El diputado nacional por Avanza Libertad, José Luis Espert (60), cuestionó la política social que aplica el Gobierno, consideró que se deben poner límites a la cantidad asignaciones universales por hijo (AUH) que paga el Estado y planteó que “si no se pone un límite a la natalidad en los hogares pobres, Argentina va a ser una gigantesca villa miseria en los próximos años”.
Con un estilo que no esquiva las polémicas, durante más de una hora en los estudios de Infobae, el dirigente liberal y economista de profesión advirtió que en la Argentina “desde hace 60 años no se respeta la ley de la gravedad” en materia económica y describió las que, a su entender, son “las tres mafias que empobrecen” al país.
En la entrevista -que se realizó antes del anuncio de los cambios de gabinete- el diputado también habló sobre su vínculo con Javier Milei, describió las principales reformas que debería encarar el futuro gobierno para retomar el crecimiento y defendió al campo. “Los productores agropecuarios nos rompemos el culo para trabajar el campo, no somos ningunos garcas”, afirmó.
1- Para mí, el kirchnerismo es un estado medio de insanidad mental.
2- Uno no puede dar una AUH por cada hijo: hasta dos hijos te damos AUH, más no. No puede ser que uno esté subsidiando el aumento de la pobreza.
2- La tasa de crecimiento de la población en hogares marginales es de 4 y 5 veces superior a la de la población de clase media y media alta, Esto significa que, si Argentina no pone un límite a la natalidad en los hogares pobres, Argentina va a ser una gigantesca villa miseria.
3- Una parte de la gente pobre quiere tener hijos para cobrar el plan, pero otra parte tiene hijos porque no sabe cuidarse, no tiene control de natalidad.
4- La persona que recibe un plan social es una víctima del sistema y hay que ayudarla. Pero a las organizaciones sociales, cero peso.
5- Piquetero que corta la calle tiene que ir preso. La calle está para que la gente circule, no para que sea cortada por cualquier pelagato.
6- Los productores agropecuarios nos rompemos el culo para trabajar el campo, no somos ningunos garcas.
7- Juan Grabois tendría que estar preso ya. Es un atorrante. Debería estar preso porque le arruinó la vida a diario a millones de argentinos que quieren laburar
8- A los piqueteros y a Moyano les armó el quilombódromo que vayan a manifestar ahí. Que lo llenen pero que no le caguen la vida a la gente.
9- Se está dinamitando la cultura del trabajo. Se pasó de “mi hijo el doctor” a “mi hijo el empleado público”. Ahora vamos a “mi hijo el piquetero o el beneficiario de un plan, el planero”.
10- Nuestras leyes laborales parten del supuesto equivocado de que el hobby empresarial no es ganar plata, sino echar gente. Hay que dejar de pensar que es necesario proteger tanto al empleado del Drácula del empleador.
11- Si el Gobierno se quedó sin reservas es el mejor argumento para liberar el mercado de cambios. ¿Significa una gran devaluación y un salto en el nivel de precios? Sí, pero es menos malo que una explosión cambiaria.
12- Argentina camina a un régimen de inflación del 100%.
13- Alberto Fernández va a ser el presidente que más va a endeudar a la Argentina en la historia democrática.
14- Nuestra industria ha sido, no toda, muy falopa. ¿Por qué los argentinos pagamos los autos y los textiles carísimos? ¿La industria que queremos es la que está fundiendo a los consumidores argentinos?
15- No estoy pensando en ninguna candidatura para el año que viene. Voy a jugar, por supuesto: en el 2023 puedo ser candidato a Presidente, a gobernador de la provincia o la senaduría provincial. No lo sé.
16- No voy a formar parte de Juntos por el Cambio. Sí puedo ir a una mega PASO opositora.
La entrevista completa con el diputado José Luis Espert
La entrevista completa a José Luis Espert en los estudios de Infobae
– Me interesa iniciar la entrevista con una propuesta: ¿le podés explicar a un lego, a una persona que no conoce y no entiende mucho de economía, qué es lo que está pasando en la Argentina?
Lo que pasa ahora es lo que ya nos pasó siete veces en los últimos 60 años. En los últimos 60 años hemos tenido siete planes económicos -este es el octavo, en realidad- y todos terminaron igual que este: con crisis. Terminó en crisis el plan de principios de los 60, de Frondizi seguido por los militares; el plan de inflación cero de (José Ber) Gelbard; el plan de (José Alfredo) Martínez de Hoz; el Plan Austral (de Raúl Alfonsín); el Plan de Convertibilidad (de Carlos Menem); el plan de los Kirchner; y el plan de Macri. Siete y el octavo es el plan de Alberto Fernández.
En los últimos 60 años, entonces, incluyendo este, hemos tenido ocho planes. Es un plan cada siete años y medio que terminaron prendiéndose fuego y prendiendo fuego a la Argentina. Ya deberíamos haberle encontrado la vuelta los argentinos, de que algo está pasando acá. Independientemente del envase que tengan estos planes, el contenido tiene que ser muy parecido, porque sino alguno hubiera determinado bien.
Todos terminaron parecido: con saltos inflacionarios, devaluaciones, default, tarifazo, ajustazo, a veces hasta renuncias de presidentes. Sin dudas que hay algo que nos pasa que es común a estos ocho planes económicos que ¿sabes qué es?
– No…
Violar la ley de gravedad. Tan simple como eso. ¿Qué hacen los países que prosperan, qué hacen los países donde la gente vive bien? Viven de algo, comercian, venden algo al mundo. Nosotros vivimos obsesionado con que no entre nada de afuera a la Argentina, la famosa sustitución de importaciones, el “vivir con lo nuestro”. Este es el peor pescado podrido que nos hemos comprado a lo largo de la historia.
– Ese “vivir con lo nuestro” tiene anclaje en la historia y repeticiones en la actualidad. El argumento principal es que tenemos que nos podemos quedar sin industria, sin actividad económica, y por lo tanto sin empleo y con más pobreza. ¿A este argumento cuál es tu respuesta?
La primera respuesta que le daría a ese argumento falso es la realidad: la Argentina es un país en decadencia, que tiende a ser una gigantesca villa miseria si no cambia. Tenemos la mitad de la población pobre. Cuatro millones de personas viendo en villas miserias. La mitad de los trabajadores trabajan en negro, totalmente precarizados. Los chicos se nos están yendo del país y las empresas también.
Si el emblema de la estrategia de crecimiento de Argentina de los últimos 60 años ha sido la sustitución de importaciones ha sido un gran fracaso. Y, en realidad, es un fracaso porque es un gran pescado podrido, un gran buzón que nos hemos comprado. Lo mejor que le puede pasar a una economía, como a cualquier persona, es la competencia. La competencia genera altruismo, genera mérito, genera eficiencia, hace que uno se especialice en lo que es bueno. Incorporás cultura, incorporás buenos hábitos. La competencia es muy muy sana. Acá nos han hecho creer que somos incapaces de competir con el mundo, por eso tenemos que vivir colgados del arco para que no entre nada y es falso.
