Iguazú (LaVozDeCataratas) Fomentar el aprendizaje desde la infancia es clave para que los niños tengan la capacidad de explotar su máximo potencial al mismo tiempo que se forman como hombres y mujeres de bien. En este orden de ideas, el uso de cuentos con propósitos definidos es una de las mejores formas de adentrarse en el mundo de los valores, los aprendizajes, el funcionamiento del mundo o la vida en sociedad, entre muchos otros aspectos.

Es un aprendizaje sin apenas esfuerzo: Un cuento en la mente de un niño es sinónimo de diversión, es sumirse en un mundo de fantasías donde las cosas cobran vida, y sus personajes favoritos se convierten en héroes y heroínas. Una de las fórmulas que más atrae por el contexto que se produce en torno a la historia son las fábulas de animales con enseñanzas.

Las fábulas cuentan una historia que es muy fácil de asimilar para los niños. Al ser los personajes una serie de animales con características humanas, sienten atracción hacia la historia y son capaces de familiarizarse con situaciones de vida semejantes a las que ellos mismos tienen en la realidad.

En la mayoría de los casos, las fábulas narran una historia corta, lo cual facilita que ellos mantengan la atención en la totalidad de la narración y que puedan grabarse partes de la misma para su almacenamiento y práctica posterior.

Los cuentos como fuente de valores: La explicación y puesta en práctica de valores para los niños, a veces, puede volverse algo confuso y abstracto. Explicar conceptos como la honestidad, el respeto y la paz puede ser complejo, y mucho más cuando son niños pequeños que todavía no tienen un vocabulario tan amplio para comprender a fondo cada caracterización.

Es en esos casos que los cuentos entran en escena como salvadores para darles a comprender qué son los valores y los tipos de valores que existen, sin referirse a complejas teorías, sino únicamente con lo que evidencian que suceden en las historias escogidas.

Es por eso que los cuentos siempre son planificados y trabajados en función de ofrecer una determinada enseñanza, aunque parezca a simple vista que la finalidad es solo el entretenimiento.

Existen clásicos, como por ejemplo Pinocho, que tomando una historia ficticia de un muñeco al que le crecía la nariz por decir mentiras, les muestra a los niños la importancia de ser honestos y tener respeto por sus padres, con el fin de que las cosas les vayan bien y no tengan que arrepentirse más adelante.

Otras lecciones valiosas que rescatan los cuentos: Además de todo lo anterior, los cuentos reúnen unas lecciones que a lo mejor no están dentro de su finalidad primaria, pero igualmente, son posibles de rescatar gracias a personajes secundarios. 

Aquí podemos mencionar:

• Aceptar las diferencias entre unos y otros: en primer lugar, los niños son capaces de notar lo que les diferencia de otras personas de su entorno, así como a valorarse a sí mismos y al resto, tanto con sus aspectos similares, como con aquellos en los que son distintos.
• Mejorar el comportamiento y la disciplina: los niños suelen tener problemas para controlar sus emociones y esto lo van desarrollando a medida que crecen. Sin embargo, los cuentos les permiten ver el comportamiento de otras personas ante situaciones que les son familiares, dándoles una forma de respuesta que podrían aplicar.

Los cuentos son claves en la formación de niños, estos están cargados de historias que gestionan un objetivo clave y aleccionador para que ellos se diviertan mientras aprenden.