Iguazú (LaVozDeCataratas) Según el relato de cómo fueron los hechos, en la indagatoria ante el juez, en la mañana de hoy jueves, los acusados confesaron que,  “llamaron al local gastronómico de Urizar para realizar un pedido de hamburgerpizza. Que esperaron en la dirección indicada”, informaron fuentes judiciales a LaVozDeCataratas.

La espera:  “No identificaron el delivery ya que esperaban una moto. Al percatarse que era la camioneta entablaron un diálogo con Urizar que se volvió una discusión y es cuando el emprendedor desciende del móvil para realizar la entrega y según el testimonio de Catalino, Urizar  saca un arma de la cintura», pero su compañero  Anderson en tanto recalcó que no vio un arma pero que su compañero estaba armado, se asustó y disparó contra Urizar”.

En el allanamiento de domicilio se secuestró: un revólver calibre 38, con una vaina servida y un cartucho. “Catalino confesó que se trata del arma con la que disparó y que fue en defensa propia”.

Tras las declaraciones de los acusados, se descarta que el ataque fue al voleo, el pedido fue real y Catalino estaba armado cuando acudió a retirar el pedido. Se asustó, disparó y corrió.

Catriel Urizar recibió un balazo en el tórax, dentro de su camioneta, alrededor de las 23.30hs del día lunes 28 de marzo. Los resultados preliminares de la autopsia practicada en el cuerpo, realizada por el Cuerpo Médico Forense, indicaron que el plomo extraído del proyectil atravesó un pulmón y el bazo, era de un arma calibre entre 32 y 38. Urizar  murió desangrado.

Se investiga si los acusados por «homicidio en ocasión de robo”, están relacionados con otros hechos, del cual se eliminaría la coartada de “defensa propia”, y la culpabilidad por el asesinato tiene una pena de hasta 25 años de cárcel».