Lo demuestro a partir de los hechos: el fracaso argentino se estrepitoso de la mano del principal pescado podrido que nos hemos comprado, insisto, que es la sustitución de importaciones.
Pero hay dos cosas más que son dos leyes de gravedad adicionales que, como las violamos –como la de la competencia, con la sustitución de importaciones– hacen que Argentina viva en crisis, porque tener cada siete años y medio una crisis homérica, es vivir en crisis. La segunda ley de gravedad que violamos es que los tamaños del Estado tienen que ser tamaños razonables, que sean pagables por los impuestos que paga la gente de trabajo, y que si tenés déficit, sea un déficit que se puedan financiar. Argentina tiene un Estado de un tamaño que es impagable, porque la sociedad que está en blanco vive esclavizada pagando impuestos.
La gente que está en blanco más de la mitad del año trabaja solo para pagar impuestos, o sea que por una ventanilla cobra su ingreso y por otra ventanilla -llámese ventanilla B- le entrega el ciento por ciento de lo cobrado durante seis meses a la AFIP, ARBA o a las instituciones que recaudan impuestos en las provincias. Argentina tiene un estado elefantiásico que es impagable e infinanciable. Argentina tiene que achicar el Estado. En la sociedad donde la gente prospera, los Estados tienen un tamaño razonable y no sólo razonable en tamaño, sino que son Estados que son como una especie de fábrica que transforman los impuestos en bienes públicos: agarran los impuestos que paga la gente y los transforman en Seguridad, Defensa, Justicia, Diplomacia, Educación y Salud básicas. Acá los impuestos se terminan transformando en planes sociales, curro, amiguismo, clientelismo, corrupción, ñoquis, punteros políticos totalmente alejado de la realidad que debería ser.
La tercera ley de gravedad que violamos es que las leyes laborales que los países tienen donde la gente prospera son leyes laborales que son muy equilibradas a la hora de defender al trabajador y al empresario que emplea y da trabajo. No funden a los empresarios que echan a alguien porque saben que un empresario no echa por hobby, sino porque a pesar de haberlo entrenado, capacitado y formado no funcionó la relación laboral y, muy a su pesar seguramente, lo echa. Nuestras leyes laborales parten del supuesto equivocado de que el hobby empresarial no es ganar plata, sino echar gente, entonces las leyes laborales nuestras te fusilan como empresario si vos echas a alguien, entonces así no funciona.
Por eso a la Argentina le sale todo mal, porque hace todo mal y es porque está violando las leyes de gravedad. Ahora el problema, vos dirás pero cómo, che si la ley de gravedad uno en la vida real no la viola, uno no se tira de un décimo piso 10 veces pensando que 9 de 10 va a terminar bárbaro. ¿Por qué violamos la ley de gravedad? Y porque ya a esta altura, lamentablemente, como este modelo entró en crisis en los últimos 60 años, pero hace 100 que lo aplicamos, ya hay mafias muy poderosas que viven de la Argentina miserable en la cual nos estamos transformando.
Hay una pequeña mafia, pequeñísima pequeñísima, pero muy poderosa de empresarios muy prebendarios y corruptos que son una mafia, los que están nombrados en los cuadernos de las coimas. Segundo: también hay una mafia muy corrupta de políticos, no son todos, pero sí una parte muy importante, que viven de la profesión de hacer política, no usan a la política para cambiar el país como es mi caso, sino que viven de hacer política. Y luego tenemos a las mafias sindicales: hoy tenemos la mitad de la población trabajadora totalmente precarizada, hablamos de 8 millones de personas, y no podemos cambiar la leyes laborales porque las mafias sindicales te lo impiden.
Lo que nos pasa es eso, en lo profundo, más allá de Alberto Fernández, Guzmán, Cristina, Macri, Alfonsín, De la Rúa, Menem. El problema es que ya hay mucha gente, muy poderosa, que vive de enriquecerse a costa de millones de argentinos, transformándolos en miserables.
– En este contexto de un problema ya sistémico, que ya no funciona, ¿por qué sube tanto la inflación y por qué sube tanto el dólar?
Entre las muchas leyes de gravedad adicionales que violamos está la ley de gravedad que dice que la inflación es un fenómeno monetario. Uno tiene inflación porque está emitiendo dinero…
– Ahí hay una diferencia casi irreconciliable entre tu posición, que es la de los economistas, y la que tiene la política. No solamente del kirchnerismo, incluso de la oposición. La política que dice que no es un fenómeno monetario, que es multicausal.
Hay muchos economistas que creen que no es un fenómeno monetario. Guzmán habló de que la inflación es un fenómeno multicausal. Hay un montón de economistas que consideran que la inflación no es un fenómeno monetario o, incluso, algunos dicen que no es “sólo” un fenómeno monetario. La inflación es sólo un fenómeno monetario. Yo te diría de nuevo: es violar la ley de gravedad. Por eso a mí hasta media bronca que seamos tan brutos de ignorar leyes de gravedad.
Te voy a contar una historia. En el año 1977, a Milton Friedman le dieron el Premio Nobel de Economía, que sería el Oscar de la Economía, el Olimpo de las Ciencias, que es el Nobel, en parte por sus contribuciones a la teoría monetarista de la inflación. Pero no solo quedó ahí la contribución de Friedman, sino que esta teoría que recibió, insisto, el Oscar de la Economía en el año 1977, fue probada por las ciencias duras en un montón de países posteriormente, a lo largo de muchísimas décadas. Y se probó que la inflación es un fenómeno monetario.
Cuando se ve cómo el mundo ganó la lucha contra la inflación lo hizo actuando sobre la moneda. De los pocos países que todavía negamos que la inflación sea un fenómeno monetario es Argentina, por eso seguimos con problemas de inflación. Pero además de estos dos datos -que el Nobel se lo dieron a Fridman y que después su teoría fue probada- es de puro sentido común pensar que la inflación es un fenómeno monetario. Las cosas que uno consume todos los días están denominadas en la moneda que emite el Banco Central. El peso, en el cual está denominado tu corbatero, el mío, mi saco, mis zapatos, los tuyos, tus anteojos, están denominados, el valor, en la moneda, que emite el Banco Central. Por lo tanto, sería natural pensar que la inflación tiene que ver con el que emite la moneda en el cual están denominadas las cosas que compramos. Y por si fuera poco, te voy a dar un ejemplo muy simple para entender que la inflación es un fenómeno monetario. Pensemos en el mercado de la papa: ¿qué pensás que va a pasar si hay más oferta de papas que demanda de papas? Si sobran papas ¿qué va a pasar con el precio de la papa?
– Va a bajar…
Baja el precio de la papa. Si hay más oferta que demanda de papa, entonces, cae el precio de la papa. Ahora, si cae el precio de la papa, esa papa cuyo precio cayó va a comprar menos fideos, manteca, pan, porque cayó su precio. Como que cayó el poder de compra en términos de otras cosas, sobran papas.
Con el dinero pasa lo mismo: cuando sobra dinero porque estás emitiendo, ofertando más dinero que la gente quiere, la demanda, cae el poder de compra del dinero: esa es la inflación. Pensar el problema de la inflación como fenómeno monetario es tan natural como pensar que si cae el poder de compra de la papa es porque están sobrando papas.
