Juzgarán a un agente de Policía por grooming y abuso sexual

Actualmente tiene 26 años y había captado y engañado a un niño de 11 años a través de juegos online, haciéndose pasar por otros chicos. La madre descubrió el hecho y radicó la denuncia.

En horas de la tarde del 23 de abril de 2020, se registró la detención de un joven en el patio de una vivienda de la localidad de Guaraní.

Allí vivía un niño de 11 años, que resultó ser víctima de quien es un agente de Policía. Lo había captado a través de un juego online, se hizo amigo haciéndose pasar por otros niños y tras pactar un encuentro abusó de él. Este policía se sentará en el banquillo la próxima semana.

El Tribunal Penal de Oberá fijó fecha de debate para el miércoles 15 de junio para este efectivo que se desempeñaba en la División Policía Montada. Tiene 26 años y será juzgado por los delitos de “grooming, abuso sexual con acceso carnal, promoción de la corrupción de menores agravado en concurso real”.

En caso de ser hallado culpable la perspectiva de pena es superior a los 20 años. Un caso similar en el que estaba acusado un docente por delitos similares, terminó cerrándose en un juicio abreviado que condenó a 14 años al imputado.

El caso que tiene al policía como acusado, se conoció cuando la madre del menor se acercó a la Comisaría de la Mujer de Oberá a denunciarlo. Un mes antes -aproximadamente- había logrado reunirse con el niño para abusar sexualmente de él.

El contacto entre ambos se dio a través del “Free fire”, un juego online que el chico utilizaba desde un teléfono celular. La investigación determinó que el acusado utilizaba dos teléfonos desde los cuales hizo contacto con él, siempre bajo una identidad falsa y una edad falsa.

Una vez que el policía logró un vínculo, comenzó a enviarle material pornográfico y de situaciones sexuales con menores. Cuando logró convencerlo para encontrarse, abusó del menor en un descampado, según señaló el expediente.

Cuando la progenitora notó que algo extraño sucedía con su hijo logró que se lo revelara. Inmediatamente dio aviso a la policía y con orden del Juzgado de Instrucción 2 de Oberá, integrantes de la Unidad Regional II se contactaron con el joven haciéndose pasar por el niño.

El agresor sexual llegó a la vivienda creyendo que iba a encontrase nuevamente con su víctima, pero quienes lo esperaban eran sus camaradas que lo esposaron y alojaron en la seccional Quinta. Le incautaron tres celulares, dos de los cuales los tenía entre sus ropas y se presumía que desde ellos había hecho el contacto con el menor.

Por orden judicial los mismos fueron entregados a la Dirección de Cibercrimen para que extrajeran el material probatorio en cuanto a imágenes y detalles de las conversaciones que el acusado tenía con su víctima.

Fuente Primera Edición

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