El operativo se realizó en una vivienda particular de esa ciudad del noreste entrerriano, por orden del juez de Garantías local José Lena.
Efectivos del Departamento Investigaciones Complejas región NEA de la PFA arribó hasta el domicilio donde hallaron en un gran jardín 113 aves de especies autóctonas, protegidas, en peligro de extinción, exóticas y especímenes híbridos.
Entre ellos, se encontraban 27 cardenales amarillos y tres capuchinos de pecho blanco, ambas en peligro de extinción a nivel mundial; un capuchino garganta café, parte de la especie amenazada; y un federal, declarado monumento natural provincial.
También se secuestraron 118 jaulas, una carabina calibre 22 junto a cuatro cabezas de ciervo y un yacaré embalsamados.
Según la ley nacional 22.421, todos los habitantes tienen el deber de proteger la fauna silvestre, conforme a los reglamentos que para su conservación y manejo dicten las autoridades de aplicación.
También, tanto la caza como la tenencia y el tráfico de animales de la fauna silvestre representan una infracción a las normativas vigentes en Entre Ríos (ley provincial 4.841 y normas complementarias).
Los «productos» de la fauna entrerriana deben tener documentación correspondiente; y la guía de tránsito y certificación sanitaria que garantice estar libre de enfermedades en el caso de provenir de otras provincias.
Por ello, el responsable de la vivienda quedó imputado por una presunta infracción a la ley 22.421.
En tanto, personal policial, guardaparques, y especialistas de ONG’s clasificaron los ejemplares que luego serán trasladados a la reserva «El Potrero», en Gualeguaychú.