– Ese problema de la inflación como del dólar ¿creés que en el corto plazo va a seguir agravándose y qué consecuencias puede tener?
Ha quedado claro que la inflación es un fenómeno monetario, exclusivamente monetario en el largo plazo, por lo menos, porque en el corto plazo puede haber aumento de tarifas o del dólar, pero esas son subas de precios relativos más que inflación. Vamos ahora a la coyuntura argentina. El 11 de agosto se va a conocer la inflación de julio.
– Sí.
Muy probablemente estemos con una inflación cercana a los dos dígitos cercana al 10%, lo cual significa que, anualizada, es una inflación del 200 por ciento. O sea que Argentina camina a un régimen de inflación del 100%, con un dólar que sin dudas, a la larga, cuando uno mira series largas entre el dólar y los precios, en nuestro país el dólar y los precios van juntos. Como Argentina es un país que fruto de sus crisis no gana productividad, es muy difícil que el dólar pueda atrasarse demasiado respecto de los precios. A la larga, el salto inflacionario va a ser acompañado por el dólar, así que sin duda, vamos un escenario de alta inflación y con suba del dólar.
– La postura del Gobierno, y sobre todo la expresada por (la portavoz Gabriela) Cerruti, decía que la suba que hubo del dólar ilegal no tiene nada que ver con la economía, sino que es una cuestión especulativa, que no es un precio de referencia.
Sí, dijo eso Cerruti, pero al mismo tiempo una conspicua miembro del Frente de Todos, como la senadora Juliana Di Tulio, dijo que habría que poner un policía en cada cueva. Evidentemente, el mercado paralelo, el mercado blue, no es tan chico ni es tan irrelevante, no solo para el Gobierno, sino para todos. No, de ninguna manera el mercado es chico y de ninguna manera es irrelevante.
Planes sociales y control de la natalidad
– Con respecto al tamaño del Estado y tu crítica sobre el déficit, un aspecto fundamental es el tema de los planes sociales y el peso que están teniendo los beneficios sociales.
Me gustaría detallar y abundar un poco los tres temas. En la apertura, el tamaño del Estado y las leyes laborales. Sobre el tamaño del Estado que vos preguntás sí, claramente, un tema crítico son los planes sociales, sin duda, porque es un gasto público muy importante. Representa, aproximadamente, 3 puntos y medio del producto, muchísimo.
Con respecto a los planes sociales acá hay dos cosas por hacer. Hay muchas cosas por hacer: una, hay que auditarlos y eliminar los que son truchos, y yo te aseguro que hay mucho plan trucho; dos, a los que no son truchos, hay que condicionarlos. Y limitar la cantidad de hijos que las personas tengan. Uno no puede darle una AUH por cada hijo: hasta dos hijos te damos AUH, más allá no. No puede ser que uno esté subsidiando el aumento de la pobreza.
– ¿Cómo es eso?
Claro, porque si a cada persona beneficiaria de planes se le subsidia cada hijo que tiene, la persona no va a tener ningún control sobre la natalidad y hay que tener una paternidad responsable. Los hijos tienen que ser queridos para que vengan al mundo, porque si vienen al mundo hijos no queridos, esos hijos no queridos no van a recibir el afecto que merecen, van a ser maltratados, probablemente sean violados y estaremos formando en el futuro delincuentes, violadores y asesinos
– ¿Creés que en algunos sectores está la decisión de tener hijos para tener planes?
No tengo la menor duda de eso. Eso se puede comprobar además…
– Es polémico..
Es polémico, pero lo asumo, lo digo y lo afirmo. Pero además hay otra cosa, que es más grave todavía que esto que yo estoy diciendo. La tasa de crecimiento de la población en hogares marginales está alrededor de 4 y 5 veces superior a la tasa de crecimiento de la población de clase media y media alta, como consecuencia de lo cual esto significa que, si Argentina no pone un límite a la natalidad en los hogares pobres, Argentina va a ser una gigantesca villa miseria en otro medio siglo, luego de 60 años de decadencia. Acá esto hay que mirarlo con total desapasionamiento, con total objetividad, con total frialdad, sacando los valores religiosos de por medio. Acá estamos frente a un drama social y poblacional. Tenemos una población que la mitad es pobre y esa mitad que es pobre crece a una velocidad la población que es infinitamente superior a la población que no es pobre. Si uno no empieza a poner controles de algún tipo o a mirarlo con objetividad este problema Argentina va a ser una villa miseria gigantesca.
– Lo que estás planteando es limitar desalentando los subsidios a tener hijos o pensás que hay que aplicar otro tipo de políticas…
No. Yo te hablé de la auditoría para eliminar los que son truchos. Que hay que limitar la AUH a dos hijos, y no más. Que hay que capacitar a esa gente, hay que exigirle que contra el plan social, contra la AUH, el Plan Progresar, lo que sea, termine su escuela primaria. Si terminó la primaria, que termine la secundaria. Si terminó la primaria y la secundaria, que realice estudios terciarios, que aprenda un oficio. Luego esa persona hay que calificarla y formarla en un oficio, en un trabajo y hay que darle también a las empresas una facilidad para que, cuando contraten como empleado a una persona beneficiaria de planes, por ejemplo, queden de exentos de contribuciones patronales durante una década. Me parece que hay que trabajar sobre la familia y sobre la demanda de trabajo de parte de esas familias.
– En el Congreso, el kirchnerismo impulsa un proyecto para generar un ingreso mínimo para erradicar la indigencia ¿vos qué pensás?
Déjame terminar un poquito más sobre los planes y voy a tu pregunta sobre la indigencia. Otras medidas que hay que tomar vinculado con el tema del fenómeno de los planes sociales. El objetivo que persigue el plan social, por lo menos teórico, es ayudar a la persona que quedó afuera del sistema por culpa de las crisis económicas de Argentina -y yo te nombré 8 planes económicos que terminaron en crisis- ahí hay víctimas de ese destrozo que ha sido la Argentina. Destrozos de oficios, de profesiones, de actividades. Por tanto, esa persona que recibe un plan social para mí es una víctima del sistema, por tanto hay que ayudarla.
Ahora la ayuda es a la persona, condicionada, repito, a las cosas que te comenté antes. Pero es a la persona. Esto significa cero peso a las organizaciones sociales. Esto de que haya un sindicalismo de la gente que quedó fuera del sistema, hasta me parece de mala persona, directamente. ¿Cómo puede ser que haya un sindicalismo de la gente que quedó afuera del sistema? La obsesión debería ser que la gente que quedó fuera del sistema esté adentro lo más rápido posible, no que haya un sindicalismo que resguarde los derechos de la gente que quedó fuera del sistema.
A las organizaciones sociales que defiendan los derechos de los que no tienen derecho porque lamentablemente han quedado fuera del sistema “cero peso”. Y hay que desactivarlas por completo. La plata va directo a la persona que cobra el plan. La otra cosa es que piquetero que corta la calle tiene que ir preso. La calle está para que la gente circule, para que la gente disfrute de la ciudad, para que vaya a trabajar, que los camiones distribuyan la mercadería. No está para que sea cortada por cualquier pelagato para reclamar lo que sea, este es un delirio. Piquetero que corta la calle, preso.
