Varios medios nacionales de los Estados Unidos están citando a fuentes cercanas a la Casa Blanca que confirman que el presidente Joe Biden podría declarar una orden de emergencia por la situación sanitaria con la viruela del mono.
La declaración sería firmada por el HHS (Departamento de Salud y Servicios Humanos, por sus siglas en inglés) después de que la Organización Mundial de la Salud hiciera un anuncio similar la semana pasada. Más allá del impacto simbólico que tiene la declaración de emergencia, si ese fuera el caso se abren las puertas para que el HHS pueda poner en práctica un plan de acción y acceda a fondos federales para ello.
Lógicamente, lo primero que viene a la mente cuando se habla de emergencia sanitaria es la pandemia del COVID-19, pero no necesariamente ese es el caso. El gobierno federal ha declarado varias emergencias sanitarias en los últimos años, incluida la de los opioides, que no necesariamente cambian el accionar de las personas, sino que habilitan al gobierno a poner programas en práctica.
“Creo que debemos declarar la emergencia. Tenemos muchos desafíos a lo largo del país por el aumento en el número de casos. No se trata de una emergencia que ponga en riesgo a la población en general, pero es un fenómeno que está en aumento y que tiene potencialidad de extenderse”, indicaba Tom Inglesby, director del Centro de Seguridad Sanitaria John Hopkins de la escuela de Salud Pública Bloomberg.
Hasta el momento, en Estados Unidos se han reportado 3.600 casos de viruela del mono, siendo el epicentro la ciudad de Nueva York, donde en su mayoría fueron hombres homosexuales los que más se han contagiado. El primer caso de esta ola se registró hace dos meses. Pero lo curioso es la velocidad con la que la enfermedad empezó a registrarse en los últimos días. De todos los casos reportados, 439 aparecieron este pasado lunes, convirtiéndose en la jornada con mayor registro de pacientes hasta el momento.
Por su parte, los CDC (Centros para el Control de Enfermedades, por sus siglas en inglés) ya dieron el primer paso y declararon la enfermedad como una que debe ser notificada a nivel nacional. Esto implica que ahora los 50 estados están obligados a compartir los datos que tienen con respecto a la viruela del mono, como número de casos o datos étnicos, de edad o de procedencia de los contagiados.
La nueva designación entrará en vigor el 1 de agosto. La exigencia es que cada estado reporte un nuevo caso confirmado durante las primeras 24 horas desde que se tiene conocimiento.
“Hacer que esta enfermedad sea notificada a nivel nacional nos ayudará a monitorear y así poder responder a los picos de contagios”, aseguraba Kristen Nordlund, vocera de los CDC.
Fuente Infobae