Iguazú (LaVozDeCataratas) La suba sin freno de los productos de primera necesidad impactó en los negocios de barrios, generalmente manejados por familias emprendedoras que encuentran su sustento diario en este tipo de comercio. 

Consultada por los precios que más subas experimentaron, Valeria afirmó que «el azúcar, la harina, el aceite, el huevo, la cebolla» lideran la lista. Ésta última, sufrió un aumento descomunal y sorpresivo «Se fue por las nubes. Estaba pagando 1300 la bolsa, un lunes pagué eso, el jueves ya pagué 2000 y hoy está valiendo 2800 una bolsa de cebolla. Esta diferencia fue de una semana a la otra, lo que significa una suba muchísimo más que el 100 porciento».

Para dar cuenta de la suba, comparó el precio de la harina que subió de 130 a 200 pesos  para la venta al público, también «el azúcar, yo pagaba mil a 1200 y estaba vendiendo a 150, hoy por hoy pago 1500, pero dicen que está más, y tengo que vender a 200. El pack que vendí, ni siquiera me dió para volver a comprar» resaltó.

El mismo panorama mencionó Emilio, supervisor de un supermercado, quien explicó que otro producto que ya debe vender a casi el doble fue el papel higiénico «Es impresionante lo que subió, de una semana a la otra, era una suba que no esperábamos». Otro aspecto con el que tienen que lidiar los vendedores es con la falta de ciertos artículos: «El aceite y la harina viene con falta desde hace tiempo. Nosotros que también vendemos mayorista, optamos por no vender más por dos o tres bultos y dejar esos artículos para la gente que viene al negocio, porque no sabemos si vamos a tener o no» argumentó.

Otros artículos que son de difícil acceso son la pasta dental y la leche.

Respecto al consumo, afirmaron que: «Mermó bastante, estas semanas bajó la venta. No sé si la gente espera, no come, o busca precio. Y los que se manejan por mes, por ejemplo tengo una vecina que subió el doble lo que compra por mes».

«La gente ni llora el precio, sabe que vos no le estás jodiendo, se va triste o suspira, pero paga nomás» aseguró.

Consultada por la posibilidad de cerrar el negocio, Valeria, quien sumó a su despensa la venta de indumentaria, aseguró: «Es una tremenda posibilidad, si no tenía la tienda, ya hubiera cerrado, porque esto suma. Sube pero no como los alimentos, entonces hago la diferencia y saco de acá para volver a comprar allá».

Reducción del consumo y búsqueda de segundas marcas: 

Para poder completar los productos de la canasta básica, los consumidores van optando por diferentes estrategias: «Compro menos, antes hacía la compra del mes, venía y llevaba de todo. Hoy compro para el día o la semana» explicó Lorena Maidana.

«Por ahí también elijo otras marcas más baratas o compro menos, antes compraba un frasco grande de café y ahora estoy llevando uno más chico pagando lo mismo que pagaba el grande, porque los precios subieron pero el sueldo no» añadió.

Por sobre toda la situación, la mayor enemiga es la incertidumbre: «no sé a donde vamos a parar, la verdad que esto no da para más» cerró.