– Te van a decir…
Finalmente, y con esto termino para más preguntas tuyas: no puede ser que tengamos una Secretaría de Economía Social en el gobierno. Un piquetero que está de los dos lados del mostrador como (el secretario Emilio) Pérsico, que es funcionario del gobierno y corta calle. También esa secretaría hay que desactivarla por completo: Pérsico a la calle, a laburar.
– Lo que te decía: primero lo del tema de los cortes. Te van a decir que limitás la protesta o el derecho constitucional a reclamar a las autoridades.
No. El derecho de huelga está consagrado por la Constitución, por supuesto, pero también el artículo 14 de la Constitución dice que las calles de la Argentina son libres para ser transitadas. Acá hay un choque entre el exceso en el uso del derecho de huelga y el defecto por defender la libre circulación. Yo les armo a Moyano y a los piqueteros el quilombódromo y que vayan a manifestar ahí. Pero no puede ser que se perjudique…
– ¿El quilombódromo?
Sí. A los piqueteros y a Moyano les armó el quilombódromo que vayan a manifestar ahí. Que lo llenen, que hagan ahí las marchas, pero que no le caguen la vida a la gente. Pero además otra cosa, acá se le arruina la vida, como los piquetes son básicamente en la Capital, se le arruina la vida al porteño y al pobre tipo del Conurbano que viene a laburar a la Capital. Ahí estamos hablando de gente de trabajo, de esfuerzo, no de garcas o poderosos que tienen helicóptero o aviones. Estamos hablando de gente que toma el tren, el colectivo, a la cual le arruinan la vida, que dicho sea de paso es la gente que paga impuestos para darle plata a los beneficiarios de planes. No puede ser que le cague la vida la gente que recibe el subsidio a la gente que lo paga.
– Vayamos al tema de la indigencia ¿Vos estás de acuerdo con que todo argentino por el hecho de ser argentino, tenga un ingreso para que no sea indigente? ¿O creés que eso no debiera darse?
Yo no estoy de acuerdo. Pero no porque yo disfrute con la indigencia o porque sea un hijo de puta, porque soy un mal tipo y disfruto de la indigencia. No. Lamento que no se vea esto, pero Argentina está dinamitando la cultura del trabajo.
– Los videos que estuvieron circulando hablan un poco de eso, no?
Sí, la dinamitan. Estamos a punto de perder la cultura del trabajo. Ya hubo una ruptura en la cultura del trabajo cuando hace algunas décadas se pasó de “mi hijo el doctor” a “mi hijo el empleado público”. Ahora estamos pasando de “mi hijo el empleado público” a “mi hijo el piquetero o el beneficiario de un plan, el planero”. Esto tiene que terminar urgente, es todo lo contrario. Acá hay que desactivar planes, más que dar cada vez más planes. Ahora se ha creado también la figura del aguinaldo al plan social: el aguinaldo es un sueldo número 13 a la gente que trabaja y que recibe un salario. ¿Qué es el aguinaldo ese? Es el subsidio del subsidio, no un aguinaldo al plan. Después salieron a hablar también de salario básico universal. ¿Qué salario básico universal? Lo que pide Grabois es un IFE, un ingreso familiar de emergencia, es un subsidio.
Dejemos de degradar el vocabulario y dejemos de degradar la vida y la actitud diaria. Pero no al salario básico universal por ser mal tipo, sino porque vamos a romper la cultura del trabajo. ¿Quién va a querer laburar así? Esta chica lo dijo estos días (Mariana Alfonzo) que recibe 50,000 pesos por mes y está feliz de la vida sin laburar. Estamos logrando eso y hay que terminar con esto. Hay que cambiar la Argentina para que haya futuro, porque nos vamos a quedar sin futuro. Nosotros y nuestros hijos.
– Volvamos al tema del control de la natalidad, porque me parece que es importante.
Es que tiene que haber control de la natalidad, tiene que hacerse docencia. Cuando yo hablo de control de la natalidad no hablo de obturarles las trompas, no, esa es una idea nazi. Digo que hay que hacer docencia en las villas, en las zonas marginales. Control de la natalidad es hacer cultura sobre una paternidad responsable. Los hijos tienen que venir queridos al mundo tiene que ser deseados, buscados.
– ¿Pero por qué creés que la gente pobre quiere tener hijos para cobrar un plan?
No. A ver. Hay una parte de la gente pobre que quiere tener hijos para cobrar el plan, pero otra parte de la gente pobre tiene hijos porque no sabe cuidarse, no tiene control de la natalidad. Y ante eso, hay que darle cultura, enseñarle a la gente para que sepa que tiene que haber una paternidad responsable. El hijo tiene que ser querido, porque es una boca para alimentar, un corazón para darle amor, es un alma para cuidarla, para darle afecto, cuidado. No puede venir cualquier chico al mundo, tiene que ser querido: esa es la idea del control de natalidad por la educación. Por la educación, no por la obturación.
– Ah. Correcto. No planteás que si tiene más de tres hijos hay que no sé, aplicar otra medida invasiva.
No. Estamos hablando de limitar el subsidio a la AUH a una cierta cantidad de hijos, pero fundamentalmente hacer cultura, hacer docencia, ir a las villas a educar, en los comedores sociales, educar, eso no se está haciendo hoy.
Grabois y los subsidios
– Volviendo al tema de Juan Grabois, ¿cómo lo ves?
Grabois tendría que estar preso ya. Es un atorrante. Debería estar preso porque le arruinó la vida a diario a millones de argentinos que quieren laburar. ¿Por qué no se lo investiga a Grabois y la plata que maneja su movimiento? Maneja varias decenas de miles de millones de pesos.
– ¿Y qué pensás de esa idea que expresó los saqueos o que puede haber sangre en la calle?
Qué loco que un tipo que no sabe lo que es sudarla para ganar la guita hable alegremente de sangre. La verdad que me parece una frase repulsiva. Grabois me parece repulsivo y su frase más repulsiva todavía, porque es un tipo que ni siquiera sudó, chivó para laburar habla alegremente de derramar sangre. A mí me parece miserable la gente que vive de defender los derechos de lo que no tienen derechos porque quedaron afuera del sistema. Que se entienda bien esto: a mí cada persona que ha quedado fuera del sistema me duele en el alma, porque es un tipo que quedó arruinado por culpa de un sistema que arruina gente de manera deliberada. Acá tengamos claro que los políticos corruptos, que no son todos, pero sí hay corruptos; los sindicalistas mafiosos; y esa pequeñísima parte del empresario argentino que los vemos aplaudiendo siempre en primera fila de todos los gobiernos y que están nombrados en los cuadernos de la corrupción. Esos tienen como negocio la miseria Argentina. Para ellos es negocio que cada vez haya más gente fuera el sistema, tengámoslo claro. Eso a mí me violenta.
