Descubre en qué etapa de desarrollo está tu bebé

Como padres es importante conocer las diferentes etapas de desarrollo del bebé, esto permite ofrecer la atención correcta en cada una de ellas, para garantizar un crecimiento y desarrollo adecuado, ante los diferentes cambios que debe experimentar a lo largo de estas etapas.

Iguazú (LaVozDeCataratas) Etapa de 0 a 2 años: La etapa sensoriomotora es una de las más importantes para tu bebé, dado que es la primera de otras etapas esenciales para su desarrollo cognitivo, como la preoperacional, de las operaciones concretas y de las operaciones formales.

Dependiendo de la etapa de desarrollo, tu bebé experimentará diferentes cambios, por lo que es importante conocerlas con detalle para saber qué esperar y cómo puedes estimular su desarrollo.

Durante esta etapa, el bebé pasará por seis subestados en los cuales desarrollará diferentes aspectos esenciales para su crecimiento.

Reflejos: Del mes 0 al 1, los reflejos de tu bebé irán mejorando, como la succión por ejemplo, hasta que logren funcionar a la perfección. Los reflejos se van modificando de acuerdo con la experiencia.

Reacciones circulares primarias: Ocurre desde el mes 1 hasta el 4, de forma que explorará su entorno de manera visual y táctil, aunque aún no logrará distinguir entre cuerpos, objetos y eventos externos. También repetirá ciertas acciones, como meterse el dedo en la boca. Sus reflejos alcanzarán nuevos objetos y logrará coordinar acciones sencillas, como agarrar o mirar.

Reacciones circulares secundarias: Desde el mes 4 al 10, intentará otras acciones repetitivas para que ocurran de nuevo, coordinará la información obtenida de los sentidos y será capaz de identificar lo qué es un objeto.

La comprensión de sus acciones es superficial y puede encontrar objetos parcialmente escondidos.

Coordinación de esquemas secundarios: Este subestado ocurre desde el mes 10 al 12, de manera que tu bebé comenzará a realizar acciones para obtener algo que desea.

Durante esta etapa tiene una mejor representación de los objetos en su mente, y su conducta sigue ciertos patrones de memoria, siendo capaz de encontrar objetos totalmente escondidos.

Reacciones circulares terciarias: De 12 a 18 meses, el niño experimentará nuevas maneras de jugar y de usar los objetos a su alrededor, gracias a que sus habilidades motoras serán mejores, permitiendo una exploración más cómoda.

Principio del pensamiento: El último subestado de esta etapa se da desde los 18 a 24 meses. A esta edad, el niño ya cuenta con representaciones interiores a través del uso de imágenes o palabras, por lo que puede identificar diferentes objetos.

También tiene la capacidad de pensar en una solución para problemas sencillos antes de resolverlos, así como sus pensamientos comienzan a dominar sus acciones.

En cada uno de estos subestados, tu bebé desarrollará aspectos esenciales para su crecimiento, tanto físico como cognitivo, por lo que es importante tenerlos en cuenta para identificar algún tipo de retraso.

De igual manera, saber qué ocurre en cada etapa te permitirá buscar diferentes formas de estimular este desarrollo de tu bebé, logrando que pueda completar cada una de las que le siguen, de la forma correcta.

Consejos para estimular al bebé: El desarrollo sensoriomotriz es esencial para tu bebé, ya que funciona como base para los demás desarrollos complejos. Por medio de diferentes actividades sensoriales en edades tempranas, podrás asegurar un mejor desarrollo para tu bebé.

Para el tacto puedes dejar que toque diferentes materiales en un entorno natural, clasificarlos dependiendo de su forma, o recoger elementos en el campo para que los coloque en un orden específico.

Mientras que el sentido de la vista se puede estimular con juegos visuales, algunas buenas opciones pueden ser que describa con detalles su entorno, que observe la cantidad de elementos que hay a su alrededor o que indique cuántos recuerda.

Para el oído, se le puede pedir que indique a qué objeto pertenece el sonido que escucha, que trate de reproducir sonidos o que haga música con diferentes elementos, por ejemplo.

Para el gusto y el olfato, llevarlo de excursión para que huela las flores o los árboles, así como dejar que pruebe comidas con diferentes sabores e indicarle cuál es cada uno, pueden ser buenas maneras de estimular ambos sentidos.

 

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