Iguazú (LaVozDeCataratas) Todavía suena en mi cabeza, relatos como «encontraron una bolsa de gatitos en el arroyo», «ponelos en una bolsa y tiralos», «matalos cuando nazca», «tirale agua caliente a esa gata»…..
Dicen que si un gato llega a tu casa es porque te eligió, no lo corras… La adopción es una de las medidas más nobles para erradicar este problema, sin embargo, cuando se trata de adopción de michitos, mp hay muchas personas que dicen que si.
Hay personas que se esfuerzan en hacer comparaciones todo el tiempo y, al parecer, ni siquiera los animales escapan de ello. De manera que nunca falta quien pregunte si prefieres a los gatitos o a los perros.
En verdad muchas personas se aferran a ciertos mitos y prejuicios para dejar a los gatitos fuera de su vida. La verdad es que se podrían estar perdiendo del amor más suave y ronroneable del mundo, sí, más que el de los lomitos. Esto es muy personal «el que no quiere a un gato es porque jamás le dio la posibilidad de amarte».
Decir que los gatos no son cariñosos es uno de los peores mitos. Algunas personas necesitan que se les haga fiesta por cada movimiento que dan, inclusive por parte de sus mascotas. Es cierto que los perritos pueden devolverte a la vida si después de un mal día corren hacia ti para pedirte mimos. Pero el afecto no sólo se muestra de esa forma y eso tiene que ver con la crianza y domesticación tanto de gatos como de perros.
Lo que llaman apatía es evolución y convivencia, los gatos muestran su amor a su manera. Cuando te miran y cierran los ojos lentamente, cuando te ronronean, inclusive si se meten en tus pies mientras caminas.
Ellos respetan su individualidad y la tuya, el mejor estilo de amor libre. Además, cuando un gato te da un poco de su amor es más gratificante pues has sido: “el elegido”.
* Kelly Ferreyra-Periodista