La persona que quedó fuera del sistema para mí merece toda la compasión, pero una compasión donde tiene que haber un subsidio limitado en el tiempo y durante ese tiempo tiene que estar condicionado para no romper la cultura del trabajo. Yo entiendo que es una línea muy finita, muy delicada. Es una frazada corta: si te quedas muy corto en la ayuda a la persona, la mandás al muere, pero si la frazada es demasiada larga también la mandás al muere, porque le rompés la cultura del trabajo. Yo entiendo que es finito, pero bueno, es así la realidad.
Del ajuste y las reformas
– Corregir todos esos desequilibrios requieren un ajuste, requiere encontrarle alguna lógica
Puede ser. Tal vez está mal definido: el ajuste ya ocurrió. A lo largo de 60 años y con 8 crisis ya ocurrió el ajuste. La gente ya fue ajustada, ya fue aniquilada, diría yo, por ocho crisis. La mitad de la población pobre existe hoy, hace 60 años no había la mitad de la población pobre. Que haya 4 millones de personas viviendo en villas es una cosa de hoy, hace 60 años no había cuatro millones viviendo en villas. Hace 60 años no teníamos la mitad de los trabajadores trabajando en negro, no había trabajo en negro prácticamente. O sea, el ajuste ya ocurrió, por culpa de hacer lo que estamos haciendo. Somos como un drogadicto que agarró la droga hace un siglo y hace 60 años que nos está matando y, si seguimos así, nos vamos a morir, vamos a terminar haciendo una gigantesca villa miseria. Esa es la muerte para un país: ser una villa miseria al estilo de Cuba y Venezuela pero sin dictadores.
Admito que cortar con la droga no es gratis. Vos pasa por un síndrome de abstinencia. ¿Hay costos por terminar con la droga del populismo, que es lo que nos está matando? Sin duda.
– A esos costos yo los llamo ajuste.
Está bien. Yo entiendo que va a haber una parte de la sociedad que va a tener que ajustarse. Ahora, acá se viene ajustando el grueso de la sociedad. Lo que estamos hablando es que el síndrome abstinencia del ajuste pase por una parte de la sociedad mucho más pequeña que la parte de la sociedad que se estuvo ajustando en estos últimos 60 años, con un sistema que no funciona. Va a haber que ajustar, porque habrá que echar ñoquis, algunos empresarios van a tener que reformularse, si no se van a fundir. Hablemos un poquito de dos cosas que no hemos hablado, que es la apertura y las leyes laborales.
– Hablemos entonces sobre la apertura.
Sobre la apertura: no hay país en el mundo que haya prosperado sin comercio. Para poder comerciar hay que estar abierto al mundo. Esto no significa validar de ninguna manera -y yo las condeno- las malas aperturas económicas que se hicieron con Martínez de Hoz y con Menem, que quede claro. Las condeno y las critico porque se provocaron industricidios al pedo, que han dejado mal parada a la apertura económica, que es buena, es sana. La apertura económica te permite competir, adquirir buenas costumbres y comparar. Generar buenos hábitos, tecnología, capital. La competencia -que es la apertura económica- es buena. Sino a Messi lo tendríamos jugando todavía en el potrero de su casa. Messi es Messi porque salió a competir, sino no sería Messi el número uno del mundo.
– ¿Ahora qué tipo de apertura es la que estás planteando?
Cuando Argentina abrió la economía, en realidad, más que abrirla lo que hizo fue abaratar el dólar, producto del déficit fiscal financiado externamente. Esto hizo abaratar al dólar y fue, al mismo tiempo, lo que hizo fundir a medio planeta industrial y también al campo, porque con Martínez de Hoz y con Menem el campo también la pasó mal. Pero el dólar barato no es apertura económica, eso es una distorsión gigantesca de precios. La apertura económica es bajar aranceles a la importación y eliminar restricciones cuantitativas para importar. Todos los países que han luchado exitosamente contra la inflación han controlado la emisión monetaria. Los que han crecido sostenidamente en el tiempo han hecho inteligentes aperturas económicas, que no es lo que muchos industriales nos quieren vender acá: primero arreglame el problema impositivo, el problema laboral y después nos ponemos a hablar de la apertura, entonces la apertura nunca viene.
No, acá hay que poner bien los caballos adelante del carro: el caballo es la apertura económica, el carro es hacer una reforma fiscal y una reforma laboral para que la apertura no sea un industricidio, pero la apertura debe ser innegociable. Hablemos ahora de otra parte importantísima que son las leyes laborales…
– Dejame hacer un punto ahí: abrir la economía puede implicar exponerte a la competencia de China o implica competir con empresas de otros países que nos llevan una delantera de 30 años. Así, a las empresas que están en Argentina las terminas fundiendo ¿cómo hacés para balancear eso sí?
Si Chile ha firmado tratado libre comercio con China y yo no veo Chile que se haya prendido fuego por el tratado de libre comercio con China. Sí puede ser por otras causas. Uruguay está queriendo firmar libre comercio con China.
– Pero Uruguay nunca tuvo la escala en industria que tuvo Argentina. Siempre fue un país más más abierto y más de servicios.
Nuestra industria ha sido mucha, no toda, muy falopa. ¿Por qué te creés que los argentinos pagamos los autos más caros del mundo? Nos podemos congratular “tenemos industria automotriz”, pero con los bolsillos de nuestros consumidores de autos fundidos… ¿quién no tiene industria automotriz o textiles con productos como los pagamos nosotros, carísimos comparado con el mundo?
¿Viste lo que sale una remera afuera versus una remera acá? ¿Esa es la industria que queremos, fundiendo los consumidores de textiles o de autos?
Ahora ¿hay reconversión?, por supuesto que hay. No es necesario para reconvertir la industria automotriz echar a todos los trabajadores de la industria automotriz. ¿Querés fabricar fierros con cuatro ruedas? Fabricá fierros con cuatro ruedas, pero en lugar de autos, vamos a fabricar tractores, sembradoras, máquinas de corta y trilla, el mosquito que le llaman en el campo, las máquinas que se usan en la minería, las máquinas que se usan para extraer petróleo. La apertura económica es especializarte en lo que sos bueno. Y para especializarte en lo que sos bueno, vas a necesitar una industria de camiones, de cosechadoras, de tractores gigantescas. La industria textil, así como se reconvierte la industria automotriz, se va a tener que reconvertir. No es necesario que desaparezca la industria textil. A lo mejor voy a tener que fabricar muchas de otras cosas, que hoy las fabricás acá carísimo. A lo mejor importás esas cosas y vos vas a fabricar otras cosas. Fabricarás mucho más mameluco para que se pueda trabajar en las minas, para que se pueda trabajar en la industria del petróleo, para que la industria del salmón en Tierra del Fuego, en lugar de tanta promoción industrial.
Si se confunde apertura económica con atraso cambiario, eso es mala leche total. La apertura económica es baja de aranceles y eliminar restricciones cuantitativas. El atraso cambiario, que es lo que ha fundido a la industria con Martínez de Hoz y con Menem, es una distorsión de un precio relativo, que ocurre por el déficit fiscal financiado con deuda externa.
