El narco de Rosario que mandó a su hermano menor de edad a matar a un dealer rival por 50 mil pesos

Nicolás Lezcano fue arrestado por la Agencia de Inteligencia Criminal. Su hambre de poder

Nicolás Gabriel Lezcano, el presunto jefe de una banda narco del Gran Rosario, está acusado de haberle pagado entre 50 y 70 mil pesos a su hermano para —con sus 17 años— oficiar de sicario y ejecutar a un transa de la competencia. El fiscal de Homicidios Dolosos Alejandro Ferlazzo se lo atribuyó en la audiencia imputativa y acusa al cabecilla de haber dirigido el crimen desde la cárcel de Piñero, donde se encuentra detenido desde el año pasado por un crimen por error en Granadero Baigorria.

Lezcano, de 25 años, cayó en mayo del 2021 tras permanecer cinco meses prófugo. Fue acusado por el fiscal Alejandro Ferlazzo en aquel entonces como coautor del crimen sicario por error de Facundo Contreras, ocurrido el 26 de diciembre de 2020 en Bajada Formosa y la Ribera, en la localidad de Granadero Baigorria, situada al norte de Rosario.

Después del homicidio de Contreras, usuarios de Facebook comenzaron a apuntar como sospechoso a Gastón Moreyra, alias “Guachín”, ladero de Lezcano. Así se desprende de la acusación formulada a Moreyra en marzo de 2021, quien se presume que gatilló contra un grupo de personas que estaban reunidas a la orilla del río bebiendo. Supuestamente, Moreyra –que estaba acompañado de Lezcano– disparó con el objetivo de matar al hijo de un narco de Baigorria conocido únicamente en la investigación como “Dani”. Sin embargo, el disparo impactó en el pecho de Contreras, que se desplomó en el acto y falleció.

Estando prófugo y con su mano derecha detenida, Lezcano mandó a balear la casa de Moreyra, donde vive su pareja. El objetivo, de acuerdo a los indicios que cuenta el fiscal, era que no diera información sobre él. El ataque a tiros fue el 11 de mayo de 2021 en Pasaje Quito al 1600, donde además un sicario efectuó nueve balazos y dejó una nota intimidatoria. La fecha de ese hecho no fue al azar: al día siguiente se debatía en una audiencia si Moreyra seguía preso por el homicidio de Contreras, por el que Lezcano estaba prófugo.

Lezcano cayó detenido en mayo en un departamento situado en el centro de Rosario, en Balcarce al 1400, a metros de los Tribunales provinciales. Fue imputado como coautor del crimen de Contreras y, tres meses después, volvió a mandar a balear la casa de “Guachin”, su ex mano derecha. La sospecha de ese segundo ataque está relacionada a que supuestamente su ex ladero había mandado a matar a alguien de la organización y había fallado. “Quisiste darme a mí, no pudiste y le diste a mi socio. Ya sé que fuiste vos, el Leo y el Gordo Lillo. Ahora la van a pagar”, decía la nota que dejaron el 1° de agosto en la puerta de la casa de la pareja de Moreyra después de darle 15 tiros.

Pero el fiscal también imputó al presunto jefe narco de haber planificado el crimen de un supuesto transa que le hacía competencia en la zona norte de Rosario, en barrio La Florida. El fiscal sospecha que le pagó entre 50 mil y 70 mil pesos a su hermano, de 17 años, para que ejecutara a balazos a la víctima.

El plan fue sencillo: Lezcano a través del celular que tenía en la cárcel de Piñero se hizo pasar por comprador de droga y citó al transa al día siguiente en la plaza Ovidio Lagos de barrio La Florida. Cuando llegó Luis Campos, el vendedor, recibió un tiro mortal en la cabeza.

El sicario, hermano del presunto jefe, tenía que simular ser un comprador que recién salía de trabajar como operario. Para eso, debía vestir con una especie de mameluco y además llevar un bolso para darle confianza a Campos de que tenía un lugar para guardar rápido la droga. Federico Lezacno actualmente está preso por otro crimen, pero la Justicia de Menores se presume que le adjudicará la supuesta autoría de este hecho.

En la extensa audiencia donde fue acusado Nicolás Lezcano también fue imputada su novia, Nadia Sosa (24 años), y su suegra Laura Sosa (51). La pareja fue imputada por participar en la logística del crimen de Campos, de haber escrito las notas intimidatorias que fueron dejadas en las dos balaceras contra la casa de Moreyra, y de haber contribuido en otros delitos atribuidos a la presunta asociación ilícita.

La suegra de Lezcano, en tanto, fue imputada por haber puesto a disposición su casa de Montevideo 1354 de Granadero Baigorria, donde se guardaban estupefacientes de la banda y elementos robados, como motos y otros botines conseguidos en robos y escruches.

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