«Paraguay ha hecho una política muy exitosa de inversiones. Tiene algunas experiencias comunitarias muy interesantes», dijo a Efe el administrador asistente y director regional para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Luis Felipe López-Calva. No obstante, admitió que aún «falta esta última milla de hacer un acceso total de los hogares, un acceso con conexión».
Paraguay se situó a la cabeza de los países de la región en un análisis «de la proporción de la población con acceso al menos a servicios básicos de agua potable», según el lugar de residencia (rural o urbana) o el ingreso de los habitantes (pobres/ricos).
En su artículo Graph for thought (Gráficos para reflexionar), Luis Felipe López-Calva señaló que en Paraguay «hay menos de 2 puntos porcentuales de diferencia en el acceso al agua entre áreas rurales/urbanas o entre los grupos más ricos/pobres».
Un caso opuesto es Haití, donde –agregó el documento– «estas brechas alcanzan una enorme diferencia de 42 y 66 puntos porcentuales, respectivamente».
López-Calva detalló a Efe que se evaluó el acceso a una fuente de agua con tiempos de recolección de no más de 30 minutos por ida y vuelta, criterio incluido en la estrategia de agua, saneamiento e higiene (WASH) de la Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Admitió que para avanzar hacia un acceso al agua con conexión en Paraguay «no es menor el tipo de inversión que se necesita». No obstante, resaltó que la inversión y el esfuerzo público «en ampliar la cobertura van caminando en la dirección correcta».
También destacó la experiencia de «gestión local» en el país y aludió en específico al caso de la comunidad de Teniente Martínez, en el Departamento de Presidente Hayes (en el norte de Asunción).
Los pobladores, el sector privado y la Municipalidad de esa localidad apoyaron la instalación de una planta potabilizadora de agua y de una red de distribución que contó con la financiación del PNUD.
El funcionario valoró las «buenas prácticas que han llevado a este tipo de logro» en Paraguay, pero aclaró que «puede haber mucho más que hacer» en términos de acceso directo al agua.