– Vayamos a la reforma laboral.
La reforma laboral es un título que implica 10 millones de reformas adentro. ¿Qué significa esto? Punto uno, el tema indemnizatorio, un tema crítico hoy para las empresas. Hoy vos despedís un empleado y te arriesgas a que queden 20 se queden sin trabajo porque te funden a la empresa. Hoy las leyes laborales funcionan así, un delirio. Digo que cambiemos el sistema indemnizatorio, en lugar de que sea en cabeza del empresario el que tiene que pagar la indemnización, que sea el superávit que hay hoy en las cajas de asignaciones familiares. Hoy la caja de asignaciones familiares tienen superávit porque a la caja de asignaciones familiares aportan empresarios y empleados y paga mucho menos que lo que se recauda. Esas cajas podrían pagar el subsidio por desempleo a la gente despedida. Te digo otro lugar de donde podría salir también el subsidio a la persona desempleada, en lugar de la indemnización como está hoy en cabeza de la empresa. Hoy tenemos más de 300 obras sociales sindicales en Argentina, pero solamente 10 funcionan bien. Sin embargo, todas reciben el aporte de 6% sobre la masa salarial que paga el empleador -la contribución patronal que se llama- más el aporte personal del 3%. Lo reciben las que prestan servicios y las que no prestan. Digo que las que no prestan servicios, no le mandes el 6% de contribución patronal y el 3% de aporte personal, que se mande al fondo desempleo para pagar el subsidio de los despedidos.
– ¿Y cómo le das la cobertura médica?
La cobertura médica hoy 290 obras sociales no se la dan. El empleador termina contratando una privada o los mandan directamente a las 10 obras sociales que sí están prestando servicios, porque hay alguna movilidad entre obra social, hay alguna competencia. Terminan en las obras sociales que sí funcionan o terminan en una prepaga. El sistema de indemnizatorio podría cambiar totalmente y significaría una baja de costo laboral fenomenal para el empresario y vos le seguís respetando al trabajador el derecho a una indemnización. Simplemente cambia la manguera de donde sale la plata.
– ¿Pero vos no decís eliminar la indemnización?
No. Cambia la caja de donde sale la plata, nada más. Esa caja ya existe, pero en lugar de terminar en manos de chorros, que termine en manos del empleado y no en cabeza del empleador como ocurrió hoy. Plata que está pagando ya el empleador, recuerdo, porque el empleador aporta para el sistema de asignaciones familiares, el empleador aporta para las obras sociales sindicales. Lo que no funciona o donde sobra plata, que vaya a pagar la indemnización por despido. Otra reforma que tenemos que hacer: la negociación colectiva tiene que ser muy descentralizada. Un taller mecánico de 5 personas perdido en Famaillá, en la provincia de Tucumán, nunca va a poder cumplir el convenio colectivo que firma SMATA (el sindicato de mecánicos) en Pacheco con la Volkswagen. No hay manera. Entonces hay que descentralizar la negociación colectiva, que el taller mecánico cierre el convenio colectivo que pueda cumplir con sus cinco empleados, que no tiene nada que ver con el que sí puede cumplir la Volkswagen con SMATA.
– ¿Pero no tenés un desbalance de fuerzas entre el empresario y sus cinco empleados?
Pero si los empleados consideran que el dueño del taller mecánico les paga menos, se irán a otro lugar. El negocio del empresario no es explotar gente, es ganar plata. Si el empleado, en un sistema de libre movilidad, considera que la paga es injusta, se va a otro lugar. Acá hay que dejar de pensar que es necesario proteger tanto al empleado del Drácula del empleador. El empleador yo te aseguro que no tiene como objetivo dinamitar la vida del empleado. Su objetivo es ganar plata.
Además, hay que poner el límite a los mandatos de los secretarios generales. Si el presidente dura cuatro años, con derecho de reelección a cuatro años más, lo mismo para los secretarios generales. Nosotros tenemos dinosaurios, hace medio siglo, sentados en la poltrona. Los convenios colectivos que tenemos hoy son de hace medio siglo, cuando no existía Internet. Tenemos que terminar con los convenios colectivos y sancionar nuevos, adaptados a las nuevas circunstancias.
– Eso te va a enfrentar con toda la dirigencia sindical.
Sí, por supuesto. Con toda la mafia sindical.
– ¿Y cómo hacés para enfrentarlos?
La manera de enfrentar la mafia sindical no tiene milagro. Para que esto sea votado por la gente, esto tiene que estar sobre la mesa en la campaña electoral. Hay que hacer campaña diciendo estas cosas y es otra novedad que los liberales venimos a traer a la política. Hacer campaña con las cosas que uno va a hacer. ¿Por qué Patricia Bullrich parece Milton Bullrich (por Friedman), Larreta parece Ludwig von Larreta (por Von Mises), y Macri parece Amartya Macri (por Sen)? Porque el liberalismo está poniendo sobre la mesa cosas que la vieja política no ponía. El cuento de la vieja política, a lo Menem “si yo decía en campaña lo que iba a hacer no me votaban”, no va más. Ahora, la gente está medio podrida de que le mintamos desde la política -aunque yo no mentí, pero como soy un político más, me considero adentro-. La gente le está dando bola en la política hoy a los que no le mienten. Hay que hacer política y campaña diciendo lo que vas a hacer. Si la gente lo vota, tenés el mandato popular para hacer las reformas.
– ¿Cuando te decía quién se hace cargo del ajuste es quién se hace cargo de esas reformas?
No hay milagros. Insisto que la elección del 23 debe ser la última o la penúltima elección que nos queda antes de que terminemos como una villa miseria si nos equivocamos. Argentina está en una situación límite, medio border. Si se llega a equivocar la sociedad en el 23 o 27, como tarde, ya no tiene retorno. Está muy rota la sociedad. ¿Cómo se hace o quién lo hace? Y yo diría que se necesita de un ejército de personas que piensen en que la ley de gravedad no puede violarse, algo elemental. Hacer campaña con eso, tener el mandato popular para poder hacer para poder aplicar la ley de gravedad en Argentina. Si no tenés mandato popular, olvídate.
La política
– No te parece que pudo hacer sido funcional al kirchnerismo, el haber planteado un pedido de juicio político a Alberto Fernández? Está todo el kirchnerismo diciendo que son golpistas y el ejemplo es Espert que pide que se vaya Alberto Fernández.
Golpismo es ir contra la Constitución y la Constitución prevé el mecanismo de juicio político y destitución, en caso de que el Senado lo considere culpable de mal desempeño, que es mi acusación al presidente. Dentro de la Constitución todo, fuera de la Constitución nada. Por culpa de no haber utilizado la institución constitucional del juicio político hemos tenido golpes de Estado o renuncias de presidentes. Hay que tenerle menos miedo a la Constitución y hay que tenerle mucho amor, mucho respeto, leerla, estudiarla, comprenderla y ejercitarla. La institución del juicio político es una institución constitucional, eso no es golpismo. Si Alberto Fernández para mí es un inútil y yo lo he justificado en el pedido de juicio político, ¿por qué no destituirlo si llegara a ser considerado culpable de mal desempeño en el Senado?
