El duro momento de los misioneros que viven de la producción de citronela

Hasta hace dos años se pagaba $3.200 por kilo y actualmente no se supera los $1.200. La crisis afecta a cientos de familias de San Vicente y El Soberbio que en algunos casos sólo tienen ingresos en base al trabajo con la cosecha de ese ancestral producto.

La ancestral producción de citronela está en peligro por los bajos precios y la casi nula demanda y la situación provoca un duro momento para las familias productoras.

Wilson Vasco, descendiente de dos generaciones de productores, contó a Eco&Agro los malabares que hacen para subsistir y clamó por el apoyo financiero estatal.

El hombre posee diez hectáreas de citronela en El Soberbio y su plan era instalar una caldera y cañería, pero no pudo hacerlo por la baja del precio del producto.

“Se trata de un alambique especial para elaborar un producto de primera calidad, pero requiere una inversión de 200 mil pesos para la instalación. Voy a ir a pérdida por el precio en el que está y ahora no me queda otra que dejarlo guardado”, se lamentó por las vanas esperanzas de incorporar mejor tecnología a su desarrollo.

La citronela implica tres cosechas anuales y pese a ser una producción de varias generaciones en el Alto Uruguay, los productores todavía están a la espera de que la Provincia los incorpore al plan oleoquímico para que puedan capacitarse e incorporar tecnología.

Un proyecto legislativo que se orienta en ese sentido, también apunta a la gestión de un subsidio no reintegrable para sobrellevar la disminución del precio del producto y que el Municipio otorgue una bonificación del 40% de descuento en el pago de la Tasa General de Inmueble.

“Yo empecé en este negocio con mi familia desde que tengo uso de razón, y mi papá tuvo la misma historia, detrás de los carros de bueyes cargando la citronela y trabajando con alambiques”, contó sobre los más de 40 años que el hombre se encuentra en la actividad.

“Esta es una producción muy importante para nosotros y para toda la zona del Alto Uruguay y por ello nos parece que requiere del apoyo del Gobierno para no desaparecer. Nosotros tenemos en el alma, es una pasión que tenemos con la citronela”, confesó Vasco.

El hombre recordó la época en la cual el producto valía más que la yerba y el tabaco. “Era el símbolo de riqueza que teníamos en la zona, venían de todos lados a comprarnos”, rememoró con añoranza.

Si bien Wilson contó que han sido muchos los factores que provocaron la profunda crisis, la sequía del verano último dio una nueva estocada y perjudicó el crecimiento de las plantas, al igual que la aparición de otros productos que fueron reemplazando a la citronela durante la pandemia, lo que provocó el desplome de precios y también del mercado.

Ahora, los temores están puestos en la llegada de las heladas, el gran enemigo de las plantas.

“Por eso se espera a finales de agosto e inicios de septiembre, que también suelen ser época de heladas tardías. Si todo llega a salir bien, por hectárea, se pueden obtener entre 70 y 80 kilos”, explicó.

Fuente Primera Edición

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