Iguazú (LaVozDeCataratas) El incremento del consumo de sustancias entre comunidades aborígenes, es un problema en ascenso. Cada vez son más los jóvenes que amanecen durmiendo en las veredas de las calles céntricas de Iguazú, entre los que se ven Mbya guaraníes que no escapan a consumos problemáticos y a las adicciones. “La maldita droga está fundiendo a muchos jóvenes, caen en robo, continuamente hay problemas”
LaVozDeCataratas consultó a las comunidades en Iguazú, quienes concuerdan que “no hay forma de contener a los chicos”.
Silvino Moreyra cacique de la comunidad Mbororé contó que “hay convenios con las fuerzas de seguridad para que ingresen a la aldea, pero mientras no hagan disturbio no se puede hacer nada. Esto debería ser en las 6 comunidades en Iguazú”
“Hay muchos jóvenes de las diferentes comunidades que se reúnen en la zona de la rotonda porque hay una boca (de droga) cerca y se quedan a dormir en la zona. Además hay bocas muy cerca de las comunidades”.
La contención de los jóvenes se hace difícil en el ámbito de la salud, ya que sus procesos son diferentes, no asisten a las consultas de psicoterapias y los que asisten no hablan.
Si bien desde la Dirección de Asuntos guaraníes del municipio trabaja en forma articulada con la Dirección de adicciones y las 6 comunidades, “no hay forma de contener a los chicos, hay muchos que están cayendo en la adicción, prueban, consumen y ya no salen, es muy triste. Se creó la Dirección de Asuntos Guaraníes y deberían estar trabajando con la asistente social, nosotros no podemos hacer nada afuera, y en la comunidad no tenemos forma de contener, no podemos obligarlos a que se internen. Debería ser ley, pero no se les puede exigir, ese es el problema”, recalcó Moreyra.
El consumo de drogas y sustancias adictivas genera preocupación no solo en los grandes centros urbanos. En los últimos años el drama de las adicciones se desplazó también hacia comunidades indígenas, comprometiendo el futuro de niños, adolescentes y jóvenes que viven en situación de alta vulnerabilidad social.
Urge fortalecer las instituciones del Estado y promover políticas públicas y estrategias en áreas claves como la educación, la salud y la seguridad a fin de mejorar la prevención del consumo de drogas ilícitas, y también de la violencia y los delitos que, como se sabe, trae aparejado este flagelo.