– ¿Vos creés que puede avanzar un pedido de este tipo?
Yo voy a justificar por qué para mí amerita un juicio político a Alberto Fernández. Primero que su política pandémica fue criminal porque al haber encerrado por excesivo tiempo a la gente, fundió a millones de argentinos, le rompió la cabeza a las criaturas, les rompió la cabeza a los adolescentes, arruinó la vida de los adolescentes durante dos años. Por si fuera poco, Alberto Fernández fue un inescrupuloso al hacer un vacunatorio VIP, al hacer fiestas en Olivos, mientras la gente estaba procesada por intentar levantar las persianas en sus fábricas, de sus comercios durante la cuarentena. Y, lo que es imperdonable, haber priorizado la relación geopolítica con Rusia y China cuando estaba la Pfizer para tirarse encima, vacunar a millones de personas, algunas de las cuales no hubieran muerto como murieron por la prioridad que le dio la cuestión geopolítica con Rusia y China. Ya la gestión pandémica criminal amerita el juicio político. Es más, creo que en un país normal el juicio político por la gestión pandémica de Alberto hubiera terminado en la destitución.
Pero, por si fuera poco, le quedaría por lo menos una cosa más: el desastre que ha hecho con la economía. Alberto Fernández va a ser el presidente que más va a endeudar a la Argentina en la historia democrática, más que cualquier otro presidente. Se viven llenando la boca con lo malo que la deuda y va a ser el presidente más endeudador de la historia democrática argentina.
– El Gobierno da un argumento distinto…
Totalmente, es falso. El dato mata relato, los datos muestran que Alberto Fernández ya ha hecho aumentar en dos años y medio la deuda pública más que el gobierno anterior, que el anterior y que el anterior y que el anterior.
– ¿Endeudó más que Macri?
Sí, claramente. Pero más allá de Macri. Lo que importa acá es el relato versus la realidad. La realidad es que Alberto Fernández nos endeudó tanto, que nos está poniendo desde ahora al borde del default todos los días hasta que termine su mandato. Es un irresponsable total. Y ahora la guerra contra el campo. Esta incitación a la violencia que está haciendo, hablando de que los sojeros no venden la soja, como si las como si los dólares que representan la soja fueran de él o del Banco Central. No. Los dólares que representa la soja, y aclaro muy bien, dólares que representa la soja -porque el productor agropecuario cobra en pesos- son del productor de la soja, no son de otros. Son del tipo que labura, son míos, porque yo soy productor agropecuario junto con mis hermanos.
– ¿Vos personalmente?
Sí. Yo, en Pergamino, donde nací. En provincia de Buenos Aires. Y yo me siento muy ofendido y agredido por el presidente cuando nos trata de oligarcas. Los productores agropecuarios somos laburantes. Nosotros laburamos nuestro campo, con mis hermanos de sol a sol. Más ellos que yo, obviamente, pero nosotros laburamos el campo, no lo alquilamos. Nos rompemos el culo para trabajar el campo, no somos ningunos garcas. Tenemos empleados, les pagamos en blanco, pagamos cargas sociales, sueldos, impuestos. Nos violan a impuestos y que el presidente nos diga “garcas que queremos la destitución” es una cosa que me ofende, me agrede. Y desde ya le digo que cualquier acto de violencia que pueda ocurrir con la gente del campo, con nosotros, los productores agropecuarios, es culpa de él, que está incitando la violencia.
– Ahora volviendo un poco a la cuestión económica y sobre el tema del campo.
Lo que están planteando los productores es que entre la retenciones y lo que cobran por el dólar oficial terminan teniendo una retención o un descuento tremendo sobre lo que vale la soja. Lo hago fácil: en Estados Unidos cobran tres veces y media más por cada tonelada de soja. Entonces de ¿qué me hablaban? Si los productores agropecuarios no queremos vender soja de vez en cuando, tenemos todo el derecho de hacerlo en general, pero tenemos todo el derecho cuando nos violan con impuestos. Acá se cobra como mínimo la mitad de lo que se cobra en el resto del mundo por lo que uno produce. Nos esquilman y nos violan a los productores agropecuarios, así que tenemos todo el derecho a protestar.
– Muchos productores lo que están diciendo es que la única solución que puede haber es que cambien el tipo de cambio sobre el que se cobra.
No es la única solución, es una solución. Acá tiene que desaparecer las retenciones que no se cobran en ningún lugar del mundo. El único lugar cavernícola que se cobran retenciones y de este nivel son acá.
– ¿Pero el tipo de cambio actual es un tipo de cambio lógico?
No, es absurdo. Pensá que un productor agropecuario recibe, como mucho, 90 pesos por cada dólar, que vale 135 en el mercado oficial y 330 en el mercado paralelo o el mercado blanco del contado con liquidación. En el mercado MEP, 330 vale un dólar libre blanco: el productor recibe 90, un delirio.
– Tenemos ahora dólar soja, dólar MEP…
Sí, y ahora viene el dólar pymes, que también piden su dólar. Un delirio. Si el Gobierno se quedó sin reservas, como todo parece indicarlo, es el mejor argumento para liberar el mercado de cambios. en lugar de intervenir más, metiéndole más presión en la olla, que un día va a reventar.
– ¿Vos estás a favor de liberar el tipo de cambio?
Por supuesto.
– Eso implicaría una devaluación…
Por supuesto que sí. Pero la devaluación va a ser mucho peor si seguís metiéndole presión a la olla con cada vez más cepo o creando dólares de la galera, como este dólar soja o dólar pyme. Lo que sí tenés que hacer, dado que te quedaste sin reservas, es hacer dos cosas: no sólo liberalizar el mercado de cambios -o como muy raro, desdoblar el mercado de cambios- lo que tenés que hacer sí o sí, junto con el desdoblamiento o la liberalización, es poner un ancla nominal para que el dólar no se te dispare a cualquier lado. El ancla nominal tiene que ser el gasto público. El gasto público hay que congelarlo en pesos hasta fines del año que viene.
– Ese dólar, que tendría que ser el nuevo dólar, ¿a qué número sería parecido?
Y sería parecido al dólar libre de hoy. Por lo menos inicialmente sería eso.
– ¿Pasar de 130 a 330?
Sí. ¿Es una gran devaluación? Sí. ¿Es un gran salto en el nivel de precios? Sí. ¿Es malo? por supuesto que es malo, pero acá no estamos hablando de situaciones ideales. Estamos hablando de cuál es la situación menos mala para la gente, dado el desastre político que ha hecho Alberto Fernández, otro de los motivos por los cuales creo que merece un juicio político. Dado el desastre que ha hecho Alberto Fernández ¿qué es lo menos desastroso que podemos hacer hoy? Creo que es desdoblar o liberalizar más un ancla nominal, que tiene que ser el gasto nominal en pesos. ¿Significa una gran devaluación y un salto en el nivel de precios? Sí, pero eso es mucho menos malo que la explosión cambiaria que puede haber por la presión que se le está metiendo a la olla.
