Un hecho fuera de lo común y que descolocó a propios y extraños tuvo lugar este fin de semana en la costanera de Garupá, para más ironía casi en simultáneo con la reglamentación de la Ley de Muerte Súbita en el país.
En momentos en que se aprestaba a llevarla a cabo, cuatro funcionarios municipales le pidieron la autorización para “enseñar a salvar vidas”.
Cuando los vecinos indignados los increparon, éstos se escudaron en que fueron de parte del secretario de Gobierno comunal para impedir que esta charla se lleve adelante por no contar con autorización.
Cabe aclarar que en la charla en la cual “se enseñaba a salvar vidas” no se vendía nada ni se cobraba por ella, sino que los asistentes podían hacer donaciones voluntarias de azúcar, chocolate, leche o harina, para entregar a los comedores y merenderos de la zona.
De igual manera, y pese a este mal momento, los vecinos insistieron en que el licenciado Brítez continúe con la charla-taller. Así, pudo desarrollarse de principio a fin y el enfermero entre otras cosas graficó y enseñó paso a paso como se realiza la reanimación cardio pulmonar (RCP).
Como dato a tener en cuenta, en la Argentina alrededor de 40 mil personas fallecen por año a raíz de “muerte súbita”.
Fuente Primera Edición