A veces los cambios se producen, pero se van difundiendo boca a boca, como el dato de que un determinado libro no muy conocido es genial o que no hay que perderse una obra del de teatro no comercial.
Es lo que ocurre con parte de las últimas reglamentaciones respecto de la ley de cannabis. Por ejemplo, si hasta hace muy poco tiempo un vecino podía denunciar a otro si veía que en un patio estaba cultivando plantas de marihuana, hoy un cultivador particular al que le roban las plantas puede hacer la denuncia y hasta lograr que se las devuelvan.
No fue magia. El gobierno que conduce Alberto Fernández avanzó en la reglamentación de la norma que regía durante el macrismo y es muy poco sabido que hoy, cualquier persona puede pedir una consulta con un médico inscripto en el Registro de Programa de Cannabis (Reprocann) y si el profesional considera necesario tramitar un carnet para que el consumo del cannabis y el cultivo, no necesariamente por una patología, puede mediar para que el Ministerio de Salud se lo expida.
El papel le va a permitir cultivar o pedir que le cultiven hasta nueve plantas floradas (que son las hembra, que tienen el principio activo que hace que la mahiruana surta su efecto) y transportar hasta 40 gramos de la droga o seis goteros de 30 mililitros del aceite para ser consumidos en cualquier lugar, incluida la vía púbica.
“Vos podés ser paciente y cultivar para vos, podés ser paciente y designar a un cultivador solidario o podés pedirle a una asociación civil que puede producir para hasta 150 pacientes”, dijo a Télam Emilio Ruchansky, integrante del Centro de Estudios de la Cultura Canábica, que está al tanto de los últimos cambios en la reglamentación.
La novedad es, como explica el autor del libro «Un mundo con Drogas», que “no hay una lista de patologías, la marihuana no se receta, se indica según el criterio del médico. El tema es un médico al que le tenés que pagar porque tiene que estar en el Reprocann y es correcto que cobre la consulta, pero sería ideal que el sistema público de Salud en su totalidad se hiciera cargo de esto”.
Si te lo extiende el Ministerio de Salud (que es la institución que lo habilita), el permiso dura un año.
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El desconcierto de la policía
El tema es que todavía no hubo una capacitación para que la Policía tenga claro que si una persona se está fumando un porro en la calle y muestra su carnet del Reprocann, no tienen por qué deternerlo. Las distintas asociaciones vinculadas con la legalización del cannabis están luchando para que estas capacitaciones se den lo más rápido posible.
Como ocurre en los aeropuertos: hoy, cualquier persona que tenga el carnet se puede subir a un avión con sus cuarenta gramos o el equivalente en goteros sin que les hagan ningún problemas.
Las asociaciones pueden cultivar
“Las últimas resoluciones nos la posibilidad a las organizaciones de que cultivemos. Le dan legalidad a lo hacíamos de manera ilegal, pero no ilegítima”, dijo a Télam Roxana Aguirre, presidenta de la Asociación Ciencia Sativa de Bariloche, e integrante del consejo honorario de la ley 27.350, que autoriza el uso paliativo y medicinal del cannabis.
Los médicos que recomiendan cannabis
«Nosotros estimulamos el autocultivo porque creemos que es lo mejor para relacionarse con el cannabis», dijo a Télam Nicolás Di Biase, matrícula 2765, médico y presidente de la Red de Profesionales para el Estudio de Cannabis de Bahía Blanca.
«Antes que nada, un médico tiene que estudiar para qué sirve el cannabis. Hay casos para los que claramente funciona: el dolor crónico, tratamientos de ansiedad y depresión, gente que hay perdido el apetito, insomnio, Parkinson, Alzehimer y en las demencias puede ayudar a algunas personas», dijo a Télam.
Como se ve, Di Biase mezcla patologías con condiciones vitales que hacen que el paciente viva mal en los que la marihuana puede ayudar. Como el insomnio.
Lo que le parece mejorable a Di Biase es que «el registro del programa de cannabis no es algo que se deba cobrar porque genera los famosos green doctors (médicos a los que sólo les interesa cobrar y entregan el registro a cualquiera)».
«No somos entregadores de registro», finaliza el médico, que se toma en serio el uso del cannabis y sobre todo a sus pacientes.
Fuente: Télam