Iguazú (LaVozDeCataratas) Un diácono es un «servidor», un clérigo o un ministro eclesiástico, cuyas calificaciones y funciones muestran variaciones según las distintas ramas del cristianismo.
El diácono cumple desde trabajos administrativos y organizacionales parroquiales hasta cubrir necesidades puramente eclesiales. Los diáconos cristianos, al ser consagrado al recibir el Sacramento del Orden Sacerdotal, pueden llevar a cabo distintas celebraciones dentro de liturgia católica que las personas laicas no pueden realizar. Algunas de las tareas que forman parte de la Diaconía son celebrar bautizos, repartir la comunión, oficiar bodas católicas, proclamar y leer la Biblia y el Evangelio, asistir a los enfermos con el viático, presidir velatorios y entierros, etc…
La ordenación de los diáconos, es un acto sacramental que lleva a cabo el Obispo. Durante el Ritual de la ordenación son muchos son los gestos que se llevan a cabo: entre ellos, uno de los de mayor simbolismo es la imposición de manos, con la oración consecratoria.
La imposición de manos es un acto dentro del Ritual de la ordenación diaconal de gran carga simbólica. El Obispo imponiendo sus manos sobre el futuro diácono le confiere un don del Espíritu Santo. Le da un poder sagrado que brota directamente de Cristo y se transfiere a través del Obispo, representante de la Santa Iglesia Católica.