Los productores se mostraron preocupados -en varias ocasiones- por la falta de mano de obra para el desarrollo de algunas actividades. Es así que, en esta oportunidad, los integrantes de la mesa chica de productores autoconvocados contra delitos rurales se reunieron con el obispo de Puerto Iguazú, monseñor Nicolás Baisi, a quien le solicitaron que “eleve los reclamos del sector a las autoridades de la Nación en lo relacionado a la problemática que se plantea con los planes sociales y la modificación de la tradicional cultura del trabajo”.
“El obispo fue claro y deslizó la posibilidad de que cuando se junte la episcopal va a plantear lo que sucede en Misiones. Los obispos son personas formadas y saben bien lo que está pasando. Tuve un diálogo sincero y franco donde compartimos la misma idea”, relató.
En cuanto a la problemática, describió que “mucha gente, no toda, se acostumbró a vivir con algunos planes sociales y fue perdiendo la costumbre de trabajar y nosotros pensamos que eso no es bueno”.
Expuso que “le llamaba la atención (al obispo) y nos comentaba que Misiones siempre se destacaba por la cantidad de gente y de trabajo que había tanto desde la patronal que trabajaba en su propia chacra, como el obrero. Era costumbre ver personas trabajando y que eso él consideraba que se estaba poniendo en jaque con estas cantidades de planes que se están distribuyendo en la población”.
En lo que respecta a las actividades más damnificadas por dicha falta, Delapierre comentó que “alcanza a todas las que requieren de mano de obra para su desempeño económico”.
Señaló que “tenemos casos -y son reiterados- que consiguen personal, pero siempre que no se le blanquee porque donde se propone que se haga uso del DNU que permite la compatibilidad de planes con el trabajo registrado, muchos no entienden el funcionamiento o no creen y ante la desconfianza dicen que no”.
Consideró que “lo peor de todo es que mucha gente no quiere trabajar. Van un día y después plantean que no les conviene el horario o que no pueden y no se presentan más en los siguientes días”.
Ante esto, indicó que “sucede lo mismo que el año pasado y es muy difícil conseguir mano de obra que se quiera registrar, ese es el gran problema. Pero, también hay mucha gente que prefiere hacer changas cortas y el resto del tiempo pasar con su familia o no trabajar directamente”.
“Nos parece que hay un acostumbramiento negativo que está aprendiendo gran parte de la sociedad y eso no es bueno porque el día que se acaben los recursos los que más van a sufrir son quienes más gozan de los planes”, cerró Delapierre.
Preocupación de los colonos locales
En la nota que entregaron al obispo Baisi, los productores autoconvocados expusieron que “lo que nos preocupa es la escasa presencia de gente dispuesta a trabajar en las chacras, durante las cosechas, en los talleres, entre otros. A la vez, se observan filas cada vez más largas en los cajeros de los bancos donde vemos a miles de personas sanas, jóvenes, que ya no necesitan conseguir un empleo digno”.
Agregaron que creen que “la ayuda del Estado debe ser dirigida a quienes lo necesitan: personas con discapacidades, enfermos, ancianos, madres solteras con varios hijos que mantener; eso nos parece justo”.
En el documento, indicaron que “preocupa la distorsión que provocan en la sociedad la abundancia de planes que se ofrecen a millones de personas, haciendo que se pierdan valores fundamentales como el de obtener el sustento mediante el esfuerzo del trabajo”.