Un joven detenido en la comisaría Decimotercera de la Unidad Regional I, habría protagonizado un grave episodio durante la tarde de ayer viernes, que necesitó la intervención con premura de los efectivos de guardia para apagar un incendio en una de las celdas de la seccional de la zona Oeste de la capital .

El detenido e imputado por un caso de “robo calificado por el uso de arma de fuego”, expediente que tramita el juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón, habría encendido varias frazadas dentro de la celda que comparte con al menos diez demorados. La reacción de una suboficial de la comisaría permitió primero poner a resguardo a todos los detenidos y apagar con agua el foco ígneo.

Una vez que se logró esto, se buscó calmar a todos los alojados en las demás celdas quienes habrían comenzado a exigir que se lo traslade al sospechoso porque el temor de una tragedia rondó toda la comisaría. Esto ocurrió pocos minutos después de las 14 y se remarcó la reacción a tiempo de una suboficial en la guardia y de un oficial ayudante también a cargo en esos momentos de la dependencia.

Cuando el humo se esparcía por la comisaría, los efectivos también solicitaron apoyo y fueron patrullas de la Dirección Agrupación Motorizada quienes completaron el operativo de contingencia, despejaron la celda 2 de detenidos, y redujeron principalmente al violento que habría iniciado el fuego.

Los pasos siguientes fueron la comunicación de lo sucedido al juez de Instrucción de turno, Ricardo Walter Balor quien se comunicó con el Juzgado 3 para que se agilice el traslado de seccional del joven imputado. En cuanto a heridos, se pudo saber que sólo el mencionado que comenzó el fuego sufrió lesiones de gravedad leve, mientras que los demás alojados evidenciaron problemas para respirar por la inhalación de monóxido de carbono del humo emanado.

Requisa

Las mismas voces consultadas agregaron que los inconvenientes en la comisaría comenzaron durante el fin de semana pasado que se descubrió un intento por ingresar drogas que derivó en una requisa profunda en todas las dependencias.

Habría ocurrido el domingo y caldeó el malhumor de los detenidos, quienes se quejaron pero sin reaccionar como ayer.

Fuente: Primera Edición