de una adolescente de 14 años ante la Comisaría de la Mujer de Puerto Esperanza, una segunda denuncia fue recepcionada en la misma dependencia.

En este caso, la víctima fue otra adolescente de 16 años, que acompañada de su novio mayor de edad, se presentó en sede policial para narrar los distintos episodios de abuso que padeció desde los 13 por parte de Sandro L. (43)

Agregó que lo más grave del infierno que padeció era que su propia madre consentía los distintos encuentros. Y añadió que de alguna manera la obligaba a mantener encuentros sexuales a cambio de dinero en una oficina a la que el acusado tenía acceso dentro del mismo predio donde funciona la Municipalidad de Puerto Libertad.

A su vez, narró que en ese lugar -se presume que sería una oficina ubicada en el fondo del edificio- el implicado disponía de un pequeño colchón que estaba a un costado de su escritorio. Y que por lo general era citada en horarios de siesta, o entre las 18 y las 19, momento en que en el lugar ya no había ningún empleado cerca.

Por si fuera poco, la adolescente recordó que el implicado solía pedirle que le enviara a su celular fotos de ella desnuda. Y que el primer contacto que mantuvo con el detenido fue por un mensaje que le envió por WhatsApp.

Fue el novio de la chica quien incentivó a la menor a que rompa el silencio.

Justamente por este caso, la Justicia de Iguazú imputó formalmente a la madre de la adolescente por promoción de la prostitución agravado, aunque en ningún momento fue detenida ya que tenía a su cargo otros hijos pequeños.

Sandro L. (43) fue detenido el miércoles 28 de abril de este año tras ser buscado por la Policía de Misiones durante tres días.

El hombre se presentó junto a su abogado ante el Juzgado de Puerto Iguazú luego de que el magistrado Martín Brítes, titular del juzgado, negara un pedido de eximición de prisión presentado por su abogado.

Fuente: El Territorio.

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