Declararon inimputable al joven que mató a puñaladas a su padrastro

Una junta especializada del Poder Judicial determinó que es peligroso para terceros y para sí mismo.

Rubén Darío Melgarejo murió por el shock hipovolémico tras ser apuñalado en el abdomen por su hijastro de 26 años durante la mañana del miércoles 13 de abril. Se desangró y perdió toda señal de vida en pocos segundos sobre la vereda de la avenida Blas Parera a pocos metros del cruce con Eva Perón en la chacra 148 de Posadas.

El Juzgado y la Fiscalía de Instrucción 6 determinaron tras el informe detallado de la junta médica del cuerpo forense del Poder Judicial, que el estado de salud mental del presunto autor del crimen estaba tan deteriorado por el consumo de estupefacientes y alcohol que resulta inimputable, no comprende la gravedad de sus actos y resulta un peligro en libertad tanto para su propia integridad como para terceros.

De tal manera el fiscal René Germán Casals y el juez Ricardo Walter Balor acompañaron el estudio de los galenos y decidieron que el destino y tratamiento para “Juanca” será la Unidad de Salud para Inimputables del Servicio Penitenciario Provincial que funciona desde junio de 2020 en Posadas, en un predio levantado detrás del Hospital Carrillo.

 

VÍCTIMA FATAL. Melgarejo yace en la parada de colectivos de la avenida Blas Parera, segundos después de las estocadas en la panza.

 

En la Unidad de Salud será tratado y cada 90 días se confeccionarán informes sobre su evolución. Pero el tratamiento en este lugar no implica que pueda salir a la calle si logra mejorar. La declaración de inimputabilidad comprende tutela de algún familiar o allegado, pero deberá ser permanente y sin la libertad ambulatoria habitual.

Durante la madrugada del 13 de abril en el departamento de Villa Cabello se oyeron gritos y discusiones. Fueron el preludio de la tragedia. Minutos antes de las 10, Rubén Melgarejo murió por profundas heridas de cuchillo. El autor fue detenido luego del alerta de los vecinos a la comisaría Séptima.

Constantes problemas en la misma familia fue la versión unánime de los vecinos.

El muchacho, ahora considerado inimputable, arrastraba episodios severos de exceso en el consumo de alcohol y drogas que repercutían en la familia y constantes peleas con su madre y el concubino de esta.

Vulnerabilidad extrema marcada por la pobreza contextualizaron la situación de violencia. Melgarejo, su pareja, una hija discapacitada y el joven agresor se mudaron al inmueble de la zona oeste en 2018.

Tanto Melgarejo como su victimario deambulaban sin techo cada vez que se desataban incidentes violentos en la vivienda, también fue señalado por vecinos. La convivencia estaba rota y se caldeaba por el abuso de estupefacientes que lo mantenía por momentos “zombie” a “Juanca”.

El desenlace fatal confirmó la presunción de los testigos: “Estamos cansados, todos los días tenemos que aguantar los problemas. Siempre gritos y agresiones. Por eso se lo veía a Melgarejo con los linyeras y en compañía de dos perros que siempre lo seguían cuando lo echaba su pareja para que no peleara con su hijo”.

Fuente Primera Edición

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