Conforme pasan los días siguen surgiendo nuevos elementos que comprometerían a los dos supuestos abogados de esta ciudad que visitaban cárceles, comisarías y Juzgados afirmando que representaban al Ministerio de Derechos Humanos de la provincia, algo que fue desmentido por ese organismo, según las fuentes.
Con esa presentación habrían burlado el sistema de seguridad tanto policial como penitenciario y del Poder Judicial.
El caso salió a la luz el pasado miércoles cuando la abogada del foro local María Cristina Salguero radicó una denuncia ante la Fiscalía de Instrucción 1 de Oberá, dando cuenta de las graves irregularidades que detectó en base a una investigación con respecto a los dos supuestos letrados.
Al otro día PRIMERA EDICIÓN publicó en exclusiva lo manifestado por la denunciante. En las últimas horas se sumaron denuncias, en este caso una nota que elevó Salguero al Colegio de Abogados de la provincia.
En la misma expresó que los dos individuos “invocando ser funcionarios del Ministerio de Derechos Humanos, entrevistaron a personas detenidas en comisarías y unidades penitenciarias, ofreciéndoles sus servicios y asesoramiento jurídico a cambio del pago de una suma de dinero, en concepto de honorarios profesionales.
Al revisar la lista de abogados matriculados en Misiones constaté que no aparecen y desde Derechos Humanos informaron que dichas personas no trabajan ni trabajaron en el citado organismo”.
Luego agregó que estos individuos exhiben “credenciales de dudosa procedencia y se presentan como supuestos abogados”.
Finalmente y entre otras cuestiones, agregó que “perjudican a los profesionales del Derecho, especialmente los que trabajamos en el fuero penal, ya que con su accionar ilícito y engañoso, prometen a los detenidos que representamos, soluciones mágicas -a veces en causas de suma gravedad- logrando con sus artimañas que nuestros clientes nos revoquen el cargo de defensores”.
Vendedores de “influencias”
Vale recordar que este Diario publicó la primera denuncia, donde la abogada Salguero dio cuenta de que un hombre y una mujer domiciliados en esa ciudad, estarían involucrados en la presunta comisión de los delitos de “estafa, estafa en grado de tentativa y usurpación de títulos y honores”.
La letrada relató ante la fiscalía que recientemente tomó conocimiento por intermedio de la esposa de un defendido suyo, que dos personas que se presentaron como “abogados internacionales de la ONU de Derechos Humanos” le habrían ofrecido sus servicios profesionales para representar a su esposo, ofreciéndole además mediar frente al juez de la causa, por los contactos y la “influencia” que tendrían como miembros del Ministerio de Derechos Humanos, todo ello por 350 mil pesos.
Dicho ofrecimiento también se lo habrían hecho a otros familiares de detenidos, presentándose en las seccionales Segunda y Tercera de Oberá como pertenecientes al Ministerio de Derechos Humanos y en la Comisaría de San Martín.
Estas personas manifestaron tanto a los detenidos como al personal policial pertenecer a Derechos Humanos de la provincia, indicó la denunciante. Incluso llevarían chalecos identificatorios y hasta los entrevistaron en algunos medios locales.
Luego la denunciante dijo que se enteró que estas personas revisan expedientes en ambos Tribunales obereños y fiscalías y que habrían ofrecido sus servicios al hermano de un detenido en la UP VIII de Cerro Azul, solicitando el pago de 20 mil pesos en concepto de honorarios para resolver su causa.
Hasta el momento, según trascendió, desde Derechos Humanos no habrían advertido a las autoridades acerca de la supuesta maniobra ilícita.
“Para las Naciones Unidas”
En un reciente habeas corpus que presentó uno de los involucrados se presenta ante el juez como “defensor de Derechos Humanos para las Naciones Unidas”. El acusado está detenido por abuso sexual en la UP II de Oberá.
“Soluciones mágicas”
En la denuncia que se presentó en las últimas horas ante el Colegio de Abogados se advierte, entre otras cosas, que los acusados “prometen a los detenidos soluciones mágicas, a veces en causas de suma gravedad”
Fuente Primera edición