Quiso predicar «la palabra de Dios» a su vecino y recibió un golpe que lo dejó inválido

Un creyente evangélico intentó predicar a un vecino y éste le respondió con un “culatazo” de un arma de fuego en la cabeza. El presunto agresor sigue prófugo pero en su domicilio hallaron cocaína y crack acondicionado para la venta y un revólver calibre 38, con la que se habría cometido el delito.

Iguazú (LaVozDeCataratas) El hecho sucedió a mediados del año pasado, pero recién ahora la víctima logró reunir pruebas de que a raíz del ataque provocado con un arma de fuego, sufrió graves secuelas físicas.

Todo inició con una denuncia que radicó el pasado viernes un hombre de 37 años en la comisaría de Puerto Esperanza, dependiente de la Unidad Regional V de Iguazú, manifestando que hace unos meses fue atacado por un vecino de un culatazo con un arma de fuego en la cabeza.

Según el relato de la víctima, al pasar frente a la casa de su vecino en el barrio El Triunfo de Puerto Esperanza, se acercó a saludarlo y a predicarle la palabra de Dios, luego continuó su camino juntamente con su pareja y otros feligreses hasta llegar hasta detrás de la escuela BOP 89, cuando de repente frenó un automóvil Chevrolet Astra negro del cual  descendió el acusado y le dijo textual “vos me vas a predicar” y lo golpeó detrás de la cabeza con la culata de un arma de fuego, color negro, aparentemente pistola 9 milímetros, para luego retirarse del lugar. Esto provocó que el creyente  ingrese al SAMIC Eldorado, donde permaneció internado a raíz de lo sucedido.

Tras unos meses y realizarle estudios a la víctima le detectaron “varios tejidos dañados a raíz del golpe en la zona parietal posterior izquierda que podrían responder a lesiones de estado agudo”, por tal motivo no puede realizar sus actividades cotidianas con total normalidad. Un médico policial estableció que presentaba “traumatismo contuso en cráneo hace seis meses. Enfermedad desmielizante”.

Luego de la denucia, la policía busca al individuo acusado, por ello se hallanó su domicilio donde descubrieron que tenía cocaína y pedra acondicionada para su venta. El dueño de casa no se hallaba en el lugar. También se secuestró un arma de fuego calibre 38, tipo revólver Taurus Brasil y cuatro proyectiles del mismo calibre, relacionado al hecho de violencia.

Luego, en el interior de un ropero entre prendas de vestir se halló dentro de una mochila una barra de cocaína, nueve envoltorios pequeños con sustancia similar y dentro de un recipiente, pasta base (crack o pedra). La cocaína arrojó un peso de 638 gramos, y la otra en forma de crack o pedra 1,992 kilogramos.

Además se incautaron dos balanzas digitales de precisión, bolsitas de polietileno, gomitas elásticas y una jarra de aluminio conteniendo una sustancia amarronada derretida donde se haría el corte, tres teléfonos celulares y dinero en efectivo.

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