– ¿Pero es un salto devaluatorio de más del 100%?
Sí, si liberalizás. Si desdoblás, no tanto.
Elecciones y candidaturas
– ¿Te ves como candidato a presidente?
La verdad que no estoy pensando en ninguna candidatura para el año que viene. ¿Que voy a jugar? Sí que voy a jugar, por supuesto.
– Es una novedad que no tenés en la cabeza pensar en ser candidato presidente…
No, Vamos de nuevo. Lo que digo es que no estoy pensando en ninguna candidatura hoy para el 2023. ¿Qué significa no pensar en ninguna candidatura? No significa que niegue candidaturas, significa que no estoy pensando, porque estoy muy concentrado en dos cosas hoy: en la actividad legislativa mía, que es muy prolífica, hemos presentado muchos proyectos y estamos trabajando muy bien. Eso se puede ver en la página, en el perfil mío de Diputados y, el poquito tiempo que me queda, de la actividad legislativa. Estamos recorriendo la provincia de Buenos Aires, porque nos dio una gran noticia el año pasado, cuando nos dio terceros. Por primera vez en la democracia, creo que en una legislativa los liberales quedaron en tercer lugar, no recuerdo muchas veces que haya ocurrido. Sacamos 700.000 votos en la provincia, siete veces más que en el 2019. Fuimos el espacio liberal más votado en todo el país. Los más votados fuimos nosotros, los de Avanza Libertad, así que nos debemos al pueblo de la provincia de Buenos Aires. El poquito tiempo que me queda en la tarea legislativa, cada pueblito lo estamos visitando una vez por semana.
– Eso implica meterte en provincia de Buenos Aires y no tanto en la discusión nacional.
Sí, y eso me lleva a contestarte la pregunta inicial. No lo estoy pensando todavía porque mi objetivo es hacer cada vez más fuerte Avanza Libertad en la provincia, que es el 40% del padrón. También estamos trabajando en Mendoza, en Córdoba, en Santa Fe y en CABA (Ciudad de Buenos Aires). Estamos empezando a trabajar en las cuatro grandes, además de la provincia de Buenos Aires: estamos las cinco grandes. Hoy no pienso mucho en el 23: en el 23 puedo ser candidato a Presidente puede ser candidato a gobernador de la provincia, pues yo he nacido en provincia y vivo en provincia, podría ser la senaduría provincial, también. No lo sé. Con esta situación económica -que es una bomba- es poco responsable estar pensando en candidaturas. Además, dicho sea de paso, hace 9 meses que votamos. Dejémonos joder y gobernemos, pensemos en la gente.
– Es que, tal vez, el proceso eleccionario se puede adelantar y quizá sea importante tener ordenado de algún modo los equipos políticos para encarar esa situación.
La gente se merece que nos preocupemos por ella, realmente. La gente está desesperada porque no llega a fin de mes, desesperada porque la matan por la calle por la inseguridad como un bicho, desesperada porque sus hijos se quieren ir, desesperadas porque muchos chicos están deprimidos por la cuarentena cavernícola de Alberto. Los menos chicos se han vuelto a hacer pis en la cama, estamos frente a un drama social que nos obliga a los políticos a conectarnos con el presente y dejar de pensar en otra cosa. Me provoca repulsión el tipo que vive pensando en elecciones. ¿Cuándo laburás, flaco? ¿Laburás de vivir de elección en elección, pero la estás cagando con la gente, entonces?.
– Lo que pasa que estamos en un contexto muy desafiante y es un contexto en el que cualquier situación puede acelerar el proceso electoral.
Entiendo, pero pensemos eso si se da. En el medio, tenemos que pensar en gobernar para la gente. O en legislar para la gente.
– Está clarísimo por todo tu planteo y tu explicación, por tu posición personal y política que con el cristinismo no vas ni a la esquina.
No.
– ¿Y con Juntos por el Cambio? ¿Con algún espacio o sector de Juntos por el Cambio?
Te diría dos cosas: primero, el kirchnerismo es un estado medio de insanidad mental para mí por lo tanto tengo poco que ver con el kirchnerismo. Ahora del lado de la oposición, diría: es necesario que la oposición no discuta más las leyes de gravedad. Si la oposición no discutiera más la ley de la gravedad que te acabo de comentar -apertura, tamaño del Estado, leyes laborales- ahí podríamos nosotros, desde Avanza Libertad, pensar en alguna coalición o participar de una mega PASO opositora al kirchnerismo. Pero tendría que estar esto muy claro, sino prefiero seguir trabajando solo.
– Uno cuando habla con Horacio Rodríguez Larreta o Mauricio Macri o Bullrich tienen ideas que no son muy distintas a las tuyas.
Estas ideas a los tres les surgieron ahora. Sino a Macri le hubiera ido bárbaro, y le fue mal. Tan mal le fue que volvió el kirchnerismo, porque el kirchnerismo vuelve por el fracaso de Macri y el fracaso de Macri fue desconocer estas tres leyes de gravedad -la apertura, el achicamiento del Estado y las leyes laborales-. Ahora, estos tres personajes hoy están convertidos en Ludwig von Macri, Milton Bullrich y demás. Hoy tienen discurso de sentido común, tienen discurso liberal los tres. Quiero saber si en campaña el año que viene lo van a decir como hoy empiezan a decirlo, vamos a ver.
– ¿Si tienen un plan que coincide con eso, estarías de acuerdo en forma parte de ese espacio?
No, no. De ir a una mega PASO opositora. Formar parte del espacio, no: una mega PASO opositora, si estamos de acuerdo en estas tres leyes de gravedad. Para mí, la mega PASO opositora tiene sentido solo si vamos a elegir la mejor cara representativa de estas tres ideas, pero estas tres ideas no pueden discutirse y yo le agregaría más: hay que hacer una reforma del sistema de salud, del sistema de seguridad, a la educación, que la estamos destruyendo. Tenemos que ponernos de acuerdo en cuestiones muy básicas para que Avanza Libertad participe de una mega PASO opositora, pero si y solo si estamos de acuerdo en cosas que no deben discutirse. Insisto: la mega PASO tiene sentido para mí solo si lo único que se decide es la cara que representa estas ideas, no las ideas. Las ideas no pueden discutirse, porque son ideas de sentido común, son leyes de gravedad. Nos va mal porque discutimos las leyes de gravedad, ese es mi punto.
– La última. ¿Javier Milei nunca más? ¿Hay posibilidad de tener acuerdos, de volver a recuperar esa relación?
La relación está inquebrantable y es la mejor. ¿Por qué es la mejor? Porque la separación fue muy sana, Javier cuando decidió participar en política decidió participar dentro de Avanza Libertad, el espacio político mío. Y un día dijo: “la verdad José Luis, me siento con espaldas para hacerla solo. Acá soy uno más porque estás vos”. Bueno -le digo- andá a hacer la tuya y se fue. Cambió el nombre, en lugar de Avanza Libertad fue La Libertad Avanza y le está yendo bien, así que… la mejor. Pero hoy ninguno de los dos está pensando en juntarse.
Fuente Infobae