La yaguareté uruguaya Malú llegó al Gran Parque Iberá, Corrientes, luego de finalizar su cuarentena y chequeos sanitarios para sumarse al Proyecto de Reintroducción de la especie que se encuentra en peligro de extinción en la Argentina.
Malú fue donada por la Estación de Cría de Fauna Autóctona “Uruguay Tabaré González Sierra” de Piriápolis (Uruguay) y la trasladaron al Centro de Reintroducción del Yaguareté (CRY) ubicado en Isla San Alonso, informó la Fundación Rewilding Argentina.
Esta hembra es el sexto ejemplar de cautiverio que se incorpora al plantel reproductor del proyecto, llevado adelante por Rewilding y la provincia de Corrientes.
Según señalaron, al igual que Tobuna, Nahuel, Tania, Chiqui e Isis, todos ejemplares provenientes de cautiverio que pasaron por el proyecto, Malú no podrá ser liberada, al no poseer un comportamiento totalmente silvestre.
Su misión será la de dar a luz crías que crezcan con mínimo contacto con humanos «en un gran recinto de 1,5 hectáreas dentro del CRY, donde se les enseñará a cazar presas como carpinchos, chanchos cimarrones y yacarés para que, una vez se independicen de su madre, puedan ser liberadas en el Iberá”, indicaron.
Eso fue lo que ocurrió con Tania, una hembra de cautiverio que dio a luz en Iberá a Aramí y Mbareté, mediante su cruza con Chiqui, un macho de cautiverio proveniente de Paraguay, y posteriormente a Nala y Takajay, dos cachorros nacidos en el Parque Nacional El Impenetrable, producto de su cruza con el macho silvestre Qaramta.
La Fundación destacó que “la incorporación de ejemplares del exterior supone un aporte vital para proyectos de conservación de este tipo, donde instituciones privadas y estatales colaboran para poder concretar la llegada de estos animales a proyectos de recuperación de especies”.
El yaguareté se encuentra en peligro de extinción en Argentina, con una población estimada entre 200 y 250 individuos silvestres.
En la provincia de Corrientes el yaguareté se extinguió hace más de siete décadas, hasta que en el año 2021, la especie comenzó a ser reintroducida mediante la liberación de los primeros ocho ejemplares.
En Uruguay la especie está completamente extinta desde 1905, y sólo quedan individuos en cautiverio.
Esta especie es considerada clave para los ecosistemas que habita, ya que como depredador tope cumple un rol regulando poblaciones de grandes herbívoros y depredadores de menor tamaño, lo que incluso repercute en la vegetación.
Además, el yaguareté ayuda a combatir los efectos de las crisis ambientales que amenazan la vida en el planeta, como la crisis climática, la crisis de pérdida de biodiversidad y la crisis sanitaria.
El regreso del yaguareté ayudará también a consolidar el Iberá como un destino de turismo de naturaleza